Usted está aquí: martes 7 de febrero de 2006 Opinión La píldora del día siguiente

Teresa del Conde

La píldora del día siguiente

He participado en debates en favor de la despenalización del aborto en diferentes momentos y precisamente porque éste es altamente traumático para la mujer -ya sea natural o provocado- es que me aparto hoy de mis temas habituales, después de haber asistido a la ceremonia de entrega de los premios nacionales de manos del presidente Vicente Fox, quien despidió a la concurrencia con un ''Dios los bendiga" que me pareció acorde, pues si nuestro himno contiene la frase ''con el dedo de Dios escribió", el término ''Dios" no debe objetarse en un Estado laico, máxime durante una ceremonia en la que se aplaudieron los méritos culturales (científicos y artísticos, es decir creativos) sin distinción de filias, partidismos o creencias religiosas.

De hecho el parabien del Presidente, se extendió a todos los galardonados y sus allegados, incluidos por supuesto los representantes de los medios; es decir, la posible bendición divina tomó voz por boca del principal anfitrión en la tarde del 31 de enero.

Escuché con suma atención la valiente alocución de Carlos Monsiváis sobre el laicismo y de la misma me nació la idea de escribir esta nota, pues al igual que él, considero un acierto del gobierno federal haber levantado la pretendida censura contra la película de Carlos Carrera, El crimen del padre Amaro, y aceptar la inclusión de la píldora del día siguiente en el cuadro básico. Esta es, antes que otra cosa, antiabortiva, pese a lo que obispos, el clero, los diputados o candidatos panistas o de otros partidos opinen. Tal vez, me digo, la cuestión de los opositores consista en una carencia de cultura médica, filosófica y sociológica.

Desde la primaria sabemos que la unión de óvulo y espermatozoide da origen a un cigoto. Este puede ser expulsado espontáneamente, cosa que sucede en un sinnúmero de ocasiones y la mujer ni cuenta se da.

Aborto significa expulsar un feto, no un cigoto. Según los estudiosos sobre la ética de embriones humanos en muchos países (a quienes conviene consultar al respecto) antes del catorceavo día, después de la unión de óvulo y espermatozoide, no puede hablarse siquiera de embrión diferenciado ni menos aún de ''persona" o de ser individuado, y por eso se permite en muchos países el uso de células clonadas para la realización de autotrasplantes.

Se trata de embriones reconstituidos por trasplante de núcleo, cosa que se hace con objeto de generar neuronas dopaminérgicas convenientes para combatir el mal de Parkinson, por ejemplo, y también para otras cuestiones terapéuticas, como la de las células Beta de páncreas en el tratamiento de diabetes. Pero ese es tema que a mí no me concierne en lo más mínimo, sólo lo traigo a colación porque esa práctica existe y echa luces.

Especialistas serios constatan que es improcedente hablar de embrión en los días subsecuentes a la conformación del cigoto. ¿Por qué?, porque en la fase pre-implantatoria el producto inicialmente unicelular que empieza su división, denominándose mórula (estado que antecede al de blástula como éste al de gástrula) es indefinido, no detecta qué blastómetros serán la base del embrión temprano y cuáles formarán parte de la placenta.

Si no hay implantación uterina (los embarazos extrauterinos son expulsados siempre) no existe posibilidad de gestación, entonces la píldora del día siguiente no es -como afirmó uno de los candidatos presidenciales- abortiva, cosa que con toda claridad significó Monsiváis en una corta frase que conllevó la elegancia de omitir el nombre de quien así se expresó.

El secretario de Salud, Julio Frenk, es un funcionario del gobierno panista, hay que tener en cuenta eso, así como considerar que los científicos que analizaron la píldora, el doctor Gregorio Pérez Palacios, director general del Instituto de Perinatología, conjuntamente con el doctor Jaime Sepúlveda Amor, coordinador de los institutos nacionales de salud, los tres investigadores de intachables méritos, avalaron el uso del medicamento en la Comisión de Ciencia y Tecnología llevada a la Cámara de Diputados.

Las razones para implantar la píldora en el cuadro básico son múltiples y no sólo están las consabidas: violación, estupro, inmadurez física y sexual; también hay que tomar en cuenta, entre otros factores de importancia básica para la vida de la mujer, que los métodos para controlar la fertilidad pueden fallar, como falla la regulación de las fechas de ovulación por medio del llamado ''ritmo".

Es curioso que sean principalmente personas de la clerecía católica -absolutamente todas del sexo masculino- quienes objetan la aceptación de la píldora del día siguiente. Que no hay obispas, ya lo sabemos.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.