Así, el candidato presidencial de la Alianza por México aceptó de hecho el lastre que para sus aspiraciones representa el predominio de viejos políticos priístas y reconocidos mapaches electorales.

"Los dinosaurios del partido están sentados en la estructura de la campaña", advierte un diputado del PRI que se siente desplazado por la vieja guardia.

Entre los políticos cercanos a Roberto Madrazo, formando una especie de grupo compacto de la campaña que atenderá los problemas operativos, están Manuel Gurría, César Augusto Santiago, Manlio Fabio Beltrones, Sergio Martínez Chavarría, Héctor Hugo Olivares, Javier Oliva Posadas, Enrique Jakcson, Ulises Ruíz y Manuel Andrade.

Las mayoría de ellos han permanecido en la estructura del partido durante muchos años y han sido funcionarios o legisladores.

"El PRI se resiste al cambio y Madrazo no entiende que para ganar la elección necesita presentar una imagen renovada del partido. El problema que tiene es que esos dinos sí saben ganar elecciones", explica un operador cercano al comité de campaña.

Antes de iniciar su trabajo proselitista, Roberto Madrazo presentó a su equipo de campaña que se sumará a la estructura del partido. La mayoría son rancias figuras del priísmo tradicional, salvo algunas caras nuevas.

El primer reto de ese equipo será revertir el mal inicio de la campaña, pues en el último mes, Madrazo cayó al tercer lugar en las preferencias electorales y aumentó significativamente su imagen negativa. "Con ese equipo se ve difícil que convenza", le reviró López-Dóriga al candidato tricolor durante una entrevista televisiva el 24 de enero pasado.

Días antes, el aspirante de la Alianza por México reconoció el handicap en su contra: "En los últimos meses del año pasado tuvimos terribles problemas, los meses más largos de mi vida política fueron noviembre y diciembre, fue una noche eterna, yo sólo esperaba el amanecer del 2006 con la esperanza de que las cosas iban a cambiar", declaró el 20 de enero en Saltillo, Coahuila.

En un intento por conjurar el aciago panorama, Madrazo agregó: "Las cosas difíciles ya las superamos y el PRI está en la mejor posición para ganar, porque ya tocó fondo con todos los ataques que tuvimos. Lo que viene es de aquí para arriba, no hay más para abajo".

Sin embargo, en sus mítines en Ecatepec y en Pachuca, donde los contingentes acarreados se indisciplinaron, prendieron los focos rojos de su nuevo equipo, y mostraron una inusual impericia en los priístas.

"Los operadores de la campaña son muy experimentados, conocen el aparato del partido y cómo usarlo. El problema es que los viejos instrumentos ya no funcionan como antes y las viejas figuras no suman simpatías electorales. El acarreo de gente a los actos de campaña ya no garantiza nada, lo vimos en Pachuca", reconoce un integrante del nuevo equipo.

Por si no bastara, el PRI está atrapado en una lucha interna por las candidaturas federales, tormenta que se avivó al conocerse el convenio electoral con el PVEM, donde se le ceden a este partido 48 candidaturas federales. Muchos excluidos de las listas han amenazado con desertar del partido.

¿El dream team o la pesadilla de Madrazo?

Roberto Madrazo le apostó al aparato partidista y a sus cuadros experimentados "Si no se suma a personas con buena reputación a su campaña vamos a perder", advierte un joven priísta de la capital.

El Comité Nacional de Campaña está integrado por Mariano Palacios Alcocer, presidente nacional del PRI; Jorge Emilio González Martínez, presidente del PVEM; Enrique Jackson; el diputado Manlio Fabio Beltrones y la diputada Mayela Quiroga Tamez (cercana al gobernador Navidad González Parás). No se incluyó a Emilio Chuayfett, líder de los diputados tricolores, que quedó en el Consejo Consultivo para un Gobierno Firme y con Rumbo.

Sin embargo, existe un grupo operativo que atenderá las contingencias de la campaña, integrado por reconocidos madracistas, un miembro de Unidad Democrática (mejor conocido como el Tucom) y algunos jóvenes.

En ese grupo participan Manuel Gurría, ex gobernador tabasqueño, mentor político del candidato y enlace con la familia Hank Rhon; el diputado sonorense Manlio Fabio Beltrones, que brincó del zedillismo al madracismo; Ulises Ruíz, sucesor de José Murat en Oaxaca; César Augusto Santiago, que cuenta con una amplia trayectoria y un prestigio como operador electoral; el senador Enrique Jackson, del Tucom, a quien se propuso para sustituir a Madrazo; Javier Oliva, académico de la UNAM y secretario particular del candidato; Héctor Hugo Olivares, un operador político que lleva lustros en el comité nacional del partido; Sergio Martínez Chavarría, vocero de la Alianza; y el gobernador tabasqueño Manuel Andrade.

