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ALGO MAS QUE UNA LAGUNA VERDE 16 de enero de 2006
Contratada por el gobierno federal, la trasnacional General Electric comenzó a evaluar la posibilidad de aumentar, hasta en 20 por ciento respecto al nivel actual, la capacidad de generación de Laguna Verde. La opción nuclear ha reaparecido ante los altos precios de otros combustibles usados para generar electricidad. Mientras, un sector mayoritario de la población tiene escasa información sobre este tipo de procesos.

Ronald Buchanan

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LA OPCION ATOMICA

Mientras gobiernos y líderes políticos de varios países proponen un renacimiento de la energía nuclear, la opinión pública va en contra.

La advertencia no proviene de ninguna organización ambientalista, sino de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), con sede en Viena.

En los 18 países que participaron en un estudio de la AIEA, una mayoría absoluta de los ciudadanos de sólo uno ­Corea del Sur­ se mostró en favor de la opción nuclear.

México era uno de los países estudiados, y los resultados fueron muy interesantes para ambos bandos.

A la pregunta: "¿Piensas que la energía nuclear es segura y que se deben construir nuevas plantas?" 32 por ciento de los mexicanos entrevistados respondieron "sí" y 28 por ciento dijeron "no".

Después los entrevistadores explicaron el argumento en favor de la energía atómica como forma de contener el calentamiento global. Volvieron a hacer la misma pregunta. Los del "sí" aumentaron a 46 por ciento.

Por supuesto, en un país donde muy pocos debaten la opción nuclear, y en un sondeo que omitió el mismo experimento con un argumento en contra, no hay que confiar demasiado en los resultados. Sin embargo, el ejercicio prueba que los mexicanos están abiertos a los razonamientos de las partes en disputa.

Por lo pronto, los analistas de la CFE y la Sener consideran la construcción de plantas nucleares como posible opción frente a los altos precios del gas ­el combustible de preferencia en la mayoría de las plantas eléctricas en construcción o en proyecto­ y las restricciones en su suministro. Hoy todas las importaciones de gas provienen de Estados Unidos, que podría tener problemas de suministro en un futuro no muy lejano.

De hecho ya se tomaron medidas para diversificar las fuentes de energía. Salvo los proyectos para emplear el viento y la geotermia, los demás han suscitado por lo menos alguna controversia: las plantas de gas licuado natural que se construyen en Baja California y Tamaulipas (una tercera se proyecta para Colima), las presas hidroeléctricas (notoriamente ha sido disputado el proyecto de La Parota, en Guerrero), y la carboeléctrica de 700 megavatios (MV) próximamente a ser construida cerca de las existentes de Petacalco (2 mil 100 MW en conjunto, con la opción de trabajar con combustóleo).

Para las plantas grandes, las alternativas al gas se reducen a tres: petróleo (crudo o en combustóleo), carbón y nuclear. Las de petróleo han sido las más contaminantes, aunque ya existe tecnología ­muy cara­ para hacerlas más limpias. Las de carbón también son más limpias ahora.

México, sin embargo, carece de reservas suficientes, en cantidad y calidad ni siquiera para las dos carboeléctricas en Coahuila, mucho menos para Petacalco y la nueva.

Proceda o no la opción de construir otra o más nucleoeléctricas, será una decisión netamente política. Demasiado importante, sin embargo, para que la tomen sólo los políticos.

Lo que se requiere es una comisión para estudiar las opciones y exponerlas al público y al gobierno. Una comisión, no de funcionarios sino de especialistas independientes y representantes de la población en general. Algo así, por cierto, como lo que propuso el presidente Fox en su decálogo del año pasado. Nada más no parece sensato §

RB

Suele ocurrir. Cuando las empresas estatales deben anunciar el otorgamiento de contratos de gran interés público, muchas veces dejan la tarea en manos de las empresas extranjeras que los ganan.

Así fue que, mientras los funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) preparaban sus globos para enviarlos a los Reyes Magos, GE Energy, filial de la estadunidense General Electric, anunció que había ganado un contrato relacionado con la aún controvertida central nuclear de Laguna Verde, Veracruz.

GE, empresa que construyó ambos reactores de Laguna Verde ­su capacidad de generación conjunta es de mil 365 megavatios­ dijo que había ganado un contrato para hacer un estudio de la seguridad de la planta con vistas a rehabilitarla y modernizarla, además de analizar la factibilidad de aumentar su capacidad en 20 por ciento.

No necesariamente habría aumento, porque el estudio todavía tendría que ser sometido a la Secretaría de Energía para la aprobación de sus autoridades nucleares. Según un portavoz de la firma estadunidense, "GE evaluará la capacidad del sistema de suministro de vapor nuclear para poder acomodar un aumento en la capacidad y preparan la extensa documentación que necesitará la CFE para la solicitud de licencia que tiene que someter a la autoridad regulatoria mexicana".

Parece, entonces, que el proceso será tardado y, dada la cercanía de las elecciones del 2 de julio, tal vez la decisión final tendrá que ser tomada por el próximo gobierno. No debe olvidarse que la energía nuclear mueve a fuertes críticas entre muchos sectores en el país.

Desde su arranque ­1990 en el caso del primer reactor, 1995 el segundo­ Laguna Verde ha enfrentado duras críticas que se intensificaron después del histórico accidente de Chernobil (Ucrania, antigua Unión Soviética) en abril de 1986, que mandó al congelador casi todos los proyectos atómicos de los países occidentales (aunque no de los orientales).

Unicamente ahora, casi una década después, Estados Unidos y Reino Unido han vuelto a considerar la posibilidad de sostener una parte importante de su generación de electricidad en la energía nuclear.

