Usted está aquí: viernes 20 de enero de 2006 Política Desairan gobernadores y acarreados a Madrazo

Llama a contendientes a alejarse de la confrontación

Desairan gobernadores y acarreados a Madrazo

En Ecatepec, 15 mil personas; el PRI esperaba 54 mil

CIRO PEREZ, JAVIER SALINAS Y JUAN BALBOA ENVIADO, CORRESPONSAL Y REPORTERO

La campaña de Roberto Madrazo Pintado difícilmente pudo arrancar en un escenario menos favorable. En Ecatepec, donde se dispusieron más de 42 mil sillas y 12 mil espacios en tribunas, el candidato presidencial del PRI logró reunir apenas a poco más de 15 mil personas, quienes lo esperaron más de cuatro horas para escuchar un discurso que el tabasqueño tuvo que cortar no bien habían pasado 10 minutos, porque los acarreados, aquellos que por decenas de miles llenaron ese mismo escenario para el hoy gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, como ríos humanos buscaron la salida y abandonaron al tabasqueño.

Antes, cuando montó guardia de honor en el busto a Luis Donaldo Colosio en la ciudad de México, un mal presagio adelantaba el destino de la primera jornada.

Con la ausencia de Luis Colosio Fernández y Luis Donaldo Colosio Riojas, padre e hijo del malogrado sonorense, Madrazo se comprometió a realizar una campaña sin confrontaciones estériles, a conducirse con civilidad, madurez y privilegiar propuestas deseables y alcanzables.

El candidato de la alianza PRI-PVEM tuvo otro infortunio, cuando media docena de automovilistas reaccionaron agresivamente al percatarse de su presencia en la avenida Reforma de la ciudad de México. Algunos le gritaron "¡mentiroso!", otros más le desearon "mala suerte", pero dos conductores le lanzaron denuestos.

Frente al busto de Colosio, el candidato de la Alianza por México dio a conocer dos temas medulares de su campaña: "Lograr el crecimiento del país, para que podamos tener empleos, que hoy es una de las demandas más fuertes en todo México, y lograr la igualdad para, con ese crecimiento, tener un país competitivo".

Poco antes, Madrazo privilegió la unidad de su partido al reunirse muy temprano en un hotel de la capital del país con gobernadores del tricolor, y aun en este selecto grupo hubo ausencias, como la esperada del sonorense Eduardo Bours, la sorpresiva del oaxaqueño Ulises Ruiz y la del nayarita Ney González, quien desde el inicio de su gestión adelantó que no participaría en actos priístas, sin negar con esto su apoyo al partido y a su candidato.

También faltaron Fidel Herrera, gobernador de Veracruz; Eugenio Hernández, de Tamaulipas, y Humberto Moreira, de Coahuila, quien no ha definido si como maestro apoyará a Elba Esther Gordillo. En total asistieron sólo 11 de 17.

En la reunión les informó que la víspera había enviado una misiva a sus cuatro contrincantes políticos en la que los convoca a alejarse de la confrontación para tener un punto de encuentro en torno a propuestas por el bien del país.

Madrazo envió un texto idéntico y personalizado a Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia); a Felipe Calderón Hinojosa, del PAN; a Patricia Mercado, de Alternativa, y a Roberto Campa Cifrián, de Nueva Alianza.

Horas después, en Ecatepec, que por sí solo representa un millón de votantes, Madrazo retomó los temas que articularán su discurso: "Vamos a ganar las elecciones porque no queremos radicalismo en materia económica, que crea desempleo, marginación y pobreza, ni radicalismo social, que sólo genera despilfarro y dispendio de los recursos públicos". Muchos ya no escucharon la frase porque iban en camino hacia los cientos de autobuses en los que fueron conducidos al acto.

De poco sirvió para retener a la audiencia que Madrazo hubiera recorrido buena parte del sillerío para saludar de mano a decenas de participantes; tampoco la entrega de gorras, camisetas y cajas enteras de agua embotellada.