En la Coordinación Nacional de Estrategia, encabezada por Manuel Gurría, fueron incluidos dos miembros del Tucom, Diódoro Carrasco, que fue secretario de Gobernación y gobernador de Oaxaca, y Manuel Angel Núñez, ex mandatario de Hidalgo. Beltrones y Jackson encabezarán la negociación y analizarán los perfiles de los candidatos a senadores y diputados que serán palomeados por Madrazo.

En la estructura nacional quedaron Fernando Solís Cámara, ex vocero de Francisco Labastida en 2000, como coordinador de Seguimiento y Evaluación, mientras que Héctor Hugo Olivares es coordinador de Enlace Político.

Jorge Viart Ordóñez, ex directivo de Organización Editorial Mexicana, de los hermanos Vázquez Raña, es el Coordinador Nacional de Comunicación Social. En tanto que la directora de la revista Siempre!, Beatriz Pagés Rebollar es la Coordinadora Nacional de Vinculación Ciudadana. La presidenta de Grupo Imperial y de la Asociación Mexicana Gas Natural, Angélica Fuentes Téllez coordinará la Vinculación Empresarial.

Los legisladores del PVEM, Gloria Lavara Mejía y Arturo Escobar son los encargados de los Encuentros con las Nuevas Generaciones. El responsable de los Encuentros con Universitarios es Gerardo Sosa Castelán, dirigente del PRI en Hidalgo y ex rector de la Universidad de ese estado, líder de la Sosanostra, grupo que controla a los porros universitarios (su primera prueba fue en Pachuca, donde los jóvenes abuchearon a Madrazo).

Bernardo de la Garza, ex aspirante presidencial del PVEM, es el responsable de la Agenda Legislativa. Luis Garrido Irueste es el coordinador de Propaganda, en tanto que el publicista Carlos Alazraki será el responsable de la publicidad.

César Augusto Santiago es el responsable del Plan Nacional Electoral y Carlos Armando Biebrich de la defensa jurídica.

En el Comité Nacional de Campaña se nombraron seis coordinadores regionales y otros 12 más por zona. El ex gobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, Coordinador Nacional de Giras, será responsable de la mayor parte de los zonales.

Los coordinadores regionales son Enrique Jackson, César Camacho ­para las entidades con gobiernos priístas­, José Murat se encargará de los estados perredistas y panistas, y coordinará a Humberto Roque Villanueva, delegado ante la Secretaría de Gobernación y en los estados gobernados por el PAN, y a Fausto Vallejo, ex alcalde de Morelia, responsable de los estados en manos del PRD.

El ex gobernador poblano, Melquíades Morales, atenderá los estados del sur-sureste; el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, los del norte. A José Ramón Martell le corresponden las entidades del centro.

Esos coordinadores regionales y zonales (entre los que destacan los hijos de Héctor Hugo Olivares y de Heladio Ramírez) actuarán como un solo equipo con los 32 delegados estatales del PRI.

El vocero del PRI, Eduardo Andrade, calificó la integración del equipo como "un ejercicio de inclusión y apertura. Todas las corrientes, todas las personalidades se van integrando en un trabajo de conjunto y unificación".

En el equipo de Madrazo se impuso el viejo priísmo (¿hay otro?).

El otro con ese perfil es Jesús Ortega, quien con el comienzo del año y tras su derrota en la contienda del Distrito Federal fue nombrado coordinador general de la campaña. La designación de Ortega fue vista como la principal jugada de la "operación cicatriz", puesto que el apoyo abierto de López Obrador a Marcelo Ebrard lastimó a la mayor parte de las corrientes del PRD.

A los ojos de algunos, el nombramiento de Ortega fue un gesto de reconciliación del candidato con su partido. Otros interpretaron que se trató de una manera de minimizar ­aunque fuera formalmente­ el peso del diputado Manuel Camacho Solís, quien carga con su pasado salinista al igual que buena parte de los ahora colaboradores de López Obrador.

Al menos dos de los miembros del estado mayor lopezobradorista son integrantes del "Grupo Tabasco", es decir, políticos que acompañan a AMLO desde sus tiempos de dirigente estatal: es el caso de Octavio Romero Oropeza, responsable de Asuntos Financieros y de Alberto Pérez Mendoza, al frente de la coordinación de Defensa del Voto.

