Usted está aquí: sábado 4 de febrero de 2006 Ciencias El agua embotellada, altamente costosa para el medio ambiente

Los gastos de producción más el reciclaje de envases la hace más cara que la gasolina: informe

El agua embotellada, altamente costosa para el medio ambiente

Durante 2004 se consumieron más de 154 mil millones de litros en el mundo; México, el segundo país donde más se bebe

Satisfacer la demanda del líquido causó escasez en naciones

AFP

Ampliar la imagen Algunos países comienzan a pagar el costo del auge del agua embotellada al ver afectados sus manantiales, los cuales son prácticamente saqueados por las grandes empresas del ramo. En la imagen, detalle del río de los Remedios Foto: Alfredo Domínguez

Washington, 3 de febrero. El agua mineral embotellada, cuyo consumo mundial casi se duplicó a 154 mil millones de litros en 2004 en relación con 1999, es un recurso natural que al final cuesta muy caro al medio ambiente, según un estudio publicado por un instituto estadunidense.

"Aunque el agua mineral embotellada no es a menudo más sana que el agua de la llave en los países industrializados, puede costar hasta 10 mil veces más caro" si se tiene en cuenta la energía utilizada para el embotellado, las entregas y el eventual reciclaje de los contenedores, advirtió Emily Arnold, autora de un estudio sobre el agua publicado por el Instituto de Políticas sobre la Tierra.

"A aproximadamente 2.50 dólares el litro, el agua embotellada cuesta al final más cara que la gasolina", añadió.

Los estadunidenses se ubicaron en el primer lugar de los bebedores de agua embotellada en 2004, con 26 mil millones de litros, lo que equivale a un vaso de 25 centilitros por persona diariamente.

Les siguen los mexicanos (18 mil millones), los chinos y los brasileños, con 12 mil millones de litros anuales cada uno.

Si se toma en cuenta el consumo por persona, los italianos están a la cabeza con casi 184 litros, más de dos vasos de agua embotellada por día. Le siguen los mexicanos y los oriundos de Emiratos Arabes, que bebieron 169 y 164 litros por persona, respectivamente, en 2004, seguidos por los belgas y los franceses, con 145 litros.

Frenesí consumista en países subdesarrollados

El entusiasmo por el agua embotellada creció en los países subdesarrollados entre 1999 y 2004, según las cifras de este instituto, al triplicarse el consumo en India y duplicarse en China.

Estos colosales incrementos del consumo de agua embotellada generaron costos no menos colosales para la fabricación de botellas, la mayoría de plástico, y luego su traslado, por barco, tren o camión.

A la inversa, el agua de la llave es brindada por un sistema de distribución mucho más ecológico y a menor costo. Y mientras que alcanza con cerrar la llave luego del consumo, la botella de agua vacía, en cambio, terminará, la mayor parte de las veces, en un vertedero, según el estudio.

Las botellas en polietileno tereftalato (PET) son producidas a partir de un derivado del petróleo crudo. Para Estados Unidos, eso representa más de 1.5 millones de barriles de petróleo por año, lo necesario para que funcionen 100 mil automóviles durante un año.

A escala mundial, la fabricación de botellas en PET requiere cada año 2.7 millones de toneladas de este plástico.

Luego se plantea la cuestión de los desechos. Citando las cifras del Container Recycling Institute, el estudio indica que 86 por ciento de las botellas de agua de plástico utilizadas en Estados Unidos terminan en la basura. Su incineración produce emanaciones tóxicas y cenizas que contienen metales pesados, mientras que si son volcadas en vertederos implican una supervivencia de hasta mil años antes de su biodegradación total.

Problemas de reciclaje

Peor aún, 40 por ciento de las botellas de PET recolectadas para ser recicladas en Estados Unidos en 2004 a menudo fueron enviadas desde lejos, como China, aumentando aún más la factura para el medio ambiente.

La producción a gran escala de agua embotellada también condujo paradójicamente a escasez de agua potable. Es el caso de India, donde 50 ciudades han visto reducirse considerablemente su capa freática, mientras Coca-Cola sacaba de allí líquido a raudales para producir su agua Dasani, y luego exportarla.

El agua embotellada es, en aproximadamente 40 por ciento de los casos, sacada de la llave a la que se añaden minerales, y no siempre en beneficio de la salud de los consumidores.

 
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