Usted está aquí: sábado 4 de febrero de 2006 Cultura Gala de sueños dancísticos con el Ballet Nacional de Rusia en el Metropólitan

Refrendó sus cualidades interpretativas y técnicas en tierra y aire

Gala de sueños dancísticos con el Ballet Nacional de Rusia en el Metropólitan

Sherezada propició los momentos con más éxtasis y abundantes aplausos del público

La compañía ofrecerá una segunda función en el DF, el domingo 26 de febrero

ARTURO JIMENEZ

En una función maratónica de tres horas, sólo para desvelados y con un lleno total, la noche del jueves el teatro Metropólitan se convirtió en el escenario de una gala de sueños dancísticos del Ballet Nacional de Rusia, que presentó fragmentos cumbre de obras clásicas como Sherezada, El lago de los cisnes, Noche de Walpurgis y Don Quijote.

Con pocos factores en contra, como la música grabada y el excesivo ánimo aplaudidor del público, el ballet refrendó sus cualidades interpretativas y técnicas en tierra y aire con piruetas, arabescos, cabriolés y demás pasos propios de la ortodoxia del ballet clásico, y pudo así salvar con decoro el reto de representar sólo fragmentos de esas conocidísimas historias, la mayoría de los coreógrafos Marius Petipa y Lev Ivanov.

La función, a beneficio de la Fundación Mexicana de Reintegración Social (Reintegra) y que comenzó a las 20:45 horas y terminó poco antes de la medianoche, arrancó con una de las escenas principales de la historia de amor del príncipe Sigfrido y la bella Odette, interpretados por los solistas Maya Ivanova y Maxim Fomin.

Los espectadores pudieron disfrutar la danza de encuentro de los enamorados, pero ya no pudieron presenciar otros momentos fundamentales, como el de las artes seductoras de la bella Odile, el cisne negro, quien buscará alejar a Sigfrido del amor verdadero, a ritmo de la entrañable música de Chaikovski.

Sensualidad y erotismo

Enseguida, el Ballet Nacional de Rusia, dirigido por Viatcheslav Gordeev, llenó de comicidad el escenario del Metropólitan con unas escenas de Descanso de caballería, para luego presentar otras de El caballito mago, en la que destacó el solista Anton Geyker, como el Océano que se enamora de dos Perlas.

Con el fragmento de Teatro de Karabas, el Ballet Nacional de Rusia, que este año cumple 25 de su fundación y tiene su sede en el Teatro Estatal de Moscú, generó una atmósfera un tanto felliniana al contar los amoríos de Arlequín con Colombina y las tropelías del malvado Karabas, que inclusive puso a aplaudir al público al ritmo de la música de Strauss. Aquí captó las miradas el Arlequín, interpretado por Dmitry Muravinets.

El ballet, que realizará esta gira por México con 42 bailarines, recreó también la danza hindú del Ballet Bayadera, en la que pudo apreciarse, transparente, la visión de la idiosincrasia rusa del siglo XIX sobre un presunto exotismo oriental.

Pero los momentos más climáticos y colmados de los aplausos fuera de tiempo estaban por venir con Sherezada, quizá el fragmento que más pudo generar, esa noche, una comunión con el público, en este caso pleno de sensualidad y erotismo por los movimientos en el escenario de Sibeyda y el Esclavo, interpretados por, de nuevo, Maya Ivanova y Maxim Fomin.

Y con Noche de Walpurgis, también permeada del erotismo y las danzas frenéticas y sensuales de unos 25 sátiros y ninfas, quienes abrieron las puertas del mundo fantástico de la mitología europea y mostraron las cualidades técnicas del solista Konstantin Averin.

Aunque el despliegue de vestuario y de más de 30 bailarines en escena vino después del intermedio, con Don Quijote, que ocupó todo el segundo acto con los avatares amorosos de Basilio y Kitry, impedidos por el padre de ella, Lorenzo, quien quiere casarla con el adinerado Gamash.

Con una dramaturgia poco convincente -pero así planteada en el libreto original de Petipa-, Don Quijote y Sancho intervienen y logran que triunfe el amor de los jóvenes. Aunque esto no demerita en nada las espectaculares danzas españolas y alegorías de toreros, majas y otros personajes estereotipados.

El éxito taquillero de antenoche propició que, como parte de la gira por varias ciudades del país, el Ballet Nacional de Rusia y sus joyas ofrezcan una segunda función en la ciudad de México el domingo 26 de este mes, en la que los niños menores de 12 años tendrán un descuento de 50 por ciento.

 
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