Usted está aquí: miércoles 15 de febrero de 2006 Mundo Abuelas de Plaza de Mayo encuentran a otro hijo de desaparecidos; ya son 82

Tras 27 años de búsqueda Angela Barili de Tasca recupera a su nieto Sebastián

Abuelas de Plaza de Mayo encuentran a otro hijo de desaparecidos; ya son 82

AFP

Buenos Aires, 14 de febrero. El sueño de Angela Barili de Tasca se hizo realidad el jueves pasado cuando luego de 27 años de búsqueda se enteró de la identificación de su nieto Sebastián, hijo de desaparecidos en la dictadura argentina (1976/83), que se transformó en el nieto número 82 hallado por las Abuelas de Plaza de Mayo.

"Qué es lo que más quieres en el mundo"?, le preguntaron a Angela Barili de Tasca, y respondió sin titubear: "Encontrar a mi nieto". Y la respuesta la conmovió hasta las entrañas: "¡Ya lo encontramos!"

Así comenzó otra de las emocionantes historias que hacen posible las Abuelas de Plaza de Mayo, el grupo de mujeres que desde 1977 busca incansablemente a los 500 nietos hijos de madres desaparecidas que parieron en centros clandestinos de detención.

Angela relató el encuentro con su nieto Sebastián José en la ciudad de Mar del Plata, donde vive la familia, en una conferencia de prensa en la que periodistas, abuelas y familiares colmaron las oficinas de la entidad.

"Abraza como su padre", recuerda Angela y admite que todavía no le dice abuela, pero confía en que alguna vez lo hará. "Me dio un abrazo fuerte y nos pusimos a llorar. Cuánto tiempo perdido", dice el abuelo Giordano Bruno Tasca mientras las lágrimas le corren por la mejillas.

El joven es hijo de Gaspar Onofre Casado y Adriana Leonor Tasca, quienes fueron secuestrados entre el 10 y el 15 de diciembre de 1977 en la ciudad de Buenos Aires. Por entonces, la mujer tenía un embarazo de cinco meses.

La presidenta de las Abuelas, Estela de Carlotto, dijo que "los padres de Sebastián no son represores" y que "el bebé fue entregado a un civil que tenía relación con las fuerzas armadas".

Sebastián no estuvo presente en la conferencia de prensa por decisión propia y pidió que no se diera a conocer la identidad de la familia con la que estuvo viviendo hasta ahora.

Carlotto relató que el muchacho tuvo dudas respecto de su identidad y en enero de 2005 escribió a la organización para averiguar sobre una causa en la que se le mencionaba como posible hijo de desaparecidos.

En ese moemento no quiso ahondar en su identidad, pero se animó poco después, cuando recibió un periódico de las Abuelas en el que apareció el relato de su abuela Angela, y cuando vio el parecido que tenía con el retrato de su padre desaparecido publicado en la página de Internet de la entidad.

En septiembre de 2005 Sebastián se animó a hacerse un análisis de ADN que el jueves pasado confirmó en 99.9 por ciento su pertenencia al grupo familiar Casado-Tasca.

"Las Abuelas seguiremos luchando por la verdad, la justicia y la memoria, y por una sociedad plena que albergue a todos estos jóvenes", sostuvo la presidenta de la organización que desde 1977 intenta dar con el paradero de unos 500 niños secuestrados.

¿"Sabes quién eres?... No te quedes con la duda", reza un cartel que recibe a los visitantes de las oficinas de las Abuelas, cerca de un enorme cuadro con los retratos de mujeres secuestradas embarazadas y de niños desaparecidos.

 
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