Usted está aquí: jueves 15 de diciembre de 2005 Cultura La libertad de opinión en Turquía, a examen con el proceso a Pamuk

El escritor está acusado de denigrar la identidad de su país

La libertad de opinión en Turquía, a examen con el proceso a Pamuk

DPA

Estambul, 14 de diciembre. Orhan Pamuk no es el único acusado, pero sin dudas el más famoso. Cuando este viernes 16 comience el juicio en Estambul contra el escritor turco por una declaración hecha en una entrevista, al mismo tiempo será sometida a prueba la libertad de opinión en Turquía.

El autor de prestigio internacional es acusado de ''ultrajar la identidad turca'', porque, en relación con la expulsión y las masacres contra los armenios en la Primera Guerra Mundial, habló de "un millón de armenios asesinados", tema tabú en Turquía.

Casi con más atención aun que en Turquía, el proceso contra el novelista, de 53 años, quien en octubre fue distinguido con el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, es seguido en la Unión Europea.

Condiciones de la UE

El comisario para la ampliación Olli Rehn visitó al escritor en su casa en el barrio de Cihangir, en Estambul, pocos días después de que la Unión Europea comenzó el 4 de octubre en Luxemburgo las negociaciones sobre el ingreso de Turquía a esa comunidad económica.

Cada país que quiera entrar en la UE debe respetar estrictamente la libertad de opinión y de pensamiento, fue su mensaje.

Una condición para el inicio de las conversaciones fue la reforma total de la ley penal turca, que ahora está en vigor desde hace medio año.

Como trampa peligrosa para la libertad de opinión se reveló desde entonces el artículo 301, con el que se puede castigar la difamación a los órganos estatales turcos, pero también la denigración de la identidad turca, con varios años de cárcel.

Ya el jefe de redacción del semanario turco-armenio Agos padeció por ello. Hrant Dink fue condenado a seis meses de prisión en suspenso en una sentencia que aún no entró en vigor dictada por el mismo tribunal, que ahora se ocupará de Pamuk.

La nueva ley penal debe revisarse urgentemente, reclamó el presidente del consejo de prensa turco, Oktay Eksi, cuando a comienzos de este mes fueron acusados cinco periodistas por difamación de la justicia.

''De lo contrario, los pasillos de los tribunales y las cárceles podrían llenarse de periodistas, y Turquía volvería a ser un país de tercera clase", advirtió Eksi.

Los cinco periodistas se habían manifestado críticamente sobre un tribunal administrativo, que había prohibido a pedido de abogados nacionalistas una conferencia de historiadores sobre el genocidio de los armenios.

Niega el gobierno represión

El gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, sin embargo, no ve la necesidad de actuar con urgencia. En el caso Pamuk, apuesta por esperar.

La nueva ley penal no se diferencia en el tema de las leyes de los países de la Unión Europea en materia de libertad de opinión, afirma.

La tarea de diferenciar entre crítica legítima y ofensa es tarea de los tribunales, consideró el portavoz del gobierno, el ministro de Justicia Cemil Cicek.

Intervenir en los pasillos de la justicia es inconcebible, destacó también Erdogan, con la esperanza "de que la sentencia que se dicte no sea diferente a lo que esperamos".

Como "injustas" rechazó el ministro del Exterior, Abudllah Gul, las acusaciones respecto de que en Turquía no hay libertades de opinión. Cualquiera en Turquía puede manifestar sus ideas y debatirlas, siempre y cuando no aliente la violencia, aseguró.

 
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