Usted está aquí: viernes 20 de enero de 2006 Opinión El elector

Luis Javier Garrido

El elector

La campaña presidencial de 2006 se ha iniciado en México y está evidenciando lo que ya se sabía: que los grupos oligárquicos que han prevalecido sobre los mexicanos, gracias a la imposición del proyecto neoliberal, no están dispuestos a dejarse arrebatar el poder.

1. La campaña electoral de 2006 se inició formal y legalmente anteayer (18 de enero de 2006), luego de "la tregua" decretada por el IFE, bajo un doble signo: el primero es que Andrés Manuel López Obrador (candidato del PRD y de la Alianza Por el Bien de Todos) se halla muy por encima de sus dos adversarios en todas las encuestas, incluyendo la de Consulta Mitofsky-Televisa, que el miércoles le daba 39 por ciento de los votos, contra 31 de Felipe Calderón y 29 de Madrazo, y el segundo, que como casi todos los medios han denunciado, Vicente Fox está orquestando desde Los Pinos, de manera febril, una ilegal campaña para imponer a Felipe Calderón.

2. El activismo de Fox tratando de levantar al abanderado panista, utilizando para ello todos los medios del Estado, y que ha traído gran cantidad de artículos en la prensa escrita, es de enorme gravedad, pues evidencia no nada más la enorme impunidad que tiene en México el Ejecutivo para violar la ley, sino que afecta gravemente la legalidad del proceso electoral, al poner de manifiesto que en México poco ha cambiado, ya que los presidentes siguen por sobre la Constitución buscando imponer a su sucesor, lo que deja además a Felipe en el poco grato rol de ser "el candidato oficial", y al IFE en un papel de comparsa al tolerar una burda manipulación del proceso electoral.

3. Los presidentes mexicanos tuvieron en el pasado, durante los años de dominación priísta, la perenne tentación de imponer a su sucesor por la doble vía tanto a) de imponer su favorito al PRI, como b) de manipular en forma fraudulenta el proceso electoral, en la que fue considerada como la facultad metaconstitucional de ellos de imponer a su sucesor, la que desde luego nunca fue absoluta, pues todos los presidentes de la República encontraron siempre limitaciones y vetos. Y Fox, que en estos cinco años ha sido tan priísta como todos los priístas, está haciendo exactamente lo mismo, no obstante que fracasó en 2004 en su intentona de inhabilitar a López Obrador y en 2005 en su pretensión de imponer a Creel como candidato de Acción Nacional.

4. La ilegal "tregua" decidida por las cúpulas del PAN y del PRI, es decir, por un acuerdo más de Fox con Salinas, e instrumentada con docilidad por el IFE, buscaba frenar el paso de López Obrador y permitir a los candidatos del PRI y del PAN acortar la ventaja que les lleva, pero quien más se aprovechó de ella fue el propio Fox, quien desarrolló en los medios una desenfrenada campaña con todos los recursos propagandísticos a su alcance, y en especial con la complicidad de varios medios de radio y televisión, como en la época dorada del PRI, en un intento por hacerle perder credibilidad al candidato de la Alianza Por el Bien de Todos y tratar de sentar en la silla presidencial a Felipe: el único que puede cuidarle las espaldas por las tropelías y delitos que ha cometido y que puede además seguir protegiendo los intereses económicos que lo financiaron en 2000 y que, en nombre del neoliberalismo, ya están atrás del candidato panista.

5. Fox no sólo emula y supera a los peores presidentes priístas por su corrupción, sino por el abuso del poder, y en éste, su último año en Los Pinos, él y su esposa se están exhibiendo en toda su venalidad. La tesis sobre "el cambio" que buscaron imponer no por la vía de los actos de gobierno, sino por la propaganda, se ha caído también a la hora de la sucesión.

6. La injerencia ilegal del gobierno foxista en el proceso electoral de 2006 se está multiplicando, como en los años del PRI, poniendo todos los recursos estatales -financieros, humanos, logísticos y de información- al servicio del candidato de Acción Nacional: desde los programas de asistencia social hasta los portales en Internet de Los Pinos. Y, desde luego, con el desenfrenado activismo de Fox, que todos los días en actos de gobierno, discursos y declaraciones hace abierto proselitismo por Calderón y busca descalificar a quien encabeza las encuestas en actitud similar a la que él mismo criticó hace seis años en Zedillo (Proceso 1524), sin importarle llegar al ridículo como cuando en días pasados anunció, casi al final de su sexenio, un programa de apoyo a las personas mayores.

7. El papel de algunos medios masivos de comunicación, y en particular de varias corporaciones radiofónicas y del consorcio Televisa, que por las prebendas recibidas de Fox han actuado en este sexenio como voceros gubernamentales, está contribuyendo también a llevar a la ilegalidad el proceso electoral, sin importar a estas empresas el descrédito en el que se hallan. Al igual que hace un año con la campaña por "el desafuero", varias corporaciones siguen violentando la legalidad electoral ante la impasividad del IFE, y eso cuando aún faltan casi seis meses para la jornada electoral, pues parecen empeñadas en desinformar sobre lo que acontece, lo que se ve complementado por el descomunal presupuesto propagandístico de Los Pinos que ahora se utiliza en publicidad electoral pagada muy mal disfrazada.

8 . El IFE, que encubrió a Fox por el financiamiento ilegal de su campaña en 2000, no ha hecho en este proceso más que hundirse también en el descrédito, pues estableció la que con vocabulario militar llamó "tregua" (11 de diciembre al 18 de enero), a sabiendas de que no tiene facultades para legislar, y ahora no actúa cuando es su obligación hacerlo. Ante el escándalo que ya crecía, a finales de año se limitó a pedir a Fox "prudencia y discreción" (26 de noviembre), pero ahora ha guardado un silencio cómplice.

9. Las elecciones no son en los países dominados por el capitalismo neoliberal procesos democráticos porque sus mecanismos se hallan bajo el control de unos cuantos, pero en el México de 2006 se han abierto ya espacios suficientes para que la voluntad de las mayorías pueda imponerse a quienes buscan seguir manipulando la vida pública para hacer prevalecer unos cuantos intereses sobre los derechos de los mexicanos.

10. Los grupos oligárquicos que se han apoderado del Estado anuncian con Fox que la campaña será sucia y que así van a imponerse, pero parecen minimizar la voluntad y el empeño de amplios sectores que no están dispuestos a permitírselo, por lo que los próximos seis meses van a ser muy difíciles.

 
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