Usted está aquí: lunes 16 de enero de 2006 Sociedad y Justicia Egresaron de la UNAM y ahora son científicos exitosos... en el extranjero

Especialistas de renombre lamentan la falta de recursos y oportunidades en México

Egresaron de la UNAM y ahora son científicos exitosos... en el extranjero

Otros países capitalizaron su talento desde recién graduados; trabajan en institutos de vanguardia

KARINA AVILES

Se graduaron de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero al no encontrar espacios para desarrollarse en las áreas de su interés ni la estabilidad económica que les permitiera avanzar en sus actividades científicas, debieron buscar en una nación extranjera las oportunidades de las que carecían en su país. Hoy, a años de distancia, son reconocidos científicos a escala mundial, pero algunos aún no pueden regresar por los mismos motivos que los indujeron a emigrar.

El doctor Carlos Frenk es el segundo cosmólogo más citado del mundo en la última década; el doctor César Sepúlveda es uno de los físicos que participaron en el diseño y la construcción del Sojourner, el primer vehículo-robot que descendió en Marte y logró desplazarse de un lugar a otro; el doctor Mauricio Montal ha realizado importantes aportaciones que permiten entender procesos de patologías, como la muerte neuronal, y el trabajo del doctor Jorge Gómez del Campo ha tenido alto impacto internacional en las áreas de la física nuclear y atómica.

Se fueron y tal vez no regresen. A algunos les gustaría hacerlo, pero ya lo ven más bien como un "sueño"; otros señalan que "nunca" se les ha presentado una buena oportunidad para volver. Lo cierto es que ya hicieron su vida en el extranjero. Sin embargo, como advierte Mauricio Montal, ''la tranquilidad y el bienestar que ofrece residir y desempeñar el trabajo profesional en el país natal no son fáciles de remplazar. La satisfacción de influir en la independencia y el desarrollo de tu propio país es insustituible".

En un cuestionario enviado vía electrónica a los países donde laboran, los científicos rememoran sus inicios, destacan la importancia que tuvo la máxima casa de estudios en su formación, hablan de su salida de México, del trabajo realizado, y hacen propuestas para evitar la fuga de cerebros.

El ojo que inspeccionó Marte

Al terminar la carrera de física en la UNAM, César Sepúlveda ingresó al Centro de Investigaciones en Optica (Colegio de Graduados de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos) para realizar la maestría y, posteriormente, el doctorado.

En ese entonces, en los años 70, apenas comenzaba a desarrollarse en México el campo de la óptica. Pero al concluir sus estudios doctorales, se le presentó una oportunidad para trabajar en Estados Unidos por un verano, la cual tomó en razón de que ''no había posibilidades de mi especialidad'' en el país.

La breve estancia después se convertiría en toda una vida de trabajo. En el Laboratorio de Propulsión a Chorro, dependencia de la NASA administrada por el Instituto Tecnológico de California, el científico ha pasado sus últimos 25 años diseñando instrumentos ópticos, como telescopios, cámaras y espectrógrafos para sondas espaciales.

El excelente desempeño de su actividad científica lo llevó a formar parte del equipo que diseñó el primer vehículo-robot que aterrizó en el planeta rojo, el cual pudo desplazarse por la superficie y recabar datos. Con el trabajo particular de Sepúlveda, que consistió ''en el diseño y la construcción de las cámaras del carrito'' -como él dice-, se obtuvieron las imágenes que han dado vuelta al mundo sobre el terreno circundante de Marte.

El científico expresa que la preparación que recibió en la UNAM no sólo fue igual, sino en algunos casos superior a la de sus compañeros del centro de investigación citado. Sin embargo, añade, "no existe una industria aeroespacial en México que me permita hacer uso de mi entrenamiento en el diseño de instrumentos para sondas planetarias, aunque he comenzado a ponerme en contacto con mis colegas en el Instituto de Astronomía de la UNAM con motivo de colaborar en el diseño de instrumentos para los telescopios del Observatorio de San Pedro Mártir, en Baja California".

Atisbar el universo desde GB

Carlos Frenk, director del Instituto de Cosmología Computacional en Inglaterra, cuenta que al terminar su doctorado en la Universidad de Cambridge envió solicitudes de trabajo a universidades de varios países, en respuesta a anuncios de puestos vacantes.

Era 1981. ''México pasaba por una crisis económica; las oportunidades y los recursos para la investigación básica eran limitados". Frenk recibió ofertas de empleo en otros países. Laboró tres años en Estados Unidos y ya lleva 21 de actividad científica en el Reino Unido.