Aunque no tiene una relación tan vieja con el candidato, el encargado de comunicación, César Yáñez, está cerca de López Obrador desde que éste ocupó la presidencia del PRD. Yáñez había ocupado la misma posición con Porfirio Muñoz Ledo.

El camachismo ha aportado, además de un estratega y un candidato a jefe de Gobierno, a Ignacio Marván Laborde, quien según versiones del equipo de campaña es de "los más escuchados" por el tabasqueño. Marván es un politólogo que siempre ha preferido no brillar en los medios. Un dato escasamente conocido de su biografía es que perteneció, en sus mocedades, al Partido Socialista de los Trabajadores.

Dado a la polémica a diestra y siniestra, el regiomontano Federico Arreola, ex director del diario Milenio, es el encargado de Donativos y Recaudación Voluntaria de Ciudadanos. Arreola fue un personaje muy cercano al malogrado candidato priísta Luis Donaldo Colosio.

Con una relación añosa y conocedor de los circuitos financieros, el economista Rogelio Ramírez de la O es el coordinador del área de Política Económica. Acompañante de López Obrador en las buenas y las malas, siempre muy cercano a él físicamente desde que se incorporó al gobierno del DF, está José María Pérez Gay, escritor y diplomático, además de ex director del Canal 22, quien se responsabiliza de Política Exterior.

En lo que parece el cumplimiento de un compromiso con un grupo de poder local, López Obrador nombró a Francisco Yee responsable de Participación Electoral. Durante el periodo de Leonel Cota al frente del gobierno sudcaliforniano Yee se hizo cargo de las tareas de Seguridad Pública.

En los primeros días de este 2006, López Obrador ratificó en sus cargos a los coordinadores de las Redes Ciudadanas, que son a su vez sus representantes en las entidades respectivas.

Así, la ex priísta y ex directora de El Día, Socorro Díaz Palacios, quedó a cargo de Baja California, Baja California Sur, Colima, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora. El ex consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral, José Agustín Ortiz Pinchetti tiene la misma encomienda en Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y el Distrito Federal.
El ex priísta tabasqueño Adán Augusto López Hernández es el responsable de la coordinación en Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Tabasco.

Rafael Marín Mollinedo, ex funcionario de la Secretaría de Obras del DF, es el coordinador en Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Manuel Camacho, por su parte, sigue al frente de la coordinación en Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

Otro flanco de apoyo al candidato son los intelectuales y figuras públicas que se sumaron como asesores personales del candidato. Son los casos del jurista Juventino Castro y Castro, la escritora Elena Poniatowska, el intelectual Luis Villoro, el ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero y el abogado Javier Quijano.

Las dos campañas

El principal "defecto" del equipo lopezobradorista es, paradójicamente, su principal virtud en términos de pragmatismo electoral. Columnistas y adversarios políticos, e incluso perredistas enojados, han criticado al candidato de la Alianza por el Bien de Todos por haber integrado un equipo básicamente con ex priístas ­buena parte de ellos, además, colaboradores del "innombrable".

La apuesta del candidato, quien no ha respondido a las críticas, parece ser que la incorporación de ex priístas ayudará a terminar de "desfondar" al PRI y atraerá a la mayor parte de los descontentos con la candidatura de Roberto Madrazo.

López Obrador es un convencido de que la elección se ganará con la imagen que los candidatos puedan generar en los medios y con una bien montada red de operación electoral. En el primer espacio (la percepción) compite con el panista Felipe Calderón y en el segundo con el PRI de Roberto Madrazo, el partido que sigue teniendo ­reconocen todos­ el mejor aparato electoral del país.

La preocupación del equipo lopezobradorista parte de que la intención de voto a favor del PRD no es suficiente para ganar los comicios, puesto que el margen ganador lo otorga la candidatura del tabasqueño.

Hace unos meses, en estas páginas, Manuel Camacho decía que el PRD contaba con 18% de las preferencias. Y añadía: "Para ganar necesitamos por lo menos el doble, ese crecimiento no se va a lograr con los viejos métodos. Pero tampoco se va a lograr de manera automática, por decir que uno está en el PRD y otro en una red ciudadana, o donde sea".

Partiendo de esta idea, Camacho abogaba por la "madurez" de los perredistas y los externos, sabidos los conflictos históricos del PRD que con su candidato Cuauhtémoc Cárdenas tuvo siempre dos equipos diferenciados ­y siempre en pugna­ durante las campañas: "Cuesta mucho trabajo (pensar en tal coordinación) pero es perfectamente posible, sobre todo con un criterio: al que no funciona no lo tomas en cuenta y te sigues. Algunos dirán que no están de acuerdo y se quedarán como voces testimoniales, pero dejarán de ser funcionales a un movimiento político... En la medida en que Andrés Manuel siga concibiendo la posibilidad del triunfo, va a contribuir a fortalecer esas mismas posibilidades y a disciplinar los intereses particulares o corporativos", decía Camacho.

