Comenzaron pesquisas sobre el accidente, dice nuevo enviado federal en Coahuila
"Llevará meses" recuperar los cuerpos en Pasta de Conchos: Minera México
Indemnización de $750 mil a deudos sin importar antigüedad de obreros, confirma la empresa
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Mineros de la sección 28, tras estallar la huega en la planta de zinc que Industrial Minera México tiene en San Luis Potosì
Foto: Alejandra G. Orta
San Juan de Sabinas, Coah., 28 de febrero. El gobierno federal comenzó investigaciones del accidente en la mina Pasta de Conchos, por el cual fallecieron 65 trabajadores; mientras la empresa tenedora del yacimiento, Industrial Minera México, anticipó que la recuperación de los cuerpos "tardaría meses".
De hecho, Arturo Bermea, director de Operaciones de la compañía filial de Grupo México, sugirió a los deudos que los restos de los mineros podrían estar "incompletos", debido a la explosión y a la onda expansiva que elevaron la temperatura a 600 grados centígrados. "En cuanto se avance no sabemos qué vamos a encontrar. Es difícil precisarlo", advirtió.
Reiteró que "la prioridad es el rescate de los compañeros" que se encuentran en el socavón, "pero eso llevará bastante tiempo, porque hay dificultades en el fondo de la mina".
Bermea se entrevistó esta mañana con las familias de los mineros atrapados, y les aseguró que sin importar la antigüedad o condición laboral de los obreros fallecidos, la indemnización sería de 750 mil pesos. "A todos por parejo se les entregará esa cantidad; además se creó un fideicomiso en Banamex para asegurar la educación de los hijos huérfanos, y a las familias que no tengan casa propia, los gobiernos federal y estatal y la empresa les darán una", afirmó.
Al mediodía, Jesús Alberto Hernández Escobedo, jefe de delegaciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), arribó a las instalaciones del complejo carbonero como nuevo enviado del gobierno federal para atender el conflicto.
El funcionario remplazó al delegado de la dependencia en Coahuila, Pedro Camarillo, confrontado con el gobernador Humberto Moreira y otros servidores públicos estatales, que lo acusaron de solapar la corrupción de los encargados de inspeccionar las condiciones de seguridad de la empresa.
"Nosotros venimos sin prejuicios, abiertos a conocer la verdad", aseguró. Junto a él se encuentran desde este martes en la zona carbonera de Coahuila Humberto Guzmán del Castillo, procurador federal de la Defensa del Trabajo en Saltillo, y al menos ocho inspectores que participan en la investigación.
Hernández Escobedo dijo que "desde este momento" comenzó a operar "una mesa de investigación" en la que, además de funcionarios federales, estatales y representantes de la empresa, participan familiares de los trabajadores fallecidos y académicos de la Universidad Autónoma de Coahuila expertos en minas.
Aseguró que "el historial de las revisiones" efectuadas por la STPS en la empresa carbonera "tendrá peso específico" en la investigación del accidente y advirtió que si las indagatorias comprueban que Minera México omitió corregir puntos inseguros denunciados por los trabajadores, "se castigará a los responsables conforme a la ley".
Hernández Escobedo advirtió que "la empresa será cerrada si las investigaciones lo ameritan".
En tanto, familiares de las víctimas se inquietaron este martes ante la versión de que la empresa ofreció hasta un millón de pesos por familia a cambio de que acepten por escrito que la búsqueda de los cuerpos se cancele en definitiva.
"A nosotros no nos han ofrecido nada de eso, pero sí, sabemos que han manejado esa posibilidad, pero a nosotros que ni nos lo digan. Nosotros lo que queremos es recuperarlo, sea como sea, sea como Dios nos lo quiera entregar, pero queremos recuperarlo, y si está muerto vamos sepultarlo como Dios manda", advirtió Norma Leticia González, hija de uno de los mineros desaparecidos.
-¿Sería ventajoso un ofrecimiento de este tipo por parte de la empresa?
-Sí, porque para ellos sería más barato dejarlos abajo que sacarlos, pero a nosotros no nos importa el dinero, al cabo que pobres siempre hemos sido.
La irritación de las familias no se ha dirigido contra los enviados del gobier- no federal ni los representantes de la empresa, sino contra el dirigente minero nacional, Napoleón Gómez Urrutia, a quien algunos deudos confrontaron el lunes por la noche, y le reclamaron a gritos el que "nunca ha estado cerca de los trabajadores".
Ante el temor de ser agredido físicamente por familiares de los mineros -como sucedió el viernes con el secretario de Trabajo, Francisco Javier Salazar--, Gómez Urrutia se les alejó, tropezó y cayó hasta el suelo, sin que sus guaruras pudieran sujetarlo.
Frente a las irritadas familias, al dirigente minero no le quedó más que levantarse, sacudirse el pantalón y alejarse de la multitud tan veloz como pudo.