Usted está aquí: sábado 25 de febrero de 2006 Sociedad y Justicia Dos millones de niños mexicanos sufren trastorno por déficit de atención

Sólo 2 por ciento de afectados tiene acceso a tratamiento adecuado, dice la Ssa

Dos millones de niños mexicanos sufren trastorno por déficit de atención

Debido a su hiperactividad, los menores son discriminados de las escuelas, acusa la ONG

Fundación Hoth propone acercar la información de este padecimiento a los padres de familia

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Entre 1.5 y 2 millones de niños en México padecen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), enfermedad que requiere tratamiento médico especializado e integral, para que los menores logren controlar el funcionamiento de los neurotransmisores que les provoca la falta de concentración y la impulsividad.

Es un padecimiento de origen genético y en México es la primera causa de demanda de atención médica en los centros nacionales de salud mental. El TDAH es un problema de salud pública a cuyo diagnóstico y tratamiento tiene acceso sólo 2 por ciento de los afectados, señala información de la Secretaría de Salud (Ssa).

Adriana Legaspi, presidenta de la Asociación Mexicana para el Déficit de Atención, Hiperactividad y Trastornos Asociados (AMDAHTA), y madre de un niño con TDAH, aseguró que una de las principales consecuencias de la enfermedad es la discriminación que sufren los pacientes en las escuelas, porque tienen problemas para aprender, se distraen fácilmente y parece que no escuchan.

También tienen dificultades para relacionarse con sus compañeros. A causa de su impulsividad, no esperan turno, interrumpen continuamente y tampoco toleran la frustración, lo que a su vez provoca que sean regañados y en los casos más graves hasta expulsados de los planteles educativos.

Los niños con TDAH son aquellos que a los ocho años de edad ya han cambiado cinco veces de escuela, sin que los papás logren entender la razón. En algunos otros casos, los niños con déficit de atención son tranquilos, pero tampoco logran aprender por la alteración en el funcionamiento neurológico.

Todo esto se puede evitar si los maestros, que son quienes tienen las mayores posibilidades de detectar a los menores que sufren alguna alteración de este tipo, recomendaran a los padres de familia llevarlos con un especialista.

Aplauden reforma a ley de salud

Por ello, Legaspi opinó que la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, que actualmente se analiza en la Cámara de Diputados, "es la que mejor representa las propuestas" que desde hace varios años ha planteado la AMDAHTA para mejorar las condiciones de vida de los niños con este trastorno.

A esta iniciativa se han sumado otras agrupaciones como la Fundación Hoth, que proporciona asesoría e imparte cursos a los padres de familia sobre el manejo que requieren los niños con TDAH.

Y es que además de la discriminación, también existe el problema de que los pacientes no tienen acceso a un diagnóstico oportuno y veraz, a lo que se suma el escaso número de médicos especialistas. De hecho, comentó Juan Carlos Pérezcastro, vicepresidente de la fundación, dentro de las instituciones públicas de salud sólo el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro cuenta con los profesionales en el tratamiento y control de este padecimiento.

La iniciativa que discuten los legisladores plantea, comentaron los entrevistados, que la información científica sobre el TDAH y las unidades médicas de atención estén al alcance de los padres de familia, para que, con el apoyo de los especialistas, puedan tomar la mejor decisión sobre el tipo de tratamiento que deben seguir sus hijos.

Lo anterior porque en algunos casos se requerirá el uso de medicamentos como el metilfenidato (Ritalín), cuyo uso ha sido satanizado por la falta de información. Médicos especialistas en el tratamiento de la enfermedad han descartado que los fármacos provoquen adicción.

Tampoco es cierto, dijo Legaspi, que los maestros puedan decidir que los niños tomen alguna medicina, porque se trata de productos controlados, cuya venta se realiza sólo con la presentación de la receta que debe incluir el nombre del doctor, la firma, registro federal de causantes, cédula profesional, domicilio y teléfono. Además, el documento se queda en la farmacia.

En cambio, cuando los niños con TDAH no son diagnosticados ni reciben el tratamiento médico que requieren, están expuestos a que en la etapa adolescente decidan abandonar sus estudios, rara vez llegan al nivel superior, no tienen amigos y están más propensos a participar en actividades delictivas e involucrarse en la drogadicción.

 
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