Usted está aquí: sábado 17 de diciembre de 2005 Economía En un "callejón sin salida" entró la negociación, admiten diplomáticos

SEXTA CUMBRE DE LA OMC

En un "callejón sin salida" entró la negociación, admiten diplomáticos

Se suma el G-20 a un bloque mayor de países; plantean posición común

DPA, AFP Y REUTERS

Ampliar la imagen Coreanos efect�intas de repudio al presidente George W. Bush en el consulado de Estados Unidos en la ex colonia inglesa FOTO Ap Foto: Ap

Hong Kong, 16 de diciembre. A poco más de 24 horas de que concluyan las negociaciones que se llevan a cabo en la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio en Hong Kong, y con una nuevo frente de 110 naciones, ésta entró en un callejón sin salida, admitieron diplomáticos de algunos de los 149 países participantes. El comisario de Comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, calificó de "preocupante" el rumbo que está tomando la reunión convocada para avanzar en la liberalización del comercio mundial. Al mismo tiempo los países en desarrollo, que representan 70 por ciento de los 149 estados que integran la OMC, insistieron en que cualquier nuevo acuerdo sobre comercio global debía centrarse en sus intereses.

En lo que podría ser el primer paso en la creación de una nueva alianza de las naciones en desarrollo, 110 estados dijeron que trabajarían conjuntamente para "desarrollar un acercamiento común" a los asuntos de la ronda de negociaciones. Un grupo de países de una de las dos potencias agrícolas a nivel mundial, la Unión Europea, se plantearon abandonar las negociaciones, después de que ésta y otras naciones ricas intercambiaron acusaciones por la protección de sus mercados agrícolas, aunque finalmente se optó por seguir adelante.

La agrupación naciente reúne al G-20, grupo liderado por Brasil e India que surgió como una fuerza poderosa en las conversaciones mundiales de comercio, con el G-90, una asociación que representa a los países más pobres, principalmente importadores de alimentos.

"Este es un modo pragmático de encontrar soluciones en común para los países en desarrollo", dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, durante una conferencia de prensa que se realizó mientras se lleva adelante la reunión ministerial de la OMC en Hong Kong.

"No estamos generando ninguna confrontación norte-sur", agregó Amorim.

El sexto encuentro de ministros, que finaliza el domingo, está luchando por avanzar en los asuntos centrales de la ronda, incluido el recorte de los subsidios agrícolas que aplican las naciones ricas y la reducción de las barreras a las importaciones de bienes agrícolas e industriales.

Las organizaciones no gubernamentales, que apoyan a los países desarrollados, como la británica Cafod, recibieron con agrado la decisión, diciendo que dará a estos estados más peso en las negociaciones comerciales.

"Los países pobres se unieron para formar una alianza que representa a la mayor parte de la población del planeta", manifestó Cafod en un comunicado.

En tanto el director de la OMC, Pascal Lamy, entregó este viernes una propuesta en un intento desesperado de desatascar las negociaciones sobre la eliminación de subvenciones a las exportaciones agrícolas, al tiempo que 120 países cerraron filas para presionar a Estados Unidos y la Unión Europea a que hagan propuestas concretas.

Lamy pone la fecha de "2010" o un "número equis de años después de la aplicación" de la Ronda de Doha, que en el mejor de los casos no empezará antes de 2008, para eliminar los subsidios a la exportación de los productos agrícolas, para gran alivio de países como Brasil e India, que ponen esa condición para avanzar.

Según diplomáticos, las conversaciones se hallan estancadas por desacuerdos sobre la liberación de comercio agrícola y de los bienes industriales.

Sólo existe la posibilidad de que se alcance un acuerdo sobre la aprobación de un paquete de medidas para promover el desarrollo de los países más pobres, señalaron los diplomáticos.

"No quiero contemplar un fracaso en Hong Kong (...) pero no veo el interés de suscribir un acuerdo final que sólo contendrá escasas ambiciones, reducirá las ventajas para los países en desarrollo y no estaría a la altura de nuestras responsabilidades para la economía mundial", agregó Mandelson.

Mientras, las ex 56 colonias europeas en Africa, el Caribe y el Pacífico, que constituyen la asociación ACP, temen que pierdan sus preferencias comerciales en Europa, a consecuencia de una mayor liberalización del comercio mundial.

"Las preferencias no son un privilegio, sino un derecho", afirmó el ministro de Agricultura de Mauricio, Hon Arvin Boolell, quien no descartó que los países pequeños decidan hacer fracasar la cumbre.

"Si nuestros intereses no son tomados plenamente en consideración no podremos adherirnos a ningún consenso", advirtió a la prensa Arvin Boolell.

 
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