Partidos uribistas expulsan a candidatos al Congreso
Paramilitares y narcos, en campaña electoral en Colombia
Santafe de Bogotá, 18 de enero. La influencia de jefes paramilitares y narcotraficantes en la campaña electoral colombiana volvió a quedar en evidencia tras la "purga" interna realizada por algunos partidos y movimientos contra cinco reconocidos dirigentes políticos de varios departamentos del país. Todos los expulsados pertenecían a grupos que apoyan el presidente Alvaro Uribe.
El Partido de la U y el movimiento Cambio Radical excluyeron de sus listas a cinco aspirantes al Congreso, en medio de un vendaval de denuncias sobre sus vínculos con paramilitares que actualmente negocian su desmovilización con el gobierno.
Políticos de oposición, e incluso reconocidos líderes del uribismo, venían denunciado en las últimas semanas que el clima electoral se ha enrarecido con la presencia de abultadas sumas de dinero provenientes de la alianza entre narcos y paramilitares.
Asimismo, revelaron que los paras ejercen presión armada sobre los electores e impiden a candidatos de oposición hacer proselitismo en amplias zonas del territorio nacional, especialmente en la costa caribe.
La Casa de Nariño, sede de gobierno, confirmó a medios locales que tenía noticias de una tumultuosa reunión de aspirantes al Congreso celebrada a comienzos de diciembre en una lujosa finca en la costa norte, en la cual el jefe paramilitar Jorge 40 delineó la estrategia electoral, designado los candidatos al Senado y la Cámara de Representantes, para los comicios legislativos de abril. Un mes después se celebrarán las elecciones presidenciales, para las cuales se postuló el actual mandatario.
No es primera vez que se conocen noticias de la influencia de los paramilitares en la política colombiana. En marzo de 2002, el máximo jefe paramilitar del país, Salvatore Mancusso, aseguró que su organización había logrado 35 por ciento de las curules del Congreso que se posesionaba en ese momento para el cuatrienio 2002-2006.
En la denominada "purga uribista" quedaron fuera de la contienda electoral varios "pesos pesados" como el actual legislador Jorge Caballero, quien obtuvo hace cuatro años la mas alta votación en el departamento del Magdalena.
También cayeron Luis Vives, miembro de una de las familias mas tradicionales del mismo departamento; Jorge Castro, designado por Jorge 40 para encabezar la mayor votación en la costa caribe; Dieb Moloof, actual senador, elegido con los votos de regiones dominadas por los paras, y Habib Merheg, quien está involucrado en una investigación sobre lavado de dinero.
Dos de los expulsados sostuvieron en la semana un agudo enfrentamiento en presencia del presidente Uribe, quien tuvo que intervenir para evitar hechos de violencia e informar posteriormente a la fiscalía sobre las mutuas acusaciones de paramilitarismo que se hicieron los dirigentes políticos.
Analistas políticos y voceros de partidos de oposición advirtieron que la salida de los cinco dirigentes del uribismo podría desencadenar una oleada de purgas en otros partidos y movimientos, pues excluyendo a los partidos de izquierda, principales objetivos militares de los paramilitares, "no hay fuerza política colombiana que no esté contaminada de la influencia para".
Según Carlos Lozano, dirigente de la izquierdista Alternativa Democrática, "los cinco expulsados de las filas uribistas son apenas la punta de un enorme iceberg, del cual hacen parte también los partidos Liberal y Conservador".
Candidata secuestrada
Entre tanto, el escenario electoral también se agitó tras el anuncio del esposo de Ingrid Betancourt, plagiada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia hace cuatro años, de que la postulará candidata a la elección presidencial de mayo.
La dirigente del Partido Oxígeno Verde cayó en poder de la guerrilla cuando realizaba acciones proselitistas en Caquetá, sur del país, durante la anterior campaña que dio el triunfo a Alvaro Uribe.