Usted está aquí: sábado 21 de enero de 2006 Opinión Cómo no perder el alma

Gustavo Gordillo de Anda y Lucas Silva Wood

Cómo no perder el alma

1. "Demostraremos que una nación puede volverse más próspera sin perder su alma, que se puede estimular a los que emprenden, y avanzan, pero al mismo tiempo auxiliar a los que se quedan atrás". Esta frase marca en nuestra opinión lo esencial de la estrategia electoral de Michelle Bachelet a lo largo de su campaña política.

2. Como se sabe, con una mayoría algo superior a la que obtuvo el Presidente Ricardo Lagos, Chile colocó un importante sello a su historia republicana. Por primera vez, una mujer será la Presidenta de todos los chilenos, con la serie de implicaciones que este hecho tiene para el país, la gente y la alianza de centroizquierda que la apoya, la Concertación democrática.

3. Todo comienza cuando Michelle Bachelet y su equipo deciden rescatar la simpleza y humanidad como elementos de campaña. Otra forma de liderazgo, más femenino, que no está marcado por quién golpea más fuerte la mesa, sino por quien es capaz de comprender y hacer más amable gobernar. Otra forma de hacer política. Así fue como surgió una candidatura ciudadana, que no enfatizó en las promesas electorales, sino en compromisos con los ciudadano, en un marco de gobierno participativo.

4. Las dudas respecto a su capacidad para gobernar no se hicieron esperar. Pero la fortaleza de su estrategia, y este nuevo estilo de liderazgo, se sobrepusieron, manteniendo la confianza de la ciudadanía y demostrando la efectividad del proyecto. Su carácter y la firmeza de sus convicciones se expresaron cuando se definió a sí misma: Soy socialista, agnóstica, mujer, madre de tres hijos.

5. Es importante destacar que desde hace ya dos elecciones la derecha chilena está intentando llevar a cabo un cambio en la manera de hacer política. Un llamado a votar por personas y no por partidos le ha sumado popularidad a ciertas personalidades, pero no ha sido un argumento suficiente para ganar.

6. Con Michelle Bachelet triunfó una verdadera Coalición. Siendo la política un juego de opciones imperfectas, es preciso contar con las alianzas necesarias para lograr mayorías y garantizar gobernabilidad. Los chilenos creen en las personas, pero más aún, demostraron en esta segunda vuelta que confían en un proyecto de país de izquierda, liderado por una mujer y respaldado por 4 partidos políticos.

7. Cierto es que Chile es uno de los países con mayor desigualdad en la región más desigual del mundo. También es cierto la impresionante reducción de la pobreza que ha logrado Chile en estos años de la Concertación junto a un el incremento sostenido y continuo en el ingreso per cápita. Por esto el centro de la oferta electoral de Bachelet fue la reforma laboral, la reforma del sistema de pensiones y la atención a la educación pre-escolar y de nivel medio. Todo este paquete está encaminado a mantener crecimiento con reducción de la desigualdad.

7. Otro factor de la mayor importancia en los resultados electorales chilenos fue el papel que jugó la alianza extraparlamentaria nucleada alrededor del Partido Comunista y del Partido Humanista. Tomás Hirsch el candidato de esta coalición en la primer vuelta electoral alcanzó el 5.4% de la votación con una estrategia extraordinariamente inteligente que combinó la oposición a la política neoliberal con una clara agenda valórica en defensa de las diversas minorías.

8. El efecto neto de esta estrategia extraparlamentaria fue que permitió a Bachelet ocupar el espacio de centro y centro izquierda que pretendía conquistar el candidato de la derecha. Más importante aún fortaleció a las instituciones republicanas presentándose como una alternativa de izquierda radical dentro de las instituciones que aspira a alcanzar ámbitos de decisión en el Congreso.

9. La experiencia chilena puede arrojarnos lecciones importantes para el proceso electoral mexicano. El dilema central que enfrenta el país es quién puede gobernar con competencia técnica y compromiso democrático. El poder político constituido está suficientemente distribuido como resultado de la transición democrática. La política no es ya en México un juego de suma cero. Es en el interés de todos los actores políticos mantener la institucionalidad democrática aunque pierdan en las elecciones presidenciales. Básicamente porque en el congreso nacional, en las legislaturas estatales, en la gubernaturas y en las presidencias municipales tienen y tendrán expresiones de las distintas corrientes políticas legalmente reconocidas.

10. Si el dilema central es cómo gobernar con competencia técnica y compromiso democrático el verdadero debate es cómo construir una coalición para gobernar y cómo incluir sistémicamente la participación de l@s ciudad@nas. Ambos procesos se hacen através de una nueva política que ponga a los ciudadanos en el centro: que los escuche, que articule sus demandas, que las vincule con la opinión de expertos y técnicos en distintos ámbitos. Se trata de convertir las políticas públicas en un ejercicio interactivo de formación ciudadana. Tal y como lo han hecho los partidos de la Concertación y la presidenta electa de los chilenos, Michelle Bachelet.

11. Se trata, sobre todo, de desplegar un compromiso histórico entre el universo social y político que se ve representado en valor de la libertad y el otro gran conjunto político y social que se ve expresado en el valor de la justicia.

 
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