Diversas organizaciones demandan castigo a los responsables y la renuncia de Derbez

A ritmo de danzón protesan por la expulsión de funcionarios cubanos

JAIME AVILES

Cientos de capitalinos se congregaron ante el hotel María Isabel Sheraton, a lo largo de la mañana de ayer, para protestar contra los gobiernos de Estados Unidos y México por la expulsión de 16 funcionarios cubanos de ese establecimiento. Los participantes en la pacífica protesta, hombres, mujeres, ancianos y niños, bailaron danzón y chachachá, presenciaron una obra de teatro y pronunciaron mensajes para pedir tanto la renuncia del canciller Luis Ernesto Derbez como sanciones para los responsables del atropello.

Marina de Santiago Haas, hija del arquitecto que edificó el inmueble que alberga el hotel, condenó que la obra de su padre -"un espacio sagrado", lo definió, apelando a la etimología del término, que significa "impersonal"- haya sido usada para "humillar a ciudadanos de un país amigo de México".

Convocados por la Gran Logia Independencia y los grupos ciudadanos Flor y Canto, Regeneración, Plan de los 3 Puntos y activistas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los asistentes se deleitaron con el espectáculo que ofrecieron las parejas de bailarines de danzón de La Ciudadela.

Bajo el lema de "baile y paz", éstos hicieron derroche de habilidades dancísticas, pero no lograron opacar el encanto de una niña de ocho años cuya rítmica gracia cautivó lo mismo a quienes se presentaron en la cabecera del camellón del Paseo de la Reforma, junto al Angel de la Independencia, para externar su malestar por el incidente del viernes 3 de los corrientes, que a los turistas extranjeros que pasaban por allí y se detenían atraídos por la deliciosa música caribeña.

Todo pudo haberse frustrado cuando a las 11:30 horas dos camiones de granaderos se estacionaron a escasos metros del sitio donde los organizadores instalaban el equipo de sonido. Alguien, al parecer desde la embajada de Estados Unidos, solicitó al Gobierno del Distrito Federal protección contra el "mitin de protesta" que estaba a punto de comenzar. Pero a los pocos minutos la delegación Cuauhtémoc, que había otorgado el permiso para la manifestación pacífica, ordenó que se retiraran los antimotines.

Había comenzado el baile cuando, minutos más tarde, un grupo de jóvenes actores del Centro Universitario de Teatro (CUT) solicitó espacio para escenificar una comedia de trasfondo político. Esto suplió la ausencia del grupo de bailarines de danzón en silla de ruedas que a última hora debió cancelar su participación en el acto.

Cuando terminaron de representar la pieza, los actores desfilaron con banderas rojas y pancartas hasta el vestíbulo del hotel, donde hicieron público su disgusto antes de alejarse de allí con toda calma. Su actitud contrastó con la del personal de seguridad del lujoso albergue, cuyos "espías" tomaron notas y fotografías con deseos de intimidar a quienes protestaban bailando.

El hotel, obra de un humanista

Entre las personas más indignadas por la conducta del gerente del hotel que expulsó a los funcionarios cubanos estaba Marina de Santiago. Poeta, cantante y traductora, relató a La Jornada que su padre terminó de construir las torres del María Isabel en 1969, "el mismo año en que nacimos mi hermana Paola y yo".

De acuerdo con el testimonio de su primogénita, el arquitecto De Santiago "construyó 11 millones de metros cuadrados en todo el país, en un total de mil 500 proyectos que comprenden ciudades deportivas, parques industriales, desarrollos turísticos, teatros, hospitales, puentes, aeropuertos, juzgados y cárceles, y fue el que reconstruyó el Palacio Legislativo de San Lázaro" después del incendio que lo devastó en 1989.

Nacido en 1937 y muerto en 2005, "tenía 31 años cuando terminó el María Isabel y siempre fue un humanista, un hombre que creyó en la justicia social, por lo que hubiera sido el primero en condenar lo que sucedió en este espacio sagrado, concebido para el disfrute y no para discriminar en aras de la politiquería", redondeó su hija.

Activista de las luchas contra las perversiones de la globalidad, Marina de Santiago Haas ha participado especialmente en la batalla contra los transgénicos y la nanotecnología, cuyos componentes contienen altos riesgos para la salud humana.

Asimismo, se ha involucrado en la causa por la búsqueda de una paz justa y digna para Medio Oriente y tiene un trabajo sobre el asesinato de la estadunidense Rachel Corrie, que fue aplastada por un tractor del ejército israelí el 16 de marzo de 2003.

Rafael Maldonado y María Estela Saravia, de la Gran Logia Independencia, informaron por su parte que giraron invitaciones a las embajadas de Cuba, Venezuela, Bolivia y República Dominicana para "notificarles esta muestra de solidaridad con los pueblos hermanos de América Latina, que esperan un castigo ejemplar contra quienes violaron las leyes de México por obedecer órdenes de un gobierno extranjero".

Cuando todos los asistentes abandonaron la zona, pasadas las tres de la tarde, pegadas con cinta adhesiva a los árboles quedaron cartulinas que gritaban: "¡Que renuncie Derbez!"