Usted está aquí: lunes 9 de enero de 2006 Economía Se gastaron más de $7 mil 200 mdd para importar gasolinas en 2005

Fue la más onerosa compra de combustibles al exterior, según indicadores de Pemex

Se gastaron más de $7 mil 200 mdd para importar gasolinas en 2005

Estas importaciones absorbieron 30 por ciento del ingreso por la exportación de crudo

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

A más de 7 mil 200 millones de dólares ascendió la importación de gasolinas y otros petrolíferos para cubrir el crecimiento de la demanda en el mercado interno durante 2005, la más onerosa adquisición anual de estos combustibles realizada en los cinco años de gobierno del presidente Vicente Fox, indican informes de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El monto de la importación de gasolinas representó una salida de divisas equivalente a 30.3 por ciento de los ingresos obtenidos por la exportación de petróleo crudo en 2005, y el volumen adquirido del exterior cubrió una cuarta parte de la demanda interna.

Los indicadores de Pemex señalan que entre enero y noviembre de 2005 se importaron 171 mil barriles diarios de gasolina en promedio, 88 por ciento más que las compras externas de este combustible realizadas en 2000, y 80 por ciento superiores en volumen a las efectuadas en 2004.

En volumen, las importaciones de gasolina realizadas durante esta administración han seguido la siguiente tendencia: en 2000 se compraron 90 mil 800 barriles en promedio diario; en 2001 esa cantidad se elevó a 136 mil barriles; durante 2002 la importación se redujo a 89 mil 700 barriles diarios; en el curso del tercer año de gobierno la compra diaria de gasolina fue de 54 mil 500 barriles; en 2004 repuntó a 94 mil 900 y hasta noviembre de 2005 el promedio era 171 mil barriles, el más elevado en cinco años del actual periodo gubernamental.

El saldo neto de la balanza de petrolíferos resultó negativo en 11 mil 235.4 millones de dólares durante esta administración. Pero sólo la importación de gasolinas absorbió 19 mil 500 millones de dólares.

Entre enero y noviembre de 2005 esta situación pareció agravarse. En ese periodo se importaron gasolinas y otros petrolíferos por una cantidad equivalente 84 por ciento de los pagos realizados al exterior por este concepto en los tres primeros años de esta administración gubernamental.

Gasolinas caras

De acuerdo con los informes oficiales, el consumo de gasolinas en el país asciende a casi 107 millones de litros diarios -672 mil barriles-, de los cuales 92 por ciento corresponde a la gasolina de la variedad Magna, y el resto a la Premium; ambas diferenciadas en calidad y precio, pero más caras que las que se expenden en Estados Unidos.

Según informes del Departamento de Energía, el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos es de 6.34 pesos, debido principalmente a los incrementos registrados en las cotizaciones del petróleo.

Tal vez por las diferentes estructuras tarifarias de ambos países, o porque en México se sigue la política de transferir al consumidor final la elevación de costos e impuestos en el consumo de gasolinas, en el precio del combustible Premium es 20 por ciento más elevado que en Estados Unidos, y 2 por ciento mayor el de Magna.

Según la información del Departamento de Energía de Estados Unidos, en la estructura del precio de la gasolina los distribuidores de aquel país participan con 13 por ciento de la cotización del combustible para los consumidores; mientras en México la participación de los gasolineros es de 7 por ciento.

De acuerdo con el consumo de gasolina en México, el ingreso por la venta de este tipo de combustible dejaría un ingreso bruto anual de casi 18 mil 900 millones de pesos para las mil 200 estaciones de servicio instaladas en todo el país. Pero en promedio simple, a cada una le corresponderían poco más de 2.6 millones de pesos al año para cubrir los costos por la prestación del servicio.

De ese ingreso, las gasolineras deben pagar uno por ciento de sus ventas para mantener la franquicia de Pemex; esto es, unos mil 890 millones de pesos al año, con lo cual les quedaría algo más de 17 mil millones de pesos para cubrir la nómina de los trabajadores que laboran en ellas, así como las inversiones en equipo y mantenimiento de las instalaciones.

De esta manera, el margen de rentabilidad de las estaciones de servicio no parece muy elevado, a pesar de los incrementos mensuales en el precio de las gasolinas que pagan los consumidores.

 
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