Robo de arte sacro, desintegración familiar, pobreza, corrupción...
Rosario de temas en los mensajes de los obispos por el inicio de Cuaresma
Obispos católicos alertaron en sus mensajes de Cuaresma sobre los robos de arte sacro, los "atentados" contra la vida, los problemas de desintegración familiar, la drogadicción, la pobreza, la injusticia y la corrupción.
Los derechos humanos de los más necesitados, condenó el titular de la diócesis de La Paz, Miguel Angel Alba Díaz, son ''pisoteados'', mientras Felipe Arizmendi, mitrado de San Cristóbal de las Casas, reprobó que los candidatos a puestos de elección popular ofrezcan "falsas promesas" en sus campañas electorales.
Estos tiempos, expuso, son ''difíciles para nuestro Estado y para nuestra diócesis. La naturaleza se ha ensañado con nuestras comunidades, y a las condiciones de por sí difíciles, por los mercados y la producción, se ha añadido la pérdida de vidas, de tierras, de productos. Muchos hombres y mujeres han quedado en la miseria y en el abandono. Esto es grave, pero más es que no queremos reconocer cada uno nuestras culpas. Gastamos los pocos recursos en culpar a los otros y al sistema, y poco nos empeñamos en reconstruir y reconciliar".
Alba Díaz por su parte reprobó las profanaciones a templos religiosos. Recordó que la catedral de Nuestra Señora de la Paz y el Santuario de Guadalupe, en la ciudad sudcaliforniana, así como templos parroquiales de Ciudad Constitución, fueron asaltados. Ello provocó, por cierto, que emitiera un edicto a principios de mes para cerrar, a manera de desagravio, casi 200 iglesias, todos los viernes, hasta mañana.
También se manifestó en contra de la indiferencia ante la "necesidad y la miseria humanas. Nos preocupa una cultura de muerte ante la cual a veces hemos permanecido sin hacer ni decir nada; una cultura que deforma el rostro de la persona y de la sociedad humana, que atenta contra la dignidad, la verdad y el sentido último del hombre y la mujer".
En la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de la ciudad de México, encabezó la misa de Cuaresma, en la que recordó que la Pascua es tiempo de arrepentimiento, "de destruir el mal que hay en nosotros, pero para empezar una vida nueva, distinta".