Usted está aquí: lunes 13 de marzo de 2006 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Caso Eumex: complicidades, omisiones y cabildeos

En la ALDF no interesa

El asunto, arsénico para candidatos

EL CASO Eumex: la empresa española que se ha servido de los espacios públicos de algunas partes de la ciudad para hacer negocio sin pagar por los servicios que ocupa; su defensoría, a cargo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, y el gobierno de la capital podrá llenar de luz algunos rincones oscuros de la política y la administración capitalinas.

TENDRIAMOS QUE decir, desde luego, cuál y cómo ha sido la intervención de los representantes populares en este lío que huele muy mal, pero ese espacio, por el momento, está inédito, porque todo parece indicar que en la Asamblea Legislativa cada uno tiene su propia agenda, y en ninguna hay espacio para este lío.

LA EMPRESA ampara su proceder, cuando menos injusto, en los contratos que horas antes de concluir su mandato, le otorgó el último de los gobiernos priístas, que, como todos sabemos, ha sido acusado de actos de corrupción.

CON ESA misma base, la Comisión de Derechos Humanos local disfraza sus complicidades partidistas y quiere hacer creer que defiende a los trabajadores de la empresa, que son sorprendidos en actos que suponen ilegalidad, cuando sabe a ciencia cierta que su defensa irá en contra de un grupo importante de gente harta del abuso y la arbitrariedad de la empresa.

Y EL gobierno, hasta cierto punto maniatado por los arreglos entre Eumex y Oscar Espinosa Villarreal, busca recomponer la situación que, sea como sea, golpea a sus gobernados y debilita las finanzas públicas.

MUCHOS DE los que ahora son legisladores y quieren ponerse la camiseta de delegado pronto tendrán que hacer frente a las demandas de la gente que no quiere seguir bajo la imposición de ésta y otras empresas que hacen lo que quieren en su perjuicio.

CASO ESPECIAL es el de Carlos Reyes Gamiz, hoy en día uno de los hombres con mayor poder en la ALDF y candidato a gobernar la delegación en donde ha explotado el lío. Será muy difícil para él explicar a los habitantes, por ejemplo de Polanco, por qué no intervino en el asunto si existen las razones suficientes, cuado menos, para que desde la misma Asamblea Legislativa se hubiera analizado a profundidad el asunto.

LOS ENEMIGOS del legislador, por lo pronto, ya tomaron cartas en el asunto y usarán eso, que ellos consideran su "debilidad", para atacarlo, pero lo peor es que si no reacciona rápido el diputado local será ubicado como un candidato del PRD en contra de la gente, y eso, para alguien que tiene ganas de ser gobernante, es arsénico puro en su contra.

ES SABIDO que Emilio Alvarez Icaza, el ombudsman de la capital, en los últimos días de la semana pasada se pasó buena parte de su tiempo desacreditando los trabajos periodísticos, y hasta la postura del gobierno, que no le otorgan la razón.

SU CABILDEO en favor de la empresa, y los enviados a Polanco para convencer a la gente de la "buena intención" de sus afanes, no impidió que desde el gobierno central se rechazara su "recomendación" a "favor" de los trabajadores de Eumex, ni que en su contra se levanten las voces de los vecinos.

AHORA, HASTA donde se sabe, pretende llevar a los miembros del consejo de la CDHDF a una conferencia frente a los medios para defender su postura, que no es otra, por más que diga, que la de Eumex, recordando los pasos de su muy triste antecesor.

EN FIN, el asunto está cada vez más "caliente" y en medio de todo esto está, desde luego, la palabra de los legisladores del Distrito Federal, y en particular de Carlos Reyes Gámiz, quien tendrá que definir si quiere cumplir la meta de ser el primer perredista en gobernar el hasta ahora bastión panista de la delegación Miguel Hidalgo.

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