A pesar de los escándalos en las elecciones internas del PRD, los lopezobradoristas confían en que el tiempo en que todo mundo sólo piensa en su propia candidatura habrá de pasar pronto y que vendrá la hora en que ya no se desperdiciarán "los limitadísimos recursos económicos en tonterías", como sostenía el ex regente de la ciudad de México.

El nombramiento de Ortega levantó suspicacias sobre el papel que en adelante desempeñaría Manuel Camacho. Tras la primera reunión con Ortega, el ex regente se apresuró a rechazar las versiones que lo hacían distanciado del candidato: "Jesús es muy amigo, además yo veo como una decisión muy acertada que Andrés Manuel lo haya nombrado coordinador de la campaña, de esa manera se ve que quien muestra madurez política, como Jesús Ortega, es reconocido en su esfuerzo; eso no hace sino fortalecer a su equipo".

No obstante, en el equipo de López Obrador son incontables las anécdotas sobre los conflictos entre los camachistas y varios de los colaboradores que no pertenecen a ese grupo. De igual manera, la guerra interna se vive todos los días en los lugares donde coexisten a trompadas las "redes ciudadanas" con los cuadros perredistas.

Porfirio Muñoz Ledo, abucheado en el Zócalo cuando tomó la palabra a instancias del propio López Obrador ­porque el candidato estaba sofocado y Leonel Cota no pudo llegar al mitin contra el desafuero­ lo ha dicho respecto del consejo que elabora el proyecto "Alternativo de Nación": "No se busca la adulación ni el asentimiento automático; por el contrario, pretendemos enfrentar y conciliar perspectivas distintas. Este no es en estricto sentido un grupo de apoyadores, sino de opinadores".

Rosario Marín ­detalló a los presidentes estatales­, es "quien estampaba su firma en los dólares", como secretaria del Tesoro y es de origen mexicano. "¿Imaginan el mensaje que se daría a la ciudadanía?"

Era una noche en medio de la tregua decretada por el IFE y los dos coordinadores de la campaña del michoacano (Vázquez Mota y Juan Camilo Mouriño) presentaron su estrategia a los 32 presidentes de los comités estatales panistas; ahí, según distintas versiones, abordaron temas de la agenda (incluidas las dificultades que puede provocar la participación mexicana en el mundial de futbol de Alemania), de la coordinación con la dirigencia nacional y la estructura de la campaña.

En el organigrama básico, les explicaron, el equipo trabajará en dos pistas:

* La operativa, que coordina Mouriño Terrazo (quien ya coordinó la campaña de Calderón en el proceso interno de selección del candidato) y que estará a cargo de la agenda, comunicación, imagen, investigación, propuesta y las "redes" (la estructura territorial).

* La política, a cargo de Vázquez Mota, quien coordinará las áreas de vinculación con la sociedad, relaciones internacionales, relaciones con partidos políticos.

O dicho de otro modo, se le plantea a uno de los asistentes a la reunión, ella se va a concentrar en las alianzas con las organizaciones.

"Básicamente", concede el panista.

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No deja de llamar la atención que los dos operadores de la campaña de Felipe Calderón, quien como dirigente del PAN acuñó aquella frase de "ganar el gobierno sin perder el partido" y para ganar la candidatura se amarró a su militancia ("soy panista de la época del engrudo"), sean dos panistas de nuevo ingreso y con un perfil empresarial más parecido al de los "neopanistas" que tanto combatieron internamente en las familias tradicionales en las décadas pasadas.

Mouriño nació en Vigo, España, y su familia llegó a México en 1984. Su padre, Manuel Carlos Mouriño Atanes, se asentó en Campeche y en poco tiempo edificó un emporio económico (tiene 38 empresas, entre ellas una red de gasolineras); en 2000 encabezó la agrupación Amigos de Fox en la entidad.

Juan Camilo es economista, egresado de la Universidad de Tampa, Florida, y dueño de una meteórica carrera política: diputado local en 2000 y candidato a la alcaldía de Campeche en 2003, presidió la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados en la 58 legislatura, donde conoció a Felipe Calderón, quien después lo llevó a la Secretaría de Energía como subsecretario de Electricidad. Ahora es integrante de la Comisión Política y de la Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN.

