Investiga Bogotá incidente en la frontera con Ecuador
Deberá pagar el Estado colombiano 17.4 mdd a campesinos desplazados
Santafe de Bogotá, 31 de enero. Un tribunal local condenó al Estado colombiano a indemnizar con el equivalente a 17.4 millones de dólares a los habitantes desplazados de una región fronteriza con Venezuela, por su ineficiencia en darles protección durante una incursión de paramilitares de extrema derecha, en 1997.
El Consejo de Estado falló en contra del Estado colombiano porque las fuerzas armadas sabían que el ataque del grupo irregular se iba a producir, lo que ocurrió en Tibú y obligó a que al menos 2 mil familias salieran de la zona y muchos se refugiaran en territorio de Venezuela.
Mientras, Colombia inició una investigación en respuesta a una protesta de Ecuador sobre una violación a su soberanía de aviones y helicópteros militares colombianos, pero negó que tal acción contrainsurgente, de haber ocurrido en territorio vecino, haya sido en forma premeditada.
Ecuador anunció que activó sus sistema de defensa aérea en su frontera con Colombia para prevenir nuevas incursiones, en tanto que el Congreso ecuatoriano propuso que Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos intervengan.
En este contexto, unos 2 mil 500 paramilitares de extrema derecha se desmovilizaron en el norte de Colombia, al tiempo que el precandidato presidencial liberal, Horacio Serpa, denunció que la campaña está contaminada con dinero del narcotráfico y la violencia de los grupos irregulares.
El presidente Alvaro Uribe y grupos de paz calificaron de "positiva" una propuesta de rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia presos, en que se comprometen a hacer política y dejar las armas si hay acuerdo humanitario entre esos presos por rehenes en poder de la guerrilla.
En otro orden de cosas, dos ex militares y un civil colombianos aceptaron su culpa en el caso de cinco soldados estadunidenses asignados a una base antinarcóticos en Colombia, detenidos el 29 de marzo de 2005 con 16 kilos de cocaína en un avión que salió hacia el Paso, Texas.
Los uniformados pidieron una rebaja en sus penas por esta confesión.