Usted está aquí: viernes 16 de diciembre de 2005 Ciencias Científicos de EU buscan hallar el genoma responsable del cáncer

Decodificar las mutaciones genéticas ayudará a mejorar su diagnóstico y tratamiento

Científicos de EU buscan hallar el genoma responsable del cáncer

El proyecto se basará en la tecnología desarrollada a partir de los mapas de genes humanos

Las investigaciones aportarán también nuevas estrategias para prevenir el padecimiento

AFP

Washington, 15 de diciembre. El Instituto Nacional de Salud estadunidense (NIH, por su siglas en inglés) anunció esta semana un proyecto más complejo que el establecimiento del genoma humano, el cual podría ayudar a encontrar nuevos tratamientos en la lucha contra el cáncer.

El objetivo del proyecto piloto, que requerirá de 100 millones de dólares y se extenderá durante tres años, es ambicioso: decodificar y listar todas las anomalías genéticas que contribuyen al desarrollo de los distintos tipos de cáncer.

"Gracias a las herramientas y las tecnologías desarrolladas a partir del genoma humano y a los recientes descubrimientos en la explotación de los datos genéticos para mejorar los medios de diagnóstico y los tratamientos contra el cáncer, es posible ahora pretender decodificar y listar todas las mutaciones genéticas humanas relacionadas con diferentes formas conocidas de cáncer", explicó en un comunicado el director del NIH, Elias Zerhouni.

"Este mapa de mutaciones genéticas brindará nueva luz sobre los mecanismos fundamentales del cáncer, lo cual llevará a nuevas pruebas de detección de células cancerosas en estados de desarrollo más tempranos, y por tanto más fáciles de curar", añadió.

El proyecto, denominado The Cancer genome atlas/TCGA (Atlas del genoma del cáncer), podría ayudar a generar también "nuevas terapias capaces de detectar el cáncer cuando es más vulnerable", así como "nuevas estrategias de prevención", agregó Zerhouni.

Este proyecto piloto es conducido en conjunto por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y el Instituto Nacional de Investigación sobre el Genoma Humano (NHGRI). Este se concentrará, en una primera etapa, en algunos tipos de cáncer que podrán ayudar a determinar la viabilidad de realizar un proyecto más amplio, explicó el NIH.

El cáncer abarca más de 200 enfermedades diferentes. En todas las formas conocidas de este padecimiento, cambios genéticos a menudo específicos a un tipo o estadio de desarrollo de la enfermedad, provocan perturbaciones celulares que generan un crecimiento descontrolado de las células.

Los investigadores efectuarán la secuencia del ADN de células cancerosas, mismas que serán tomadas de tumores para biopsias o en intervenciones quirúrgicas.

Buscarán además otras mutaciones, como la duplicación o la eliminación de genes, o inclusive las diferencias entre células en las cuales hay genes activos o inactivos.

Los investigadores saben desde hace tiempo que las mutaciones genéticas que se acumulan en células normales durante la vida de una persona pueden convertir en cancerosas a esas células.

Actualmente se conocen unos 300 genes responsables de cáncer. Existen ya algunos medicamentos que bloquean ciertas anomalías genéticas específicas. Por ejemplo, el Gleevec, fabricado por el laboratorio suizo Novartis, es eficaz para bloquear mutaciones genéticas que provocan ciertas leucemias (cáncer en la sangre).

Radioterapia da esperanza en cáncer de mamas

Un importante estudio ha confirmado que utilizar radioterapia tras la cirugía para combatir el cáncer de mama aumenta las posibilidades de supervivencia a largo plazo.

Los cirujanos que retiran un tumor maligno de la mama, pero dejan el seno intacto, suelen utilizar la quimioterapia y una terapia hormonal tras la operación, lo cual garantiza que acabarán con cualquier célula cancerosa que haya quedado en el lugar.

La radioterapia es la otra opción para tratamiento posquirúrgico, pero pocas veces se utiliza, en parte por sus efectos secundarios, también porque un tumor que reaparezca en el seno puede ser eliminado por medio de una nueva cirugía, pero en especial porque se sabe poco sobre su eficacia a largo plazo.

Esa duda parece haber hallado respuesta en un conjunto de estudios que se realizaron con un muestreo de 40 mil mujeres con cáncer de mama y se compararon los resultados entre las pacientes que se sometieron a una operación para sólo extraer el tumor.

Cinco años después de la operación sólo 7 por ciento de las pacientes que recibieron radioterapia tuvieron una recidiva del cáncer, mientras que entre las que no recibieron terapia fue de 26 por ciento.

Luego de 15 años, la mortalidad entre las mujeres que recibieron radioterapia fue de 30 por ciento, mientras que en las otras pacientes fue de 35 por ciento, una diferencia considerada como significativa.

El estudio, que será publicado el sábado en la revista médica británica The Lancet, fue realizado por el Grupo Europeo de Colaboración de Cáncer de Mama.

El cáncer de mama es conocido como "el asesino silencioso" de mujeres, porque muchas veces es diagnosticado demasiado tarde.

 
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