La escuadra de la UANL remontó desventaja inicial por tanto de Reinaldo Navia

En el clásico, Tigres superó su sequía de triunfos; venció 2-1 a Rayados

Jaime Lozano se rencontró con el gol y Carlos Ramírez hizo el definitivo

Walter Gaitán falló un penalti inexistente

Pese a la derrota el arquero Martínez tuvo gran actuación

AGENCIAS

Monterrey, 12 de marzo. Tigres canceló una racha de cinco partidos sin victoria al dar la voltereta e imponerse por un 2-1 justo en el partido que más exigía su público, el clásico norteño frente a Rayados del Monterrey.

Por la UANL anotaron Jaime Lozano al minuto 61 y Carlos Ramírez, quien había entrado de relevo, al 86. Walter Gaitán falló un tiro de penal al minuto 58. Monterrey había tomado ventaja con tanto de Reinaldo Navia al 36 de acción.

Aunque Tigres hizo derroche de vitalidad por toda la cancha del estadio Universitario, conocido como El Volcán, fueron los Rayados quienes se encargaron de inaugurar el tablero, con anotación de Navia; sin embargo, los pupilos de Miguel Herrera se conformaron con la pírrica ventaja y pronto fueron superados por el vendaval en que se convirtió el equipo anfitrión.

Al arranque, las opciones sobre ambas metas se fueron esfumando, pero las de Tigres tenían mayor aroma a gol, sólo que en el marco de Rayados estuvo Christian Martínez, portero que vivió una gran tarde al realizar oportunos achiques, rechaces y desvíos, como el primero que resolvió bien ante un avance de Sixto Peralta.

La habilidad del veterano Jesús Arellano se hizo presente en la acción del gol rayado, el Cabrito se perfiló desde el costado derecho y dio un pase con todas las ventajas para el chileno Navia, y éste definió con impecable punterazo para el 0-1.

Tigres estuvo cerca de empatar al 40, cuando Walter Gaitán recibió el balón afuera del área, disparó con potencia y colocación, pero Christian voló hacia la izquierda para desviar la pelota.

Ricardo Tuca Ferreti hizo movimientos, ingresó a Aldo de Nigris y luego lo sacó por Carlos Ramírez.

Además, el silbante Roberto García Orozco fue localista y decretó inexistente pena máxima cuando Walter Gaitán se estampó sobre el portero Martínez. El propio Gaitán acudió al manchón de penal, pero el guardameta adivinó la trayectoria del disparo y con la mano derecha desvió.

Sin embargo, Tigres ya era una marea incontenible y por fin consiguió el empate mediante Jaime Lozano, quien centró hacia el corazón del área plagada de amarillos, y aunque ninguno hizo contacto con el esférico, sí estorbaron la visibilidad del portero, quien no pudo atajar el balón que botó y entró a la portería.

Arengados por su público, los anfitriones no se conformaron con la igualada y mantu-vieron la presión sobre el atribulado Martínez, quien rechazó un obús remitido por Sebastián González al minuto 86, pero ya nada pudo hacer frente al contrarremate de Carlos Ramírez, un tiro raso cruzado que definió el triunfo felino.