En realidad, afirma, ''nunca se me presentó una buena oportunidad para regresar a México'', aunque indica que en esto también influyeron razones personales.

Después de 30 años de estar fuera, ''volver a México no es una proposición práctica para mí. Sin embargo, tengo muchos contactos con colegas mexicanos y viajo a México regularmente para dar seminarios y participar en diversas actividades científicas. La astronomía es una de las áreas de mayor prestigio en nuestro país".

Carlos Frenk es uno de los postulantes de la "teoría cosmológica de materia oscura fría", la cual propone que la materia oscura ''consiste en cierto tipo de partículas elementales y la estructura cósmica se originó a partir de fluctuaciones cuánticas creadas inmediatamente después del Big Bang, que han evolucionado a través de la interacción gravitacional asociada con la materia oscura. Esta teoría es aceptada hoy como el modelo cosmológico estándar", explica.

Sus aportaciones en el área de la cosmología, particularmente en el origen de la estructura del universo en gran escala y la formación de galaxias, han tenido importantes repercusiones tanto a nivel profesional como de reconocimiento.

En 2004 Carlos Frenk fue elegido miembro de la Real Sociedad, el más alto honor científico en el Reino Unido. Sus trabajos tienen más de 21 mil 500 citas, lo que lo convierte en el segundo astrónomo más citado en el mundo en la última década.

A 30 años de haberse graduado de físico en la UNAM, recuerda que le ha sido de ''utilidad especial" el enfoque sobre el estudio de esta rama de la ciencia que recibió de la universidad.

Proteínas y neuronas

Mauricio Montal es egresado de medicina de la UNAM, con estudios de posdoctorado en instituciones de Estados Unidos. Regresó a México y se incorporó al departamento de bioquímica del Centro de Investigación y Estudios Avanzandos del IPN durante seis años, etapa que considera "una de las más creativas" de su carrera.

"En esos momentos ya había incertidumbre con el cambio de gobierno, con un cambio radical en la filosofía del apoyo a la ciencia fundamental, rumores de 'ciencia aplicada para el beneficio de nuestro país'. Dadas las circunstancias, varios científicos como yo, con familias jóvenes, nos enfrentamos a la necesidad de planear el desarrollo de nuestra actividad científica en un ámbito estable, tanto político como económico, y conducente a la creatividad.

"La falta de apreciación de tradición científica, en el sentido de que la ciencia es un proceso con metas a largo plazo que requiere continuidad de apoyo, y las fluctuaciones en lo que se valoraba como ciencia 'buena' o 'mala', fueron componentes que generaron mucha intranquilidad", recuerda.

Desde 1976 a la fecha ha sido profesor en la Universidad de California en San Diego. Su trabajo de investigación, explica, ''ha estado dominado por un enfoque reduccionista: entender procesos biológicos fundamentales estudiando las proteínas de las membranas causantes de dichos procesos, notable entre éstos la excitabilidad eléctrica, la transmisión sináptica, la transducción de energía en fotosíntesis y la muerte neuronal...

"El enfoque reduccionista nos permitió formular una hipótesis sobre el plegamiento de proteínas que constituye un área teórica, cuyo impacto está en crecimiento exponencial. También nos llevó a la clonación de canales y de receptores de cerebro humano, lo que permitió realizar un ensayo funcional para descubrir bloqueadores específicos con actividad neuroprotectora", precisa.

Connotado físico

Para Jorge Gómez del Campo fue muy importante la formación en física nuclear experimental que recibió en el Instituto de Física de la UNAM. Cuando elaboró su tesis doctoral, comenzó una nueva línea de investigación de física nuclear con iones pesados, área en la que el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, en Estados Unidos, era el líder mundial en ese momento.

En enero de 1975 se incorporó como investigador permanente en la división de física del laboratorio y ha sido profesor e investigador visitante en universidades de Francia, Italia, Alemania y de su propio país.

El científico observa que en México se invierte mucho en preparar a la gente y luego no se puede "usar", lo cual no tiene sentido.

Vaivenes de la ciencia mexicana

Mauricio Montal considera que, para evitar fuga de cerebros, México necesita persistir en su esfuerzo de mantener un ambiente que fomente la excelencia y la independencia, así como generar los recursos necesarios para la continuidad de apoyo a sus investigadores.

El proceso científico, enfatiza, no puede estar sujeto a los cambios de gobierno: ''La identidad del científico mexicano se arraigará cuando ese ámbito sea compatible con el desarrollo del individuo y de la comunidad científica".

 
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