Usted está aquí: domingo 8 de enero de 2006 Opinión ¿LA FIESTA EN PAZ?

¿LA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

Homenaje y regreso

HAY LUGARES QUE por amorosas razones continúan dándole sentido a la vida, obra y memoria de quien los concibió. Uno de ellos es el restorán Tío Luis, creación del inolvidable Pedro Yllana, que mantiene su calidad gracias al dinámico profesionalismo de la bella Lucy, su viuda, quien semana a semana permite que el incansable taurinismo de Jaime Rojas Palacios continúe con la sana costumbre de llevar a cabo conferencias, diálogos y presentaciones con relación a la fiesta de los toros.

BERNARDA MUÑOZ, PERIODISTA que sigue con la original empresa informativa creada por su padre, Jesús El Ciego Muñoz -un teléfono a disposición de toreros, ganaderos y empresas, al que den cuenta de lo sucedido en cada festejo para que ella, a su vez, lo informe a todos los periódicos- charló el martes pasado, acompañada de su hermano el ex novillero y promotor taurino Curro Plaza, sobre la rica personalidad y el increíble historial tanto de su padre como del hermano de éste, José El Negro Muñoz.

EN EL SALON, prácticamente lleno, prevaleció una atmósfera emocionada, respetuosa y cálida, ajena al cochinero que caracteriza a la fiesta del México actual, para escuchar el inagotable anecdotario e increíble calvario taurino de El Ciego y El Negro, maravillosos exabruptos del pueblo y protagonistas heroicos de una época en que la fiesta de toros tenía misterio y verdad y el torero valía por su sello y su celo.

UN TORERO DE profundo sello, el moreliano Teodoro Gómez, regresa a los ruedos. Así lo anunció el pasado jueves en conferencia de prensa en el citado Tío Luis, y lo hará el próximo lunes 16 de enero en la segunda corrida de feria de Moroleón, Guanajuato, en un importante cartel al lado de El Zotoluco y Rafael Ortega, con un bien servido encierro de El Junco.

DECEPCIONADO DE UNA fiesta de toros mexicana caracterizada por su inagotable capacidad de desperdicio, incluso de toreros de finísima expresión como Teodoro Gómez, éste se retiró de los ruedos el 13 de enero de 2001 en el Palacio del Arte de su natal Morelia, cuando un grupito de matadores incluso pagaba por torear y los inteligentes empresarios fueron eliminando a quienes pretendían cobrar.

DESPUES DE QUE el moreliano cortaba orejas, los brillantes promotores le ofrecían la mitad de dinero que la vez anterior o menos, atenidos a que los toreros "pagadores" ayudaban con la inversión. El resultado no se hizo esperar: una baraja modesta sin toreros con capacidad de convocatoria masiva y una rica tradición taurina escurriéndose entre las manos de los que dicen arriesgar "su" dinero.

EN ESTOS CINCO años, sin embargo, Teodoro no abandonó la fiesta sino que apoyó a nuevos empresarios, organizando la Feria del Toro y dando oportunidades a varios jóvenes coletas. Luego de rechazar cuatro ofertas para volver a vestirse de luces, casado y con tres pequeños hijos, dedicado a la industria de la construcción y tras una sorprendente actuación este año en un festival taurino en La Florecita, Teodoro Gómez ha decidido regresar a los ruedos, no por dinero sino por el deseo irrefrenable de aprovecharse a sí mismo como el refinado torero que es.

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.