Piezas de Machu Picchu se exhiben en su muestra permanente en Estados Unidos
Se acrecienta la disputa de Perú y la Universidad Yale por tesoro inca
El presidente Alejandro Toledo promete recobrarlo antes de que concluya su mandato este año
El gobierno peruano reclama 5 mil piezas; la institución asegura que únicamente tiene 250
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Antigua ciudad de Machu Picchu, en Perú
Foto: La Jornada
Washington. La Universidad Yale está enredada en una disputa cada vez más intensa con Perú por la devolución de tesoros arqueológicos del famoso sitio inca de Machu Picchu, que se exhiben como parte de la colección permanente de la institución estadunidense.
En años pasados ha habido intentos esporádicos por hallar solución a la disputa sobre la propiedad. El asunto amenaza con volverse una confrontación en los meses próximos, pues Alejandro Toledo, primer presidente indígena peruano, ha prometido empeñar sus mejores esfuerzos en recobrar los tesoros antes de dejar el cargo, es decir, este mismo año.
La disputa es parte de otros casos en que los países luchan por recuperar tesoros de museos de otras naciones. Destaca la demanda italiana para que el Museo Getty de Los Angeles y el Metropolitano de Arte de Nueva York devuelvan varios tesoros clásicos, que para Roma son parte de su herencia cultural. Esos bienes fueron presuntamente sustraídos de Italia y exportados en forma ilegal.
El caso del material de Machu Picchu, que llegó a Estados Unidos a la vista de todo el mundo hace más de 90 años, es mucho más complicado en términos legales, pues también se entremezcla con asuntos de identidad nacional peruana.
La famosa Ciudad Perdida
Machu Picchu, la famosa Ciudad Perdida de los Incas, construida a casi 2 mil 500 metros de altitud en los Andes, fue redescubierta en 1911 por Hiram Bingham, pintoresco personaje que fue a la vez explorador, aviador, historiador en Yale, gobernador de Connecticut y senador estadunidense.
De sus expediciones, realizadas entre 1912 y 1915, envió a Yale en cajas selladas hallazgos arqueológicos del sitio -huesos, alfarería, herramientas y algunos objetos de piedra- con el permiso expreso del gobierno peruano de entonces.
La pregunta clave es si ese material se entregó a perpetuidad o a préstamo. El gobierno peruano insiste en que se trata de esto último, y amenaza con demandar a la institución, proceso que podría pasar de los tribunales estadunidenses a algunos de jurisdicción internacional. "Estamos convencidos de que tenemos pruebas suficientes para ganar en las cortes", dijo en noviembre pasado el ministro peruano del Exterior, Oscar Maurtúa.
Como es de lógico, la Universidad de Yale ha mostrado su desacuerdo, pues asegura que ha cumplido por completo con los pactos firmados por Bingham en 1912 y 1916. Ha ofrecido devolver parte del material y ayudar a mantener un museo en Perú, pero de momento no parece probable una transacción.
"Es nuestro patrimonio, es todo para nosotros", declaró el mes pasado David Ugarte, del Instituto Nacional de Cultura de Perú, a USA Today. "Bingham dijo que estudiaría las piezas y las devolvería. Todos tenían claro que tenían que regresar."
Una complicación más es el número preciso de artículos en disputa. Perú asegura que la universidad tiene unas 5 mil piezas, pero Yale afirma que son mucho menos.
"Unas 250 piezas con calidad de exhibición", según una carta enviada en diciembre por la universidad a autoridades peruanas. En ella se asegur que había enviado muchas piezas en 1922, y que tiene pleno derecho al resto.
Esta casa de estudios quiso sorprender a los peruanos, pues en algún momento comunicó que había hecho una devolución de 47 cajas, mientras que las autoridades de ese país analizaron ese cargamento, que contenía sólo restos óseos, ni siquiera de personas, sino de animales que no era de Machu Picchu
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya