Usted está aquí: domingo 18 de diciembre de 2005 Mundo Admite y justifica Bush las medidas de espionaje contra estadunidenses

Autorizó escuchas telefónicas más de 60 veces desde los atentados de 2001, afirma

Admite y justifica Bush las medidas de espionaje contra estadunidenses

Los monitoreados, "conocidos por sus vínculos con Al Qaeda", señala en su programa de radio

El escándalo, "Big Brother, pero fuera de control", dice el senador demócrata Edward Kennedy

DPA, REUTERS, AFP Y THE GUARDIAN

Ampliar la imagen El mandatario estadunidense ingresa al Sal�oosevelt de la Casa Blanca para su programa sabatino de radio FOTO Ap Foto: Ap

Washington, 17 de diciembre. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció y justificó hoy en su alocución semanal por radio las medidas de espionaje contra ciudadanos llevadas a cabo después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), y asumió la responsabilidad por ello.

El mandatario reconoció que tras esos atentados firmó una orden que permitía a la NSA -una de las agencias de inteligencia más secretas del gobierno- espiar las conversaciones telefónicas y correos electrónicos de cientos de estadunidenses y de extranjeros "conocidos por sus vínculos con Al Qaeda", sin la orden judicial que habitualmente se requiere para el espionaje doméstico.

"Autoricé este programa más de 60 veces desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, y tengo la intención de renovarlo durante el tiempo que nuestro país siga amenazado por Al Qaeda y otros grupos asociados", aseguró.

"Los ciudadanos estadunidenses esperan que yo haga todo lo que esté en mi poder, acatando nuestras leyes, para protegerlos a ellos y a nuestras libertades, y eso es exactamente lo que yo seguiré haciendo mientras sea presidente de Estados Unidos", enfatizó.

El mandatario republicano dijo que su orden era constitucional y fue revisada cuidadosamente por las autoridades legales.

Defendió asimismo esta práctica como "herramienta vital" en la defensa del país contra otro ataque como el de 2001 y medida necesaria para proteger a los ciudadanos estadunidenses. Agregó que el programa es revisado cada 45 días para probar su eficacia.

El diario The New York Times reveló el viernes anterior la orden presidencial (que según fuentes del periódico se dio en 2002, no en 2001, como dijo Bush), y la noticia de inmediato despertó la inquietud de demócratas y republicanos en el Congreso.

Sin embargo, en un primer momento el gobierno de Bush declinó confirmar la información.

Según el diario, hasta este momento la NSA ha escuchado las conversaciones de 500 personas en Estados Unidos y de entre 5 mil a 7 mil en el exterior, todas sospechosas de tener vínculos con el terrorismo islamita.

En esta ocasión, la emisión de radio no estaba pregrabada y fue también transmitida en vivo por televisión. Por momentos, el presidente apareció visiblemente molesto contra los medios de comunicación por haber revelado las operaciones de espionaje.

El resultado de la divulgación de estas informaciones es que ahora "nuestros enemigos poseen información que no deberían haber tenido", acusó Bush.

Asimismo, en sus declaraciones por radio, el presidente Bush instó al Congreso a prorrogar la validez de la antiterrorista Ley Patriota más allá de diciembre.

"Sería irresponsable" bloquear esa legislación, dijo. "En la lucha contra el terrorismo no nos podemos permitir prescindir ni un momento de esa ley".

Las medidas contenidas en la Ley Patriota fueron aprobadas después de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington. El Senado no llegó la noche del viernes a acuerdo alguno, por lo que la extensión de su validez después del 31 de diciembre está todavía en el aire.

La Ley Patriota considera una serie de prerrogativas para que las autoridades de seguridad puedan tomar medidas especiales, por ejemplo para realizar escuchas, incautar documentos personales o de empresas, hospitales o bibliotecas, entre otros lugares.

Bush argumentó que la decisión del Senado de no prorrogar la validez de este paquete de leyes antiterroristas pone en peligro la vida y la seguridad de los ciudadanos estadunidenses.

En entrevista con el canal PBS, el gobernante dijo anoche que tras los atentados del 11 de septiembre prometió al pueblo de su país hacer todo lo necesario para proteger a Estados Unidos, siempre en el marco de la ley.

Congresistas que se oponen a la renovación de esta ley han citado la orden secreta firmada por Bush para espiar ciudadanos como un motivo más de inquietud sobre la necesidad de asegurar la protección de las libertades civiles de todos los estadunidenses.

Arlen Specter, influyente senador y presidente de la Comisión de Asuntos Judiciales, indicó que las revelaciones de The New York Times tuvieron un impacto "muy problemático, si no devastador", sobre la renovación del paquete de medidas antiterroristas.

Según el rotativo, algunos funcionarios, familiarizados con la operación de espionaje en curso, se han cuestionado si esta vigilancia no habrá sobrepasado los límites constitucionales.

"Este es un momento terrible en la historia de nuestro país", dijo el senador demócrata Russ Feingold. "Es Big Brother, pero fuera de control", aseguró el senador y veterano político demócrata Edward Kennedy.

Sin embargo, funcionarios estadunidenses admitieron que este programa logró desbaratar conspiraciones terroristas, y citaron de ejemplo a Iyman Faris, camionero de Ohio que en 2003 se declaró culpable de apoyar a Al Qaeda y planear la destrucción del puente Brooklyn, en Nueva York.

Hoy, alocución presidencial

En el contexto de las elecciones de esta semana en Irak y como parte de la ofensiva emprendida por el gobierno estadunidense contra las críticas a su política bélica, el presidente Bush dará un discurso a la nación desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, este domingo a las 21 horas, informó su portavoz, Scott McClellan.

La última vez que el mandatario republicano ofreció un discurso desde ese despacho fue en marzo de 2003, para anunciar el comienzo de la invasión a Irak que derrocó a Saddam Hussein, añadió McClellan.

Por otro lado, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y el presidente Bush conversaron sobre Irak, Siria y la situación en la provincia sudanesa de Darfur, informó Frederick Jones, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad.

Annan, quien llamó por teléfono a Bush, expresó que "las elecciones en Irak se desarrollaron correctamente" y estaba "satisfecho porque la violencia fue baja y alto el número de votantes".

"El pueblo iraquí superó otro obstáculo en su camino hacia la democracia", concluyó Annan, informó Jones a los medios.

Ambos líderes también conversaron sobre el estatus de la investigación del asesinato de Rafiq Hariri, ex primer ministro libanés. También se refirieron a la violencia en Darfur, Sudán.

 
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