Usted está aquí: miércoles 15 de marzo de 2006 Opinión Tabaco y Secretaría de Salud

Arnoldo Kraus

Tabaco y Secretaría de Salud

Hace unos meses, el 8 de junio de 2005, escribí, en este medio, un artículo que lleva el mismo título que el que hoy publico. En él decía: "Las dobles morales son una costumbre triste y real. Triste porque la estela de daños que causan es inmensa. Real porque las padecemos continuamente y porque es ingrediente consustancial de buena parte del panorama de nuestras vidas. Muchas de estas dobles morales son tan añejas que la fuerza de la repetición las ha convertido en situaciones normales y, por ende, 'casi aceptables' (...) Cuando las dobles morales se refieren a la salud y a la muerte el problema es mucho más complejo".

Renglones adelante explicaba: "De acuerdo con un documento elaborado por el Departamento de Investigación sobre el Tabaco del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la epidemia de tabaquismo mata a 31 mil mexicanos cada año y a cerca de 5 millones de personas en todo el mundo. Dice el estudio, 'esas muertes tienden a ocurrir en los países en vías de desarrollo, a medida que las naciones industrializadas incrementan las medidas para controlar el uso del tabaco y los consorcios internacionales buscan expandir sus mercados en países como México (...) Philip Morris y British American Tobacco son las dos multinacionales tabacaleras más grandes del mundo y controlan también la casi totalidad del mercado en México (...) Estudios realizados por el INSP indican que en México un incremento de 10 por ciento en los precios de los cigarros por medio de los impuestos reduciría el consumo en 6.2 por ciento (...) la propia industria tabacalera ha reconocido, a regañadientes, la efectividad de los impuestos como herramienta para el control del tabaco".

Adelante, citaba el mismo documento: "el uso de una política fiscal saludable para contribuir al control del tabaco no es compatible con el convenio establecido en junio de 2004 entre la Comisión Nacional Contra las Adicciones y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios con las empresas British American Tobacco y Philip Morris. Las tabacaleras se comprometieron a algunas medidas poco efectivas como reducir el tamaño de sus anuncios espectaculares y a aportar un peso por cajetilla vendida al Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular". Y remataba: "Corruptio optimi quae est pessima (la corrupción de lo mejor es lo peor)".

En síntesis, escribí ese texto porque me era, y me es, imposible comprender los acuerdos signados por la Secretaría de Salud con las tabacaleras mencionadas, los cuales, "en defensa" de los daños que producen, aportan, por cada cajetilla vendida un peso destinado para paliar gastos catastróficos en salud. Escribo nuevamente porque miembros distinguidos de la medicina mexicana, como Mauricio Hernández Avila, director del mencionado INSP, y Roberto Tapia-Conyer, subsecretario de Salud para la Prevención de Enfermedades, respondieron a dos artículos publicados en una prestigiosa revista de medicina, donde se cuestiona la actitud de nuestro gobierno frente a la política de las tabacaleras mencionadas.

Alejado de todo maniqueísmo y debido a la falta de espacio suficiente, entresaco algunas ideas de los artículos que suscitaron la polémica y otras de las respuestas de nuestros representantes:

* Las tabacaleras multinacionales actúan como un vector que disemina enfermedad y muerte por todo el mundo... En México, Philip Morris y British American Tobacco contribuirán con un peso por paquete vendido para fondos de seguro (aproximadamente mil 900 millones de pesos al año). Esta "donación" podría parecer grande, pero, sólo es una fracción pequeña de los 30 mil millones de pesos anuales que le cuestan a México las enfermedades producidas por el tabaco.

* México fue el primer país en América que ratificó los acuerdos del convenio marco para el control del tabaco (que intentan limitar consumo)... poco después se anunció el acuerdo con las compañías tabacaleras... Sin embargo, ya que la contribución (de las tabacaleras) es deducible de impuestos, el pago neto podría ser menor.

* El actual titular de la Secretaría de Salud, Julio Frenk, ha implementado muchas iniciativas para controlar el consumo de tabaco... Frenk fue uno de los primeros en apoyar la convención de la Organización Mundial de la Salud y es campeón en el control del tabaco en México... Asimismo, se han utilizado fondos que provienen del acuerdo para financiar instituciones médicas implicadas directamente en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el tabaco.

* México ha logrado una política para controlar el uso de tabaco, que incluye incremento sin precedente en las tasas de impuestos para el tabaco, la prohibición total de la publicidad de tabaco en la radio, la televisión y en Internet, un incremento sustancial en el tamaño del rótulo en las cajetillas de cigarro (50 por ciento en uno de los lados grandes) y restricción absoluta de fumar en todos los edificios federales.

Los puntos anteriores ofrecen una mínima información acerca de los artículos mencionados (todos fueron publicados en British Medical Journal 2006; 332: 313-4, 353-4, 548). Intenté ser honesto al resumir los datos. Invito al lector a leer la información ahí expuesta y juzgar de acuerdo a su libre albedrío. Yo sigo pensando que la corrupción de lo mejor es lo peor.

 
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