Usted está aquí: lunes 13 de febrero de 2006 Opinión GB: imágenes de la barbarie

Editorial

GB: imágenes de la barbarie

El video difundido ayer por el diario sensacionalista británico News of the World, en el que se muestra a soldados ingleses que capturan, arrastran y golpean con salvajismo a unos muchachos iraquíes indefensos, es una prueba adicional ­por si hiciera falta­ de la doble moral con que opera el gobierno de Tony Blair. De nueva cuenta ha de contrastarse el propio discurso de Gran Bretaña, que apela a la democracia, los derechos humanos y el humanismo europeo, con las realidades de su brutalidad imperial; la criminal ocupación militar de Irak; la complicidad de Londres con Washington en el establecimiento por las autoridades estadunidenses de la red internacional de secuestros, cárceles clandestinas y torturas sistemáticas, y con las prácticas de una soldadesca que maltrata y asesina a los civiles en la nación ocupada y que, de acuerdo con las informaciones surgidas en otro reciente escándalo, tortura, en territorio británico, a sus propios reclutas.

Ante la masiva violación a los derechos humanos que se comete en el contexto de la aventura bélica de Estados Unidos e Inglaterra en Medio Oriente, el video de News of the World podría ser considerado un dato menor y hasta anecdótico, de no ser porque ofrece, con precisión y en detalle, un retrato de la mentalidad de los militares ocupantes, quienes parecen divertirse con la tarea de golpear a los jóvenes iraquíes y permite, de esta manera, intuir la profundidad de la descomposición moral imperante entre los invasores, para quienes la población local en su conjunto ha pasado a ser el enemigo. Esta consideración da, a su vez, pistas para comprender el fracaso de la coalición angloestadunidense en la implantación de autoridades locales creíbles pero dóciles.

Desde otro punto de vista, revelaciones como la publicada ayer por el rotativo londinense, si bien debilitan la posición de Blair en el mantenimiento de una ocupación que no tiene futuro político ni militar, y mucho menos ético, pueden, por otro lado, contribuir a que la opinión pública de Gran Bretaña termine por habituarse a la barbarie de su gobierno. Hay indicios preocupantes en este sentido: uno de ellos fue la reacción mayoritaria de los londinenses tras los atentados terroristas del 7 de julio del año pasado, que, a diferencia con lo ocurrido en la sociedad española el 11 de marzo del año anterior, en ningún momento cuestionaron la relación directa entre los ataques y la participación de las autoridades del Reino Unido en la agresión militar contra Irak.

En la circunstancia actual, cuando el gobierno de George W. Bush preconiza sin ningún pudor la legitimidad del espionaje a los ciudadanos y la pertinencia de recurrir a la tortura como método válido en su "guerra contra el terrorismo", el testimonio gráfico de la golpiza propinada por soldados británicos a jóvenes iraquíes debiera dar pie, en Gran Bretaña, a una toma de conciencia sobre el abismo de degradación al que Blair y su equipo están llevando al país, la cual no sólo tiene lugar en el lejano territorio iraquí, sino en las propias calles londinenses, donde hace unos meses un trabajador brasileño fue ejecutado a balazos por elementos policiacos vestidos de civil simplemente porque les pareció "sospechoso", sin que hasta el momento las autoridades hayan podido justificar los elementos que pudieran haber dado pie a tal sospecha.

La sociedad británica debe impedir que ocurran nuevos episodios vergonzosos y degradantes como el que se difundió ayer, y la única manera de garantizar que esas agresiones no se repitan es que Londres saque sus tropas de Irak, adonde nunca debieron ser enviadas.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.