Usted está aquí: jueves 9 de febrero de 2006 Opinión BBVA: pasarela fallida

Martí Batres Guadarrama

BBVA: pasarela fallida

Los candidatos presidenciales que acudieron el martes pasado a la reunión anual de consejeros regionales de BBVA-Bancomer no fueron a exponer sus ideas, sino a recibir línea de los banqueros; tan es así que se les entregó por escrito un documento que contiene las 10 acciones para impulsar la productividad y bienestar del país, claro, desde el punto de vista de los dueños de este banco.

Y no es preciso ir muy lejos para adivinar cuál es el sentido de estas propuestas. Al final de la reunión los consejeros bancarios hicieron su votación privada, en la cual el candidato panista obtuvo 459 votos, el del PRI 95 y el candidato de la coalición Por el Bien de Todos sólo cuatro, lo que revela una intención de voto exactamente al revés de las tendencias que han dado las encuestas realizadas entre la población en general, es decir, los banqueros piensan votar exactamente al revés que el resto de los mexicanos.

Pero eso no es lo único revelador; también deja ver, y es lo más preocupante, que los empresarios están correspondiendo a un gran favor del gobierno foxista: dejar en el olvido el caso Fobaproa a cambio de financiar al Partido Acción Nacional en tiempos electorales. Los banqueros y el gobierno han hecho buena mancuerna, aunque eso implique sangrar permanentemente las arcas del Estado y restar recursos al presupuesto federal. El caso más ejemplar es el de BBVA, que tiene el porcentaje más alto de los pagarés que le cubrirá el gobierno federal por el supuesto rescate bancario. En otras palabras, BBVA es el principal beneficiario del Fobaproa.

Con Vicente Fox -empecinado continuador de las políticas empobrecedoras- el cambio político se desvaneció y, al contrario, se reditaron los mecanismos del antiguo régimen. La actual política económica no es una política a favor de los pobres; en cinco años de gobierno no hubo una sola decisión a favor de ellos; al contrario, la política del gobierno actual es para los ricos: sus amigos, para sus familiares, para sus promotores. Y a toda costa busca vender y privatizar Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.

Los hechos que derivaron en la crisis de los bancos fueron provocados por los propios banqueros, quienes efectuaron operaciones por grandes montos en las que otorgaron financiamiento a personas con las que tenían relación o filiación, ya sea accionistas de los propios bancos o empresas filiales de sus corporativos y con transacciones ilegales. Recordemos que la mayor parte de los pasivos del Fobaproa-IPAB son producto de irregularidades. Otra parte la ha constituido el otorgamiento de créditos sin garantías, producto de torpezas de los propios bancos. Fueron los bancos quienes pusieron en riesgo a los cuentahabientes.

En los últimos dos lustros, bancos como BBVA han sobrevivido al amparo del Estado mexicano, pues cada año reciben más de 50 mil millones de pesos por el llamado rescate bancario, dinero que se debería destinar a programas y acciones para el bienestar de la población. No es de extrañar que tanto Roberto Madrazo como Felipe Calderón no hayan hecho el más mínimo cuestionamiento al desempeño de la banca en las última década. No se nos olvida que este último, siendo presidente del PAN, dijo estar en contra del Fobaproa y después lo avaló dando línea a sus diputados para que lo aprobaran.

No podemos estar en contra de los empresarios, especialmente de los verdaderos empresarios, los que generan empleos, los que generan nueva infraestructura, los que generan ahorro interno, los que capitalizan; los de BBVA no son verdaderos empresarios, sino un conjunto de burócratas de la paraestatal más grande del Estado, que es la más cara para el Estado, y que opera con números rojos y que además no es del Estado, sino que es sostenida por el Estado. Es una banca privada de a mentiritas: es privada para recibir las ganancias, pero no está preparada para ganar en el mercado libre. Las ganancias de estos bancos no se deben a su eficiencia, sino al subsidio derivado de los recursos fiscales que son arrebatados a todos los contribuyentes. O sea, una empresa libre va al mercado y gana o pierde en función del libre mercado; en cambio esta banca quiere garantizar sus ganancias por el Fobaproa. Como libre empresa son un fracaso.

Qué bueno que no todos se prestaron a la misma farsa de hace seis años, en la que los bancos citan a los candidatos a comparecer y luego votan por aquel que les pareció el más sumiso, el más servil y controlable.

 
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