Usted está aquí: lunes 30 de enero de 2006 Espectáculos Premian a dos realizadores mexicanos en Sundance

En el hoyo, de Juan Carlos Rulfo, ganó como mejor documental internacional

Premian a dos realizadores mexicanos en Sundance

La triunfadora relata la construcción del segundo piso del Periférico en voz de los obreros

De nadie, de Tin Dirdamal, sobre migrantes, galardonada por el público en la misma categoría

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Al hacer más documentales tendría la posibilidad de convencer a muchos estadunidenses de terminar con regímenes como el del presidente Bush, había expresado Juan Carlos Rulfo, en la imagen, para IndieWire Foto: Ap

Nueva York, 29 de enero. En el hoyo, de Juan Carlos Rulfo, fue premiada por el jurado como mejor documental internacional en el Festival de Cine Sundance.

A la vez, otro trabajo mexicano, De nadie, de Tin Dirdamal, ganó el premio del público como mejor documental internacional.

Cuando Rulfo aceptó el premio, en la ceremonia alguien del público gritó "arriba México", según reportaron los medios que cubrieron lo que se ha convertido en el festival de cine más importante de Estados Unidos.

La edición 2006 del festival concluyó hoy en Park City, Utah, con el anuncio de los premios en todas las categorías. El galardón del gran jurado para documentales fue otorgado a God grew tired of us, de Christopher Quinn, que por medio de las historias de tres jóvenes documenta el éxodo de 27 mil sudaneses en los años 80. El reconocimiento del gran jurado para una película dramática fue otorgado a Quinceañera, de Wash Westmoreland y Richard Glatzer, que trata sobre las vidas de adolescentes latinos en una colonia de Los Angeles.

En el hoyo obtuvo el premio del jurado en la categoría cine mundial: documentales (o sea, no estadunidenses). De nadie ganó como la favorita del público en el mismo renglón.

Atrás de las jornadas laborales

El documental de Juan Carlos Rulfo cuenta la construcción del segundo piso del Periférico desde el punto de vista de los obreros en lo que fue la magna obra pública mexicana de los últimos años. Siguiendo las jornadas laborales de varios personajes, la película documenta la vida cotidiana -el humor, las penas, el paso de los días y el duro trabajo- de unos cuantos de los obreros casi invisibles que convirtieron los planes de arquitectos e ingenieros en una realidad.

Y ésa es la esencia de esta delicada y cariñosa película: revelar el humanismo detrás de la obra. Rulfo se gana la confianza de sus sujetos -los que cavan los hoyos para echar los cimientos y los que escalan alturas para entrelazar varilla de acero y concreto- mientras intercambian sus experiencias de vida. Aquí cuentan de sus enfrentamientos con la pobreza, con la esperanza, con el amor, desafían sus propios temores y, entre sus cuentos de vida y de muerte, de celebraciones cotidianas -un cumpleaños de uno de los compañeros, por ejemplo-, de repente ofrecen chispas de sabiduría que resultan de sus luchas cotidianas.

De ahí, el documentalista regala a su público revelaciones sobre el México contemporáneo por medio del diálogo con algunos de los millones de anónimos responsables del milagro de que este país no sólo sobreviva de un día para otro, sino demuestra la capacidad para construir con sus manos el futuro. Y también comprueba cómo el humor y el uso del lenguaje es una de las armas más efectivas contra el temor y la desesperación, ante el peligro y la realidad cotidiana. Y cómo la muerte tiene que acompañar la vida, con eso de la leyenda de que cada construcción requiere de un muerto para mantenerse en pie.

Por un lado, el documental garantiza que muchos de los que ahora transitan por las obras sin que se les ocurra que fueron construidas por gente con nombre y apellido ahora conozcan las caras y las manos de algunos de los que dan todo -no tienen de otra- para que los demás tengan donde vivir, y cómo llegar de aquí allá todos los días. Pero por otro, el documental logra divulgar historias personales del México contemporáneo desde abajo, desde "el hoyo", para personalizar lo que sería, sin esta película, una obra anónima más en este país.

El jurado de Sundance reconoció esta extraordinaria labor, y con ello esta película logrará alcanzar a un público mundial.

Rulfo lo que más desea es tener la posibilidad de hacer nuevos documentales, tanto en México como en el mundo, según comentó en entrevista con IndieWire durante su estancia en Sundance, "ya que el mundo necesita documentales hoy día más que nunca. Creo que si puedo lograr eso, tendría el poder para convencer a muchos estadunidenses de que corrieran al presidente Bush y su régimen, como muchos otros regímenes parecidos. Aún creo que hay una esperanza para que perdure el sentido de la justicia. Esperaré ese día igual que esperaba (cuando era joven) la lluvia al mirar el panorama del mundo".

Odisea de un migrante

De nadie, de Dirdamal, ganó la votación de los asistentes a Sundance en la categoría cine mundial: documental, coronando así este primer esfuerzo por el director mexicano, cuya hazaña fílmica fue recién reportada en el suplemento Masiosare de La Jornada ("Retrato de 'los invisibles'", 8 de enero).

Este documental, que sigue la odisea de una inmigrante centroamericana por México rumbo a Estados Unidos, ofrece un retrato vivo de la migración, incluyendo tanto el maltrato e intolerancia de los migrantes en México como el demasiado conocido mundo llamado frontera norte.

Dirdamal, al aceptar el premio, declaró que "hay miles de inmigrantes centroamericanos y mexicanos que son torturados y asesinados. Esto es para ellos; esperemos que ya no suceda mas".

Películas sobre temas de migración tuvieron entre las más destacadas en el Festival de Sundance este año, incluyendo la ganadora del premio principal, God grew tired of us (Dios se cansó de nosotros), entre otras.

En la categoría internacional, el premio a la mejor película dramática extranjera fue para la producción francesa 13 Tzameti, escrita y dirigida por Géla Babluani, en su debut cinematográfico. El premio del público a la mejor producción extranjera fue para No. 2, de Nueva Zelanda, escrita y dirigida por Toa Fraser. El jurado entregó el premio al mejor guión a Hilary Brougher, por el filme Stephanie Daley.

El premio del jurado al mejor corto internacional fue para The natural route, del español Alex Pastor. El Festival de Cine de Sundance proyectó 120 documentales y películas dramáticas, además de 80 cortometrajes, durante 10 días, del 19 al 29 de enero, en la localidad de Park City.

(Con información de Dpa)

 
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