Usted está aquí: lunes 9 de enero de 2006 Política Los políticos no están a la altura de México: CEM

Exige a Washington una ley de amnistía "valiente"

Los políticos no están a la altura de México: CEM

GABRIEL LEON ZARAGOZA

En su semanario Desde la Fe, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) calificó de "vergüenza" para el país y "una prueba de que la clase política y gobernante no está a la altura de México" la falta de solución al fenómeno de la migración hacia Estados Unidos de una "innumerable cantidad de mexicanos pobres que año tras año arriesgan la vida para seguir el sueño americano, dejando atrás la pesadilla mexicana".

Consideró que no es con "un remedo" de leyes migratorias o de trabajos temporales, "sino con una valiente ley de amnistía" que legalice la residencia y trabajo de los mexicanos inmigrantes, como se logrará una integración pluricultural de Estados Unidos y México.

En su editorial de ayer, el semanario católico señaló que queda al descubierto la incapacidad del gobierno de Vicente Fox para abatir la corrupción política, "que es en gran parte la causa principal de la pobreza que azota a más de la mitad de la población mexicana".

"La migración al país vecino es prueba de que la clase política y gobernante no está a la altura de México, pues no es capaz de brindar a sus gobernantes una sociedad más equitativa, con oportunidades para todos; con una distribución menos escandalosamente injusta de la riqueza y, sobre todo, una sociedad en la que podamos vivir seguros y en paz", refirió.

"A nadie sorprende la enfermiza paranoia norteamericana (sic) desatada en los últimos días contra los migrantes mexicanos, a quienes se les quiere ver como delincuentes (y) que es preciso detener a toda costa", con medidas "absurdas" como la construcción de muros "tan inmensos como inmensa es la miopía del país vecino."

Justificó que Estados Unidos, como país soberano, tiene todo el derecho de proteger sus fronteras y tomar las medidas pertinentes para este fin, "pero también es cierto que esto no se puede hacer a costa de los derechos humanos, de exacerbar la xenofobia, de incrementar el trato violento e inhumano o tomando como política de Estado el ataque irracional a los migrantes mexicanos que, queriéndolo o no, ya son parte de activa en la sociedad y en la economía estadunidense".

Estados Unidos, agregó, no puede olvidar que prácticamente exterminó a sus habitantes nativos: "si revisan su historia descubrirán que la inmigración nunca los ha amenazado ni los ha empobrecido; por el contrario, la Unión Americana ha llegado a ser lo que es hoy gracias a una inteligente integración de la multiculturalidad de las constantes inmigraciones.

"Es innegable que los mexicanos migrantes han enriquecido con su cultura, idioma y religión al país vecino, por lo que merecen un trato justo que reconozca sus aportes, lo cual sólo será posible no con un remedo de leyes migratorias o de trabajos temporales, sino con una valiente ley de amnistía que legalice su residencia y trabajo, y que haga posible una integración mutuamente enriquecedora."

Por otra parte, señaló que en este año electoral la población se cansará "de escuchar discursos grandilocuentes, llenos de promesas imposibles y de propósitos inútiles, mientras los partidos políticos gastarán a manos llenas y de forma inmoral sumas millonarias que finalmente se embolsarán avorazados los grandes medios de comunicación. En tanto, la población seguirá soñando con al menos un poco de paz y bienestar que hagan más humana su existencia".

Señalamiento "demasiado simplista": Rivera

Sobre este tema, el cardenal Norberto Rivera Carrera exhortó a los gobiernos de México y al de Estados Unidos a sostener encuentros en un clima de fraternidad, "más que poner obstáculos", para solucionar el fenómeno de la migración de miles de mexicanos y centroamericanos que anualmente cruzan la frontera sur de aquel país en busca de trabajo y mejores opciones de vida.

Afirmó que entre los responsables de la inmigración nacional además del gobierno se deben buscar las causas entre los empresarios, porque "si se van nuestros paisanos es porque no han encontrado una fuente de trabajo bien remunerada".

"Creo que todos debemos admitir una gran responsabilidad. Estados Unidos necesariamente tiene que proteger sus fronteras, pero cuando su derecho se contrapone a un derecho fundamental que tiene todo ser humano de buscar un trabajo digno, ahí es donde debe caber el diálogo y no la confrontación ni el desprecio a los demás", expresó.

En contra de lo que ha sostenido el periódico de su arquidiócesis, indicó que es un señalamiento "demasiado simplista" atribuir a la corrupción de los políticos que todos los días cientos de mexicanos emprendan largos éxodos para colocarse en el país del norte: "Hay otras muchas causas. La emigración no nació ayer, nació con la humanidad misma".

 
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