Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Mundo Disculpas de la policía del Capitolio a Cindy Sheehan

Disculpas de la policía del Capitolio a Cindy Sheehan

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 1º de febrero. La policía del Capitolio anunció que solicitará sean desechados los cargos contra Cindy Sheehan, arrestada la noche del martes en las galerías del Congreso justo antes de que el presidente George W. Bush rindiera su informe anual a la nación.

El jefe de la policía del Capitolio, Terrance Gainer, envió una disculpa a Sheehan y le comunicó que se evitaría una repetición de este tipo de acciones en el futuro. Sheehan, la madre de un soldado estadunidense muerto en Irak y quien se ha convertido en la cara del movimiento antiguerra nacional, fue detenida por oficiales de la policía del Capitolio cuando se sentó en las galerías para el público invitado a escuchar el mensaje del presidente ante el Congreso vestida con una camiseta en la que se leía un mensaje contra la guerra.

Formalmente fue acusada de "conducta ilegal" después de ser escoltada para abandonar la sala y procesada en las oficinas de la policía del Capitolio. Hoy Sheehan contó que no había hecho nada para merecer el trato que se le dio, que no tenía intención de manifestar su oposición a la guerra durante el acto, y amenazó con presentar una demanda contra las autoridades por violar sus derechos fundamentales de expresión.

Al parecer, la policía tomó en serio su amenaza, y decidió no proceder en su contra. En el comunicado oficial del jefe Gainer afirma que aunque los oficiales actuaron en torno de las "reglas de decoro", "ni la forma de vestir de la señora Sheehan o la conducta inicial ameritaban la intervención de las fuerzas de seguridad... no debería de haber sido confrontada por la camiseta que llevaba".

Furiosa con el trato recibido

El lema de la camiseta de Sheehan decía "2245 muertos. ¿Cuántos más?" Según cuenta Sheehan, llegó al asiento en la galería, invitada por una representante demócrata al evento, y se quitó su abrigo, dejando ver la camiseta. En ese instante, un policía gritó "manifestante" y la sacó de la sala a toda velocidad y fue llevada a un sala para ser fiscalizada. Señaló que nadie le dijo que no podía vestirse así, ni que nadie le pidió cubrir el mensaje, y que esa noche, por ser invitada de la representante, había decidido no hacer ningún intento explícito para manifestar su presencia durante el acto oficial.

"Estoy furiosa con lo que me pasó y en luto por lo que hemos perdido en nuestro país", escribió hoy en un mensaje al público. "He perdido a mi hijo. He perdido mis derechos de la Primera Enmienda (de la Constitución, la libertad de expresión). He perdido el país que amo". Continuó: "¿Para qué murió Casey? ¿Para qué murieron los otros 2 mil 244 estadunidenses valientes? ¿Qué están haciendo allá ante el peligro otras decenas de miles? ¿Para esto? Yo ni puedo ponerme una camiseta que tiene el número de tropas cuyas muertes son responsabilidad de George W. Bush y sus políticas arrogantes e ignorantes... Es tiempo de retomar nuestras libertades y nuestro país". Con ello, dijo que estaba preparando una demanda legal contra el gobierno por violar sus derechos.

 
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