Escándalo en Italia por trajes para bodas gays
Roma, 31 de enero. El diseñador de moda napolitano, Gianni Molaro, escandalizó al mundo de la costura italiana lanzando una colección de trajes para las bodas homosexuales, en un país en el que tema es todavía tabú.
El artista se dio a conocer gracias a los vestidos de novias que confeccionaba en su pequeño taller napolitano hace ya más de 15 años.
Gianni Molaro entró en el libro Guiness en 1992 por haber cosido el velo de novia más largo del mundo (328 metros) y dos años más tarde presentó el traje de novia más ancho y pesado del mundo (13 metros de diámetro y 218 kilos).
En 1997 realizó también el traje de novia más caro del mundo, bordado con 7 mil diamantes.
Sin embargo, en 2002, la prensa y los grupos conservadores le colgaron la etiqueta de "diseñador transgresor" cuando hizo desfilar a una modelo ataviada con un largo vestido tradicional musulmán abierto del cuello a los pies para permitir que se viera su cuerpo desnudo vestido únicamente con una minúscula tanga de lentejuelas.
Liberar a las mujeres
"Mi idea era liberar a las mujeres, y no solamente las del mundo árabe, de la hipocresía de las sociedades dominadas por el sexo masculino", explicó Molaro, de 40 años, que se define como "creador que cuenta sus visiones del mundo moderno".
Si sus trajes de novia, inmaculadas y perfectamente alineadas en su tienda de la plaza napolitana de los Mártires, ofrecen una imagen impoluta del estilista, su taller de San Giuseppe Vesuviano, a 15 kilómetros de Nápoles, es una especie de santuario donde se mezclan las pinturas religiosas con sus propias creaciones artísticas.
Maestro de la aguja, pero también artista, Gianni Molaro pinta y esculpe, juega con los pinceles bañados en pintura en sus vestidos y llega incluso a colgarlos en las paredes como si fueran verdaderos cuadros.
A mediados de enero, Molaro, que no esconde su homosexualidad, presentó sus "primeras creaciones" destinadas a los novios y novias gays y lesbianas.
"Es evidentemente una provocación de mi parte ya que en Italia las bodas y uniones entre personas del mismo sexo no están reconocidas" declaró el modisto.
"Pero el verdadero problema de Italia es la Iglesia católica. Para mí existe una verdadera guerra entre los homosexuales de la sociedad y los homosexuales del Vaticano. Muchos de estos últimos tienen poder en la Iglesia y no quieren que las cosas cambien en el exterior", lamentó el diseñador.
Entonces, para las parejas masculinas que aún así quieran celebrar su unión, el estilista aconseja una chaqueta negra con cuello de raso sobre una camisa abrochada hasta el cuello, combinada, por ejemplo, con un vaquero y unas botas de serpiente.
Las mujeres en cambio, podrán enfundarse en el tradicional traje de novia blanco con una sola condición, que desaparezca el velo, "señal de sumisión". Si alguna lo desea, también se puede vestir de hombre.