Usted está aquí: miércoles 22 de febrero de 2006 Mundo Coche bomba mata al menos a 22 personas en la capital iraquí

Intenta Gran Bretaña poner fin a las rivalidades sectarias en la nación ocupada

Coche bomba mata al menos a 22 personas en la capital iraquí

La trampa explosiva, en un mercado de Bagdad del área chiíta de un distrito con mayoría sunita

Jack Straw, por que los fundamentalistas no tengan acceso a ministerios de Defensa y del Interior

ANNE PENKETH THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Los cuerpos de algunas de las víctimas del atentado con coche bomba en un mercado de Dora yacen en el hospital de Bagdad Foto: Reuters

Bagdad, 21 de febrero. El coche bomba más mortífero en un mes explotó este martes en Bagdad, al tiempo que el secretario del Exterior de Gran Bretaña, Jack Straw, trataba de persuadir a los dirigentes políticos iraquíes de poner fin a las rivalidades sectarias que están dividiendo al país.

El vehículo, preparado con una trampa explosiva, explotó en un mercado, en el área chiíta de un distrito mayoritariamente sunita de la capital iraquí, y mató al menos a 22 personas y dejó heridas a 30 más.

El ataque en el barrio de Dora, que ha sido escenario de frecuentes atentados, ocurre un día después de que un atacante suicida mató a 12 personas en un autobús en la capital de Irak, en una nueva ola de ataques que dejó al menos 34 muertos.

La policía dijo que el coche bomba, que incendió varios automóviles y comercios de los alrededores, no logró su objetivo de destruir una patrulla policiaca, que se encontraba en el lugar.

Los insurgentes, dominados por dirigentes sunitas, han atacado durante largo tiempo a la policía y a sus reclutas, donde hay mayoría de chiítas, con el fin de desatar el conflicto sectario.

Los ataques insurgentes han echado por tierra la estrategia de retiro de las tropas de la coalición encabezada por Estados Unidos, que según se ha dicho, depende de que se logre entrenar a la policía y ejército iraquíes de manera tal que éstos puedan garantizar la seguridad del país.

La continuación de la violencia de la resistencia retrasará de seguro los planes estadunidenses y británicos de un repliegue en fases de los 136 mil soldados de Estados Unidos, y 8 mil de Gran Bretaña que actualmente están destacados en Irak.

En Dora, niños aterrados gritaban mientras varias mujeres lloraban a gritos: "Nuestros niños han muerto" y "los terroristas, que Dios los castigue".

El coche bomba destrozó casi todos los puestos del mercado callejero, dejando trozos de frutas y vegetales regados por la calle, mezclándose con enormes charcos de sangre.

Un iraquí sospechoso de detonar el coche bomba por control remoto fue arrestado, informó la policía de Bagdad.

Straw llegó a Bagdad el lunes anterior con la esperanza de convencer a los líderes políticos y religiosos iraquíes de que lleguen a acuerdo de un gobierno de unidad nacional que prohíba a los políticos con agendas sectarias poder acceder a puestos especialmente delicados como los ministerios de Defensa y de Interior.

También, que nunca ocupen posiciones importantes en en los servicios de inteligencia.

El embajador estadunidense en la nación invadida, Zalmay Khalazid, advirtió el pasado lunes que los estadunidenses pueden recortar la ayuda económica a instituciones públicas clave, a menos de que las diferentes facciones políticas iraquíes -dominadas por la comunidad chiíta, cuyos líderes tienen fuertes vínculos con Irán- acuerden que el gobierno desechará los sectarismos.

Respuesta a amenaza de EU

La amenaza de Estados Unidos provocó de inmediato una contundente respuesta de parte del primer ministro iraquí, Ibrahim Jaafari, quien fue escogido para dicho puesto por los legisladores musulmanes chiítas.

"Cuando alguien nos pregunta si queremos un gobierno sectario la respuesta es 'no, nosotros no queremos un gobierno sectario', no porque el embajador estadunidense nos lo dice o porque lanza una advertencia", señaló Jaafari después de reunirse con Straw. "No necesitamos que nadie nos lo recuerde, gracias".

Sin embargo, el ministro de Exteriores insistió en que Gran Bretaña es de opinión que "ningún grupo étnico o religioso debe dominar en el gobierno".

Agregó Straw: "Esto es lo que le dará más ímpetu a lo que los iraquíes nos han dicho que quieren, que es un gobierno de unidad nacional que consiga unificar a todos los diferentes elementos de la sociedad iraquí".

Sostuvo que todas las personas con que reunió en Bagdad, incluido Jaafari, estuvieron de acuerdo en que hay tres puestos clave que deben ser ocupados por "tecnócratas" libres de tendencias sectarias o étnicas.

En referencia a preocupaciones de que la mayoría musulmana chiíta pueda tratar de excluir a los sunitas del gobierno, Straw respondió: "Ellos saben que ningún partido ganó las pasadas elecciones. También saben que ellos mismos están divididos y que, por lo tanto, está en los intereses estratégicos de cada partido político de Irak, sin importar qué tan grande sea, ser parte de un gobierno de unidad nacional".

La visita de Jack Straw a Bagdad también tenía como objetivo calmar los ánimos después de la reacción al video en que soldados británicos abusan de iraquíes en el sur del país árabe.

En la conferencia de prensa realizada aquí, enfatizó que se abrirá una investigación de la policía militar en torno al incidente que escandalizó a Medio Oriente, ocurrido en 2004.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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