Es punto de reunión de capos y sede de bodegas, afirma
El DF, base de operación de cárteles, indica la AFI
Los resultados preliminares de los cateos efectuados la semana pasada en diversos domicilios del Distrito Federal evidenciaron que esta capital es la ciudad preferida por narcotraficantes colombianos y mexicanos para hacer todo tipo de acuerdos, tratos y negociaciones entre los productores y distribuidores de drogas, principalmente de cocaína y mariguana.
De acuerdo con un oficio informativo de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entregado a jueces de distrito que concedieron órdenes de cateo y de arraigo solicitadas por la Procuraduría General de la República (PGR) contra los presuntos integrantes de la célula de un cártel colombiano denominado Valle del Norte, los operativos antinarco realizados por agentes federales y miembros del Ejército arrojaron información suficiente para sostener la siguiente hipótesis: diversos cárteles, entre ellos el de Juárez y el de Sinaloa, cuentan con casas de seguridad y almacenes en el Distrito Federal para esconder cargamentos que no colocan en el mercado estadunidense. Además, en esos mismos lugares se llega a producir cocaína.
Para no perder un solo peso del negocio del trasiego de droga, los capos han optado por distribuir en diversas colonias de la ciudad de México y de su zona conurbada paquetes de cocaína y mariguana que no fueron adquiridos en el mercado extranjero, lo que ha dado un empuje, al menos en los últimos cinco años, al fenómeno del narcomenudeo.
En el caso del cártel colombiano, sus integrantes han simulado empresas de exportación de diversos productos, con el propósito de producir en ellas cocaína que después es enviada a Europa, principalmente España.
En tanto, la madrugada de ayer fueron detenidos cuatro sujetos, entre ellos dos colombianos, vinculados con el cártel Valle del Norte, que comandan los hermanos Camilo y Gustavo Echeverri Ortiz.
De acuerdo con información de la PGR, uno de los detenidos fue identificado como Carlos Alberto Arango Vergara, presunto cómplice de los hermanos Echeverri. Otros tres sujetos fueron identificados como Alberto Cortés (ex policía judicial capitalino), José Alfredo Camarena (agente en activo de la Procuraduría capitalina) y Víctor Manuel Jaramillo, operador del cártel colombiano. Estos fueron aprehendidos en las inmediaciones del Angel de la Independencia, en el Distrito Federal. Arango fue detenido en el centro comercial Interlomas.
La información obtenida refiere que los inculpados se encuentran en las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y en las próximas horas serían arraigados.
Al momento de su detención se les encontró un maletín con 699 mil 760 dólares en efectivo y dos pistolas 9 milímetros, matriculadas como para uso de la Secretaría de Seguridad Pública del DF.
Resultados de los cateos
Durante los cateos efectuados a casi 15 domicilios ubicados en el Distrito Federal y el estado de México, la AFI encontró documentos bancarios, agendas personales, tarjetas de presentación y libretas con recados que acreditan citas y reuniones entre importantes capos mexicanos del narcotráfico y sus similares colombianos.
Los presuntos narcotraficantes se reunían en hoteles y restaurantes de zonas exclusivas del Distrito Federal o el estado de México, presuntamente con el propósito de pactar sus "negocios ilícitos" con los compradores de la droga y de "marcar y definir territorios y potenciales clientes".
En el expediente relativo a la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/284 se refiere que entre 2000 y 2005 hubo diversos encuentros entre capos ligados al cártel de Sinaloa y al cártel de Juárez.
Además, la indagatoria revela que los cargamentos de cocaína y mariguana que no son enviados al extranjero por escasa demanda se distribuyen al menudeo en las colonias de clase media y baja del Distrito Federal. Casos similares ocurren en otras metrópolis como Guadalajara, Jalisco y Monterrey, Nuevo León.
Inicialmente se contacta con distribuidores que operan en las ciudades, a quienes se encarga la venta de la droga. Nunca debe haber atraso en los pagos o, de lo contrario, los grupos delictivos se cobran con la vida de los vendedores.
''La ciudad de México se ha convertido en el centro de operaciones de diversos cárteles, cuyos operadores financieros han adquirido niveles de vida de clase empresarial, lo que hace mas difícil su detección", concluye el informe de la AFI.