Usted está aquí: viernes 3 de febrero de 2006 Espectáculos Pasea la Virgen de las Candelas por el Papaloapan

Los lugareños creen que se conjuran posibles males

Pasea la Virgen de las Candelas por el Papaloapan

ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL

Tlacotalpan, Ver..2 de febrero. Sin la presencia de políticos y gobernantes en turno que tradicionalmente aprovechan el festejo para darse baños de pueblo, la Virgen de la Candelaria paseó por las calles de la ciudad y navegó sobre las aguas del río de las Mariposas, como desde hace más de 200 años.

La imagen mariana, que fue vestida con mantos dorados y tachonada de flores, saludó a los lugareños, quienes le abrieron paso y la siguieron con aplausos. Cada año, la señora de las Candelas debe abordar una piragua y pasear sobre el Papaloapan, de lo contrario los presagios son funestos para el pueblo de pescadores.

Hace un año, un norte -viento con rachas violentas- impidió que la Virgen de la Candelaria navegara por el río como exige el ritual, y la zona fue devastada por el paso del huracán Stan en 2005.

"¿ Ya ve?, no la paseamos y vino la tormenta, acabó con sembradíos, el río se desbordó y la pesca tampoco sirvió", rememora una anciana al tiempo que acompaña la procesión sobre la orilla del Papaloapan.

Desde las 5 de la mañana, un grupo de jaraneros "despertó" a la Virgen tlacotalpeña con las tradicionales mañanitas que se entonaron fuera del templo colonial que alberga su nicho.

Un día antes, su cabello fue peinado con delicadeza, se le pone un vestido de seda color oro y una capa del mismo tono. Ella y el niño Jesús que lleva en su regazo van coronados y en la mano derecha porta una candela adornada con flores y listones para alumbrar la ruta de los pescadores.

Los pobladores esperan al mediodía para efectuar el primer saludo a la imagen, que llevan en hombros sobre una gran base de madera jóvenes vestidos con el atuendo jarocho tradicional, sale del templo para bendecir las veladoras que llevan los fieles.

Desde la época colonial, los lugareños identificaron a la Virgen de rasgos españoles con Chalchiuhtlica, diosa prehispánica de las aguas, los ríos y las lagunas, y desde entonces, la tradición marca que la imagen recorra su lugar de origen, el río de Las Mariposas.

La procesión magna comienza a las 4 de la tarde -"ya que el sol más fuerte pasó para que la señora no sufra de calor" comentan los tlacotalpeños- cuando la efigie es paseada por la plaza principal, los portales y el malecón. En este último punto, es subida en medio de aplausos a una gran lancha.

Arropada con cánticos y el halo del incienso quemado, la balsa inicia un lento recorrido por el río Papaloapan que dura casi dos horas. Una veintena de embarcaciones más pequeñas con feligreses y grupos de jaraneros o marimbas, escolta el santuario flotante.

"Que no regrese otro Stan y que haya pesca todo el año, también granos e hijos sanos", es la oración popular que elevan los lugareños y fieles que arriban para venerar a la Virgen de la Candelaria.

Lo particular del festejo religioso en esta ocasión fue la ausencia de políticos y gobernantes que cada año lo aprovechan para atraer reflectores y aparecer en las notas de prensa al día siguiente. Ni el gobernador Fidel Herrera, que hace un año bailó fandango con una vela encendida en la mano, ni los precandidatos de los partidos políticos se aparecieron esta vez.

 
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