Usted está aquí: lunes 13 de febrero de 2006 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Paredes en campaña, entre fuegos y malabares

Noche con olor a tragedia

Autoridades en las nubes

SUCEDIO EL fin de semana en El Cielo, que a punto estuvo de consumirse en llamas, en medio de un acto de proselitismo de la candidata del PRI, Beatriz Paredes Rangel, que por lo visto ya inició sus trabajos de campaña.

ERAN, SEGUN los testigos, unos minutos antes de las 22 horas del viernes pasado. Frente al antro de celestial nombre, una mujer enfundada en una camiseta con el apelativo de la candidata priísta y trepada en unos zancos, repartía pulseras de plástico también con el nombre de Beatriz Paredes. Adentro estaba por iniciarse un inesperado acto de entertainment político en favor de la que quiere ser jefa de Gobierno de esta ciudad.

EN LA sección VIP de El Cielo se empezaron a levantar algunas voces de protesta porque un grupo de bailarines con el estereotipo de las televisoras, se mezclaba entre los clientes. Nadie sabía quiénes eran ni lo que pretendían. Eran extraños, pero a fin de cuentas se les podía soportar.

SE CELEBRABA el mardi grass, es decir, el martes anterior al miércoles de ceniza, que alguna vez fue la fecha señalada para que los creyentes limpiaran sus pecados mediante la confesión, pero que hoy es un gran festival que tomó lugar de origen en Nueva Orleáns y que este año celebra su 150 aniversario, pero que esta ciudad no es más que un buen pretexto para que los antreros se diviertan.

TOTAL, QUE en eso del baile estaban cuando se pidió a todos los de la pista que la abandonaran. Entonces, con la magia de la tecnología apareció en las paredes de aquella gloria, la figura de la señora Paredes con todo y la B que pretende ser su entraña, y que ha ido diseminando por calles, espectaculares y pantallas de televisión, sin dar cuentas a nadie.

MOMENTOS DESPUÉS, los bailarines iniciaron una rutina en la pista desalojada y al culminar, tras del escenario-pista de baile, se encendió una gran luz naranja que muchos interpretaron como parte del show.

UN HOMBRE estaba encendiendo un par de teas con un líquido inflamable. Se trataba de un malabarista, efectivamente parte de la campaña, que realizaría su acto malabar con aquellas antorchas.

LO MALO fue que el líquido con el que prendía sus instrumentos derramó sobre un bote de plástico lleno de basura flamable. Un lengüetazo de fuego alcanzó la puerta de salida-entrada de la sección VIP, de emergencia, y la alfombra.

LLAMAS Y humo hicieron pánico entre los asistentes -que nunca fueron avisados de tal acto de proselitismo-, quienes buscaron, desesperados, la puerta de salida. Allí, cadeneros y meseros impedían la evasión con el pretexto de que no se habían pagado las cuentas.

NO OBSTANTE, la gente empezó a ganar la calle hasta donde los empleados de El Cielo los seguían. Primero una patrulla llegó a este sitio que olía a trago, sudor y humo. Estuvieron apenas unos minutos, hablaron con algún encargado del antro y se fueron. Después llegó una camioneta, también de la policía, relatan los testigos, y sucedió lo mismo, ni siquiera inspeccionaron el lugar donde las llamas ya habían sido sofocadas.

MINUTOS MAS tarde arribó a la avenida de los Insurgentes, frente a la Carpa Geodésica, una camioneta de la delegación Alvaro Obregón, demarcación donde se halla el antro, que también pasó a "platicar" con el encargado y sus ocupantes. Sonrientes frente a los reclamos de los jóvenes que estaban allí, se marcharon como si nada de lo ocurrido les importara.

EL MALABARISTA resultó lesionado en un brazo, hubo varios muchachos intoxicados por la inhalación de los humos y las autoridades parecen no haberse enterado de nada, pero el acto de proselitismo de Beatriz Paredes, que según nos cuentan se ha repetido ya en varios de estos cielos, pudo haber provocado un episodio como el del Lobohombo, o peor.

EL CASO es que Beatriz Paredes ya está en campaña y las autoridades electorales, ni en cuenta. ¿Qué tal?

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