La Jornada Semanal,   domingo 11 de diciembre  de 2005        núm. 562

LA JORNADA VIRTUAL
Naief Yehya
[email protected]

 EL CASO CONTRA SIRIA O LA CULPABILIDAD INSTANTÁNEA (II Y ÚLTIMA)

CLEAN BREAK

En 1996 miembros importantes del grupo Bush (los neoconservadores Richard Perle y Douglas Feith), académicos y políticos proisraelíes (de la universidad John Hopkins y otros Think Tanks) crearon el documento Clean Break o Nuevo comienzo para el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticos Avanzados (www.israeleconomy.org/strat1.htm). En él proponen dar un nuevo giro a la política israelí: olvidarse de las "raíces socialistas" del Estado judío, despojarse de sentimientos de culpa, abandonar la idea de Paz por tierra (regresar tierra ocupada y anexada) para sustituirla por Paz por paz (es decir: no regresar las tierras y exigir resignación) y redefinir la región (con la ayuda de Turquía y Jordania) en su beneficio. Para hacer esto requerían contener y acorralar a Siria. De acuerdo con el documento, "este esfuerzo se puede enfocar en retirar a Saddam Hussein del poder en Irak —un importante objetivo estratégico en sí mismo— como un medio para frustrar las ambiciones regionales sirias". Y añaden: "Siria había comenzado a colonizar Líbano con cientos de miles de sirios…" Esta acusación, falsa a todas luces, resulta hilarante viniendo de un grupo sionista que defiende la colonización, con cientos de miles de israelíes, de Cisjordania, Jerusalén y las alturas del Golán (Gaza ya no). El punto más interesante de este texto es que propone que Israel tome la iniciativa y confronte a Hizbolá, Siria e Irán en Líbano atacando blancos militares ahí y estableciendo que el territorio sirio no es inmune a ataques, como demostraron con el bombardeo del 5 de octubre de 2003. Dado que el gobierno de Sharon parece haber adoptado este manual, podemos pensar que si Siria tenia motivos para matar a Hariri, Israel también los tenía, ya que un ataque contra él era un ataque contra los intereses sirios.

EL FISCAL-INVESTIGADOR-COMISIONADO

El caso del investigador de la ONU, Detlev Mehlis, en contra de Siria por el asesinato de Rafik Hariri se sostiene en cuatro puntos:

1. Tensión entre Hariri y el Assad, en particular la famosa entrevista al respecto de la propuesta de extender el período presidencial del prosirio Emile Lahoud, en la que, de acuerdo con el editor del diario al Nahar, Jubran (Gibran) Tueni, Assad amenazó a Hariri.

2. Como los sirios tenían una compleja red de agentes en Líbano, hubiera sido imposible preparar un atentado semejante sin que ellos se enteraran. Siria tenía agentes en Líbano, pero Israel y EU también los tienen y, siguiendo la misma lógica, entonces éstos serían en el mejor de los casos cómplices del asesinato.

3. La acusación del fabulosamente oportuno Zuhir Ibn Mohamed Said Saddik, quien ha declarado haber participado en el atentado (Inciso 104 del reporte).

4. La recriminación de que el gobierno sirio trató de obstaculizar la investigación.

La desconfianza siria quizá se deba a que Mehlis ha sido fiscal en numerosos casos de terrorismo, como el atentado de la discoteca La belle en Berlín occidental (del 5/4/1986, donde murieron dos militares estadunidenses y una mujer turca), durante el cual, según varios observadores como el autor e investigador Nafeez Mosaddeq Ahmed, Mehlis "ignoró y protegió a un grupo de sospechosos con conexiones documentadas a servicios secretos occidentales", como Mahmoud Abu Jaber, uno de los líderes del ataque que resultó ser informante de la CIA y Mohamed Amairi, quien según su propio abogado era agente de la Mossad. En ese caso, el entonces presidente Reagan bombardeó Libia en represalia, con la clara intención de asesinar a Muammar Khaddafi (la ONU no realizó investigación alguna por este intento de magnicidio). En el caso de La Belle como en el de Hariri, Mehlis presentó un caso sin evidencia forense ni pruebas sólidas sino con testimonios de dudosos testigos.

EL SHOW

El asesinato de Hariri no parece haber tenido por objetivo último matarlo, sino ser una muestra de poder espectacular que cautivara al mundo. La investigación ni siquiera pone claro cómo ocurrió la explosión (¿un suicida, control remoto u otro medio?) y en el punto 204 dice: "el motivo probable del asesinato es político, pero como no fue obra de individuos, sino de un grupo bastante sofisticado, es probable que fraude, corrupción y lavado de dinero, en el que posiblemente esté envuelto el banco al-Madina, puedan haber sido motivos para que individuos participaran en la operación". Por mucho tiempo Hariri estaba siendo estrechamente vigilado por la inteligencia siria y libanesa, de acuerdo con Mehlis. Parece raro que al conocerlo tan bien no hayan optado por matarlo de manera menos llamativa y más barata.