En su breve discurso, Madrazo alcanzó a decir: "Hoy estamos en la batalla decisiva, la que habrá de devolver a los mexicanos marginados, ofendidos y humillados, la dignidad que sólo el trabajo puede dar y es la lucha de la Alianza por México".

Cada vez con mayor dificultad, quizá por la polvareda que no dejó de levantarse ni un segundo y cubrió de pies a cabeza a todos los congregados, el tabasqueño expuso que sólo en el estado de México van a votar 8 millones de electores y en Ecatepec hay 3 millones, "con lo que vamos a ganar la elección", aunque cometió un error en esta última cifra, pues en el municipio sí habitan 3 millones de personas pero sólo una tercera parte vota.

Madrazo arribó a este punto a bordo de un helicóptero Bell Longranger, de cuatro plazas, y de manera cordial respondió las interrogantes de los reporteros. Ante ellos dijo que inició su campaña en Ecatepec porque es un municipio que concentra una gran pobreza, que obliga a migrar a sus habitantes por falta de ofertas de empleo. Interrogado sobre el boicot que cinco corrientes de origen priísta preparan contra su campaña, expuso que "todo eso quedó en 2005, este es un año diferente y vamos para adelante".

Lo mismo respondió respecto a las encuestas que lo colocan en tercer lugar. "Son fotografías del momento, nosotros estamos en empate técnico en el segundo lugar y vamos creciendo". Esto respondía Madrazo cuando sobrevolaba el lugar un segundo helicóptero, éste más grande, más nuevo y más lujoso, que transportaba al ex secretario de Gobierno mexiquense y cercano colaborador del ex gobernador Arturo Montiel Rojas, a quien la justicia investiga por sospechas de enriquecimiento ilícito.

Todo empezó a sillazos

Priístas de Ecatepec y Nezahualcóyotl sacaron a relucir sus diferencias y protagonizaron un riña a golpes y sillazos poco antes de que Madrazo arribara a su acto de arranque de campaña.

Desde las 7 de la mañana decenas de contingentes de diversas zonas fueron congregados en el campo deportivo del Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec para el mitin. La mayoría de lugares, de frente al escenario principal, fueron ocupados por priístas de Ecatepec.

La riña se suscitó a las 11 de la mañana, casi una hora antes de que Madrazo arribara al lugar. Unos 40 militantes del tricolor de Nezahualcóyotl, que llegaron tarde al acto, pretendían pasar a la parte delantera para estar cerca del templete.

Uno lanzó una botella de agua y empujó a una mujer que hacía valla; los de Ecatepec respondieron a golpes al agresor, lo que desató la riña campal en la que participaron unas 70 personas.

Ambos bandos destrozaron algunas sillas. Sólo un militante resultó con lesiones leves. Las cosas no pasaron a mayores debido a la intervención de los organizadores del acto.

Madrazo encabezó su segundo acto de campaña en Izúcar de Matamoros, municipio de Puebla, donde los organizadores reunieron a unos 10 mil simpatizantes, cuando la dirigencia estatal del PRI planeaba juntar 25 mil.

El ex presidente nacional del PRI, que inició el mitin con una hora de retraso, estuvo acompañado por Rosario Green, secretaria general del tricolor, ex gobernadores del estado, diputados locales y federales y senadores. El mandatario estatal, Mario Marín Torres, no asistió.

Madrazo se dijo confiado en ganar la elección presidencial, pese a que todas las encuestas lo colocan en tercer lugar, después de Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón. "La madre de todas las encuestas es la del 2 de julio", expresó.

El priísta se comprometió a trabajar en favor del desarrollo del campo, a promover proyectos que generen empleo y evitar que siga creciendo el número de migrantes que van a Estados Unidos. Aseguró que fue a Puebla porque le ha dado a México un país de instituciones.

Con información de La Jornada de Oriente

 
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