Vázquez Mota también es economista, egresada de la Universidad Iberoamericana, con especialización en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y durante años dio cursos de liderazgo empresarial. Entró al PAN en 2000, como diputada plurinominal, invitada por Carlos Medina. Ahí la conoció también Felipe Calderón, quien primero la nombró coordinadora del área económica, cargo en el que duró dos meses, y luego la propuso como secretaria de Desarrollo Social a Vicente Fox.

Ella misma ha contado su ingreso al PAN como algo lejos de su mente: "¡Qué voy a quedar! ­pensé­ debe haber 50 panistas peleándose por una plurinominal, que han hecho tortas e ido a los mítines de (Manuel) Clouthier". (Milenio Semanal 4/01/2001).

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"Quizá no son elenas poniatowskas, pero igual es mejor, porque las figuras renombradas tienen mucho impacto público y muy pocos amarres verdaderos, que es lo que necesitamos", suelta de botepronto un dirigente panista, puesto frente a la lista de los nueve coordinadores regionales.

Salvo el ex gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, y José González Morfín, coordinador de los diputados panistas, el resto de los coordinadores tienen poca proyección nacional, aunque tienen experiencia.

Es el caso, por ejemplo, del ex alcalde de Mérida y secretario de Desarrollo Social de Yucatán en la actual administración, Xavier Abreu, quien se hará cargo de la región que comprende Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Tabasco. Hijo político del extinto Carlos Castillo Peraza, a Abreu se le atribuyen los resultados de la controvertida elección interna, en la que Calderón aplastó a Santiago Creel con 71% de la votación en la entidad.

O del senador Gerardo Buganza, quien estuvo a punto de derrotar al priísta Fidel Herrera en la batalla por la gubernatura de Veracruz y ahora coordinará la región de Veracruz, Puebla, Chiapas y Oaxaca.

Otro es el caso del empresario Enrique Terrazas, coordinador de la región integrada por Chihuahua, Zacatecas y Durango, cuyo nombramiento obedeció a una propuesta de Francisco Barrio, quien declinó ocupar el cargo.

Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León serán coordinados por el senador Jorge Zermeño, ex candidato a la gubernatura de Coahuila; Alfredo Ling Altamirano, ex líder estatal del PAN en Guanajuato, coordinará Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Querétaro, y la senadora Micaela Aguilar, la zona que incluye el estado de México, Morelos y Guerrero.

El coordinador de enlace nacional de estos operadores será Cuauhtémoc Cardona, ex presidente estatal en Baja California, ex diputado federal y secretario de organización del CEN en la gestión de Calderón.

Para el Distrito Federal se había mencionado a Santiago Creel, pero al final encabezará la lista plurinominal al Senado.

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A Jorge Lara el cargo le duró apenas unas horas. Célebre por haber pagado, junto con Gabriela Cuevas, la fianza a Andrés Manuel López Obrador cuando fue desaforado, Lara fue nombrado coordinador de la región nueve, que comprende al Distrito Federal, Tlaxcala e Hidalgo.

Pero la directiva panista en el DF, que no fue consultada antes de la decisión, simplemente no lo reconoció.

En la tarde del mismo 9 de enero, el diputado local fue retirado de su efímero cargo. Hasta ahora, no se ha nombrado a un nuevo coordinador.

La anécdota ejemplifica de la tensión que han provocado las decisiones de la dirigencia nacional entre los panistas de vieja guardia que han sido desplazados de la campaña.

El Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Manuel Espino ha decidido impulsar las candidaturas externas, pero también ha tenido que ceder espacios al candidato presidencial.

Así, el CEN creó una nueva cartera, la secretaría general adjunta, para darle un espacio a César Nava, uno de los hombres de Calderón.

El diputado federal Germán Martínez, otro de los hombres de Felipe, pasó a ser representante ante el IFE en sustitución de Rogelio Carbajal.

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Josefina Vázquez Mota jura y perjura que no usará la información de Sedeso para la campaña. Después de todo, ella nombró a la mayoría de los actuales delegados de Sedeso, que tienen en su poder los padrones de los beneficiarios de los programas sociales.

Quizá por eso, el nombramiento de Abel Cuevas Melo, ex delegado de la Sedeso y cercano a la ex funcionaria, como coordinador estatal en Veracruz ha provocado suspicacias. Máxime porque Cuevas Melo fue acusado, durante las elecciones de 2004 en Veracruz, de usar programas sociales en favor del entonces candidato del PAN, Gerardo Buganza.

"Josefina no tiene nada que ver con los coordinadores estatales, ellos dependen de Mouriño", aseguran en el PAN, como si se tratara de dos equipos diferentes.