Usted está aquí: martes 21 de febrero de 2006 Espectáculos Será homenajeado el cineasta aragonés Luis Buñuel en Francia, 23 años después de su muerte

Nazarín comenzará el tributo, que incluye una retrospectiva de su etapa en México

Será homenajeado el cineasta aragonés Luis Buñuel en Francia, 23 años después de su muerte

AFP

París, 20 de febrero. Veintitrés años después de su muerte, el cineasta español Luis Buñuel es homenajeado en Francia, en cuyas pantallas volverá a verse a partir del primero de marzo su película Nazarín y en las que se realizará una retrospectiva de su obra mexicana.

El primero de marzo volverá a ser "estrenada" en París Nazarín, obra maestra de Buñuel que recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1959. La distribuidora Colifilms Diffusion precisó que se trata de copias nuevas realizadas en México por la Filmoteca de la UNAM a partir de negativos originales que estaban en buenas condiciones.

Luis Buñuel, el otro México es el título de la retrospectiva organizada en el cine Latina de París, que se exhibirá a partir del 15 de marzo; incluye seis películas del periodo mexicano del gran cineasta.

"Esta retrospectiva tiene por principal propósito que el público francés redescubra las películas más o menos conocidas" de Luis Buñuel, algunas de las cuales "permanecieron en la sombra durante mucho tiempo, ya que estaban inicialmente destinadas al público mexicano, y podrán ser vistas ahora en Francia", señalaron los distribuidores.

La retrospectiva, que después de París podrá verse en varias otras ciudades francesas, incluye, además de Nazarín, El gran calavera (1949), La hija del engaño (1951), Subida al cielo (1951), La ilusión viaja en tranvía (1953) y El río y la muerte (1954).

Luis Buñuel llegó en 1946 a México, país donde realizó 20 películas, obtuvo la ciudadanía en 1949 y murió en 1983.

El crítico francés Michel Clement recalca la importancia del "periodo mexicano" de la obra de Buñuel, etapa que sigue siendo poco conocida a pesar del éxito y la admiración que cosecharon filmes como Los olvidados, El Angel exterminador o Nazarín.

"Es legítimo pensar que la complejidad y la riqueza de Nazarín no hubieran podido alcanzarse sin las películas que la precedieron, en las que Buñuel juega con las imposiciones y las convenciones para hacer más aguda su mirada crítica y afirmar su sedición poética", afirma Clement.

En El gran calavera, Buñuel incursiona en el melodrama, género en auge en el cine popular mexicano de la época. Pero el maestro aragonés desvirtúa con ironía las reglas del género, llevándolas hasta el absurdo.

En El río de la muerte, película en la que se mata a mansalva en nombre del honor, Buñuel describe a un cura que justifica los asesinatos invocando la voluntad de Dios.

"Ese trabajo de zapa, propio de su estética, le permite no apartarse de su línea de vida, permanecer 'moralmente digno', como él mismo decía. De la misma manera, utiliza las frases clichés para denunciar su artificio. Buñuel recordaría esos desvíos del lenguaje en las películas de su último periodo, desde El discreto encanto de la burguesía hasta Ese oscuro objeto del deseo", señala Clement.

 
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