Usted está aquí: sábado 25 de febrero de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Coinciden en Pasta de Conchos intereses económicos y políticos

Televisa soslaya datos sobre explotación laboral

Complacencia de autoridades ante inseguridad

Las rebanadas del pastel:

PASAN LAS HORAS, e irremediablemente se perfila el funesto final en Pasta de Conchos. En medio de la tragedia, algunos medios de comunicación han reclamado por las generosas facilidades que las autoridades federal, estatal y empresarial otorgan a Televisa en su cobertura en la mina carbonera.

NO ES ESTA la primera vez, ni será la última, que el consorcio mediático recibe -exige- este tipo de cortesías del poder público, aunque en el caso concreto de la mina en San Juan Sabinas, Coahuila, parece haber un elemento adicional que explicaría por qué Televisa ha recibido todo tipo de atenciones y, al mismo tiempo, la razón por la que el tema de la explotación colonial de los mineros y las condiciones infrahumanas en las que laboran ocupa mínimos espacios en su máxima cobertura del siniestro.

LA CAUSA PARECE ser sencilla: Germán Larrea Mota Velasco no sólo es presidente del consejo de administración y director general del Grupo México -propietario, entre otras muchas cosas, de la mina Pasta de Conchos-, sino feliz integrante del consejo de administración de Televisa, presidido por Emilio Azcárraga Jean.

ESTA APARENTE CASUALIDAD se repite en otros casos. Gilberto Perezalonso Cifuentes, por ejemplo, no sólo forma parte del consejo de administración y del cuerpo directivo del Grupo México, sino que durante casi cuatro años (1998-2001) se desempeñó como vicepresidente ejecutivo de administración y finanzas del Grupo Televisa. Por si ello no fuera suficiente, actualmente funge como tesorero de Vamos México -la organización de Martita Sahagún, en la que el consorcio de Azcárraga Jean ha donado una buena cantidad de dinero-, al tiempo que es consultor de la Presidencia de Grupo Televisa, miembro de su directorio y su comité ejecutivo.

UNA SIMPLE LLAMADA telefónica -en el lejano caso de ser necesario- abre muchas puertas en situaciones trágicas como la de Pasta de Conchos, y en otras no tanto, en el entendido que se cuidan entre sí, de tal suerte que es fácil explicarse por qué Televisa tiene derecho de pista en la zona de la tragedia.

POR SI FUERA poco, en un ejercicio que se repite en los grandes consorcios que operan en el país -nacionales o extranjeros- un batallón conformado sólo por generales en otros sexenios está al servicio del gran capital. Este ejercicio se puede hacer con prácticamente cualquiera de esos grupos empresariales, pero en el caso concreto del que preside Germán Larrea Mota Velasco se cuentan, por ejemplo, Luis Téllez (ex secretario de Estado con Salinas y Zedillo), Carlos Ruiz Sacristán (ex titular de Comunicaciones y Transportes en la administración del "bienestar para la familia"), Juan Rebolledo Gout (ex subsecretario de Relaciones Exteriores y particular del innombrable) y Armando Ortega Gómez (ex subsecretario de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía, es decir, la dependencia encargada de ordenar y vigilar a los consorcios mineros).

CASOS COMO LOS citados se repiten en todo el "mundo de los negocios" en México: directores de empresas privadas que se convirtieron en secretarios de Estado (léase Francisco Gil Díaz, por ejemplo), o funcionarios públicos de primer nivel que se emplearon con los que antes decían supervisar y vigilar para evitar malos manejos, tráfico de influencias y demás virtudes (entiéndase Pedro Aspe, por citar un caso) Por ello, es explicable lo de Televisa.

LO QUE NO tiene mucha lógica (y en el foxismo pedirla es suicida), es la merienda de caníbales en la que se ha convertido la "información" proporcionada por autoridades federal y estatal en el caso de Pasta de Conchos. Sólo al inquilino de Los Pinos se le ocurre estacionar en la zona de la tragedia a un secretario de Estado (sobre todo con la inexperiencia de Francisco Javier Salazar) y a un energúmeno funcionario de Gobernación (el director de Protección Civil, José León Arturo Vilchis Esquivel) que se disputan con el gobernador Humberto Moreira el manejo de los boletines y se contradicen entre sí, sin mencionar el nefasto papel de la propia empresa involucrada, cuyo presidente, Germán Larrea Mota Velasco, sigue sin dar la cara.

TELEVISA PUEDE OBVIAR la explotación de los mineros y las condiciones infrahumanas en las que laboran, pero otros no. Un apreciable lector comenta: "en Coahuila las tragedias mineras se dan como resultado de la voluntad divina (es decir los empresarios y el gobierno estatal), dada la fría toma de decisiones económicas, sacrificio de costo de mano de obra y sus prestaciones a cambio de ganancias mayores a los 30 mil millones de pesos por año, en un lugar donde el carbón está a flor de tierra, se paga a destajo en jornadas en que el domingo sólo es un día más y las horas extra es el único recurso para ganar sólo un poco; la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el estado lejos de exigir la certificación del Colegio de Minería a cada supervisor y trabajador (que incluye medidas de seguridad, conocimiento y aplicación de las normas oficiales mexicanas e internacionales, que implica un costo de 20 mil pesos) prefiere que la Secretaría de Educación Publica de la entidad (encabezada en aquel entonces por el actual gobernador, Humberto Moreira Valdez) realizara lo que llamaron una acreditación a un costo de mil pesos cada una y evitando con ello el incumplimiento de las compañías mineras.

"LA LEY Y los convenios internacionales ratificados y firmados por la STPS marcan que los tiempos de trabajo no podrán exceder nunca más de 7 horas con 45 minutos, y que el domingo se excluye de la jornada laboral. De 1902 a la fecha han ocurrido más de 24 tragedias similares con la pérdida de más de 800 vidas de mineros; los lugares son los mismos: Barroterán, Nueva Rosita, Sabinas..., las muertes por accidentes 'menores', caídas, aplastamientos, mutilaciones y las ocasionadas por polvo en los pulmones (neumoconiosis) no se cuentan (como si no existieran); la empresa despide e indemniza a capricho, evade cuotas del IMSS al dar de alta con salario mínimo con el fin de no pagar lo que corresponde y ocultando información" (Martín Rosas; coalinor@ hotmail.com)

SE SUSPENDIERON LAS labores de rescate en Pasta de Conchos, y Grupo México tasó a lo mineros muertos: 750 mil pesos por cuerpo. Y que la explotación siga, con el aplauso del "cambio".

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