Usted está aquí: viernes 20 de enero de 2006 Cultura Complicada maniobra para elevar a la virgen en Catedral

Más de cuatro horas duró la operación para emplazar al óleo monumental

Complicada maniobra para elevar a la virgen en Catedral

Forma parte del Retablo de los Reyes, cuya restauración concluirá este año, adelanta experta

La Adoración de los Reyes, siguiente obra que será sometida a rehabilitación integral

ANA MONICA RODRIGUEZ

Entre el olor del incienso y la penumbra matutina en el interior de la Catedral Metropolitana fue emplazado ayer el óleo La Asunción de la Virgen en la parte superior del Retablo de los Reyes, tras cuatro meses de restauración realizada por el equipo que dirige Lucía Dolores Macías García.

Desde temprana hora, trabajadores y especialistas adscritos a la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes comenzaron los preparativos para regresar a su sitio original la pintura de seis metros por 2.55, creada en el siglo XVII por Juan Rodríguez Juárez, de quien apareció la firma cuando se limpiaron y eliminaron los barnices oxidados en el cuadro.

Aunque no se veía el nombre del autor en la obra, precisó Macías García, ya estaba identificada por algunos historiadores quienes hallaron los contratos para la realización de estas pinturas, tanto para La Asunción de la Virgen como para el de La Adoración de los Reyes -ambas colocadas al centro o calle central del retablo.

El andamio que se colocó para realizar los trabajos de conservación y restauración en el Retablo de los Reyes fue reajustado para subir la pintura, además de que se retiraron diversos alambres para despejar el área, y mediante una garrucha metálica con una gran cadena colocaron el monumental óleo en su lugar original -precisamente arriba del de La Adoración de los Reyes- que quedó sujeto en sus seis puntos de unión en la parte posterior del retablo.

Limpieza, resanes y entelado

El mundo celestial plasmado con la Virgen María subiendo al cielo con una corte de ángeles, los apóstoles Pedro y Juan -el más joven-, además de Magdalena, es la escena representada por Rodríguez Juárez y que ''tenía un proceso de deterioro muy avanzado", dijo la restauradora, quien dirigió el emplazamiento de la obra, proceso que duró más de cuatro horas.

Entre los detalles de conservación, abundó Lucía Macías, ''se le puso un entelado nuevo, se recuperó la capa pictórica, se hizo una limpieza química con solventes previamente estudiados; también fueron eliminados los barnices oxidados y se resanaron algunas partes".

También, agregó la especialista, se reintegró el color con una técnica que se basa en líneas verticales muy delgadas, para lograr la calidad cromática requerida, y finalmente se aplicó barniz de protección con base en resinas naturales para dar a la pieza un acabado semimate.

Los trabajos de conservación del Retablo de los Reyes están incluidos en el programa de rehabilitación integral del recinto religioso emprendido desde hace cinco años, con lo cual para finales de 2006 la obra recuperará su esplendor.

Restauración in situ

La otra pintura del retablo, La Adoración de los Reyes, también será restaurada, y a decir de Lucía Macías, ''se podría trabajar con ella en el lugar en que se ubica, aunque eso se determinará con estudios minuciosos de laboratorio que revelarán sus necesidades de conservación".

En caso de que el entelado de esa obra se encuentre en buenas condiciones, agregó, no será necesario bajarlo y trabajaremos en la restauración desde su ubicación original.

La restauración del Retablo de los Reyes de la Catedral Metropolitana, cuyo financiamiento fue sufragado por los gobiernos de España y México, concluirá tras la consolidación del resane, la reintegración del dorado y la intervención en las esculturas de reyes, ángeles y querubines.

 
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