Argumentan los proponentes de la opción nuclear, como el primer ministro británico, Tony Blair, que a partir de Chernobyl y el accidente de Three Mile Island, Estados Unidos, que lo anticipó, no ha habido en todo el mundo un solo percance de importancia atribuible a una planta nuclear. La trayectoria de otras fuentes de energía ha sido mucho peor en cuestiones de seguridad, explican.

En eso sí tienen razón. El tristemente célebre desastre de San Juanico, causado por una explosión de gas LP, cobró casi 10 veces más vidas que Chernobil, aunque su impacto subsecuente sobre la salud de los vecinos y el ambiente era mucho menor. Y el gas LP ­combustible de preferencia en los hogares mexicanos­ sigue cobrando vidas tanto aquí como en otros países.

La explotación y transporte de hidrocarburos implican riesgos tanto para la vida humana como para el ambiente, como bien saben los habitantes del sureste mexicano.

También la extracción de carbón, como nos recuerda el accidente en que hace unos días perecieron 12 mineros estadunidenses, por no hablar de las mucho menos publicitadas pero no menos lamentadas muertes en los pocitos de Coahuila a lo largo de los años.

Los argumentos respecto a los costos y la seguridad de suministro de las alternativas a la energía nuclear varían con el perfil energético de cada país, pero los proponentes consideran que tienen un as en la manga: la nula producción de los así llamados "gases de invernadero" que contribuyen al calentamiento global.

Incluso, conforme han aumentado las preocupaciones sobre el calentamiento, la energía nuclear ha ganado un todavía pequeño pero creciente número de adeptos entre la comunidad ambientalista §




LA ECONOMIA CANGREJO

La nación que ha firmado más tratados comerciales que ninguna otra pierde presencia, al parecer de manera irremisible, en el mayor mercado del mundo.

Rocío Esquivel

Sólo en el último año, 81 países aumentaron su participación de mercado en las importaciones de Estados Unidos (EU). En cambio, México cedió terreno. El problema ya no sólo se llama China.

La caída de la competitividad de la economía mexicana frente a sus competidores, principalmente asiáticos, en el mayor mercado del mundo representa una pérdida significativa de riqueza. Según el Banco de México, si el país hubiera mantenido su participación de mercado en EU, las exportaciones originadas aquí serían de 30 mil millones de dólares adicionales a lo registrado.

La atrofiada competitividad de México cobró sus primeras víctimas en el aparato productivo, al menos en tres sectores: textil, electrónico y automotriz, así como en casi un centenar de productos que antes fueron el grueso de la base exportadora del país y ocuparon los primeros lugares en el mercado de EU.

De una clasificación de 99 categorías de productos que México exporta a EU y en los que era prácticamente líder, perdió participación en 82 en un rango de 23 por ciento en promedio, durante los últimos cinco años.

Por el contrario, apenas ha retenido el liderazgo en 17 productos a un ritmo de crecimiento de 1.5 por ciento anual, con base en datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Cámara de Comercio de EU.

Entre los productos mexicanos que han perdido mercado, el banco central ha identificado los automóviles, videocámaras, televisores, computadoras y sus partes, ropa para hombre o mujer, y estufas y transformadores eléctricos.

Además, según el IMCO, China ya superó a México como proveedor de EU en bienes como los productos de acero y hierro, fibras vegetales, fertilizantes, artículos textiles, instrumentos musicales, productos de origen animal, juguetes, juegos y equipo deportivo, preparados de vegetales y frutas, café, té, herramientas, químicos orgánicos, maquinaria eléctrica, autopartes e instrumentos médicos.

Francisco Fernández, director de Investigación de IMCO, aseguró que debe admitirse que "México ya no es un socio privilegiado en EU". China, por el contrario, ha diversificado su comercio con todo el mundo; además, la mano de obra barata ya es sólo un mito, pues ese país no ofrece únicamente empleo con menor costo, sino también trabajadores especializados a escala tecnológica baja y alta.

El Programa de Competitividad de la Industria Electrónica, de la Secretaría de Economía (SE), apuntó que en los últimos años se han frenado proyectos de inversión por 735 millones de dólares, que abarcan planes de fabricación de discos duros, montaje de procesadores, impresoras, escáneres y diodos emisores de luz.

Empresas manufactureras de electrónica han menospreciado a México y han trasladado sus operaciones a Asia, principalmente en la producción de teléfonos, refrigeradores, impresoras, computadoras portátiles, televisores de 20 pulgadas, o celulares, debido a la pérdida gradual de competitividad de esta industria en el país, la cual es resultado de factores internos que afectan el costo de operación de las empresas ya establecidas, así como de factores externos (políticas fiscales agresivas adoptadas por los países asiáticos), según la SE.

En la industria del calzado, México ocupa el lugar 20 en competitividad mundial, con una participación del mercado internacional de apenas. 0.78 por ciento, mientras China tiene el primer lugar, con 41.2 por ciento, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina.

Pese a la cercanía geográfica con EU y las ventajas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México no ha logrado alcanzar una presencia importante en aquel mercado, pues apenas tiene una participación de 2.4 por ciento; además, no se ha diversificado el comercio con otros países, pese a la extensa red de acuerdos comerciales que ha firmado el gobierno.

La cadena textil-confección es otro claro ejemplo de los daños por la pérdida de competitividad en el país. Se registra una caída de 8 por ciento en las exportaciones mexicanas a EU, mientras China reporta un aumento de 26 por ciento. Todo después de que México fue el primer proveedor en el mercado estadunidense, asociado con el efecto del TLCAN, y el cuarto a escala mundial. Esto representa un retroceso en las tasas de crecimiento anual en las exportaciones de 23 por ciento en el periodo 1994-2000, a sólo 5 por ciento anual entre 2000 y 2005 §

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