Usted está aquí: viernes 9 de diciembre de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Estupidez similar a la de ayer desató la peor crisis hace 11 años

Fox tuvo que salir al quite ante declaraciones de su flamante secretario de Economía

ONCE AÑOS ATRAS, justo por estas fechas, una estupidez similar desató la peor crisis económico-financiera del México moderno, que en números gruesos al país le costó 70 mil millones de dólares (cifras oficiales, sin considerar "rescates") y a los mexicanos mayor rezago social y depauperación.

DE PLANO NO aprenden. Sólo es cuestión de una chispa para que se desate la salida de capitales, para que en cuestión de minutos se vacíen las arcas, para que las tan cacareadas reservas internacionales (esos 66 mil millones de dólares acumulados a lo largo de una década) se desmoronen porque a algún zopenco del gabinetazo, se le ocurre declarar en conferencia de prensa en Los Pinos que "están los elementos dados para que se de un ajuste razonable en el tipo de cambio" peso-dólar.

EL PAIS NO termina de recuperarse de aquel desastre, cuando el flamante cuan irresponsable secretario de Economía, Sergio García de Alba (por lo visto digno sucesor de Fernando Canales Clariond), en plena temporada electoral agita el llavero de la caja de Pandora.

SIN VENIR AL caso, sin mediar elemento que -así fuera lejanamente- justificara su declaración, el funcionario se aventó al ruedo (se respeta sintaxis): "el enfoque de la Secretaría de Economía es que consideramos que ahorita están los elementos dados como para que, si hubiera un razonable ajuste que no está en la decisión de la Secretaría de Economía al tipo de cambio, razonable ajuste, sí podría ayudar al desempeño económico, al tema de empleo en nuestro país... Ahí ustedes quédense con el término razonable, no traigo ahorita elementos aquí que requerirían análisis de ver cómo ha estado, precisamente, inflación versus tipo de cambio en los últimos años. Debo decir que tampoco estamos hablando de ajustes, porque no sería adecuado, ajustes importantes, porque sería perjudicial llegar a ajustes importantes, tendría que ser muy razonable... Nosotros, directamente la Secretaría de Economía, no es la responsable de manejar la política cambiaria en este país, no participamos en el grupo, en el comité del que maneja este tema, básicamente es Hacienda y el Banco de México". Son ganas de convocar al chamuco.

TAN SORPRENDENTES fueron las declaraciones (hechas ante el vocero Rubén Aguilar, que acostumbra desmentir en automático y que en esta ocasión ni se enteró de qué se trataba), que hasta el despistado inquilino de Los Pinos inmediatamente salió al quite: "nadie, absolutamente nadie, va a meter la mano en el mecanismo del tipo de cambio de la moneda mexicana; el tipo de cambio está flotando, está sujeto a este mecanismo, es lo que le ha dado estabilidad económica al país, es lo que le ha dado seguridad y certidumbre a las finanzas y así va a continuar".

RAPIDAMENTE, TAMBIÉN, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz (quien en 2002 cometió una pifia que le costó muy caro al tipo de cambio del peso frente al dólar), precisó que "va a seguir flotando, va a seguir sin intervención alguna que afecte el régimen de libre flotación; la comisión que determina la política en materia cambiaria es la que está conformada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda".

DICHO SEA DE paso, en junio de 2002 a Gil Díaz le dio por utilizar la tribuna del Poder Legislativo para chantajear con la "inminente argentinización" de México si los ingresos públicos no aumentaban inmediata, sustancial y permanentemente. ¿Qué provocó con ese resbalón? La histérica reacción del mercado cambiario, porque tras su dicho el tipo de cambio peso-dólar se incrementó a un nivel histórico.

Y AHORA SALTA a la palestra el secretario de Economía, que no tiene la menor idea de qué puede provocar, en el clásico ejercicio de mantener la lengua conectada con la materia gris (en caso de existencia) apagada.

EL BANCO DE México ayuda en el ejercicio de memoria: el régimen cambiario adoptado el 10 de noviembre de 1991 se mantuvo vigente casi hasta el final de 1994. El esquema consistía en dejar que el tipo de cambio flotara dentro de una banda que se ensanchaba diariamente. Al efecto, se decidió inicialmente que el piso de la banda quedara fijo al nivel de 3.0512 nuevos pesos por dólar -tipo de cambio al cual el Banco de México estaba dispuesto entonces a comprar divisas-, mientras que al techo de la banda se le dio un ascenso diario llamado "desliz", de .0002 nuevos pesos por dólar.

A PARTIR DEL 20 de octubre de 1992 el límite superior de la banda de flotación del tipo de cambio se comenzó a deslizar a razón de .0004 nuevos pesos por día, mientras el límite inferior permaneció inalterado al nivel de 3.0512 nuevos pesos por dólar. Del primero de enero al 19 de diciembre de 1994, por las razones que se explican más adelante, el tipo de cambio interbancario se depreció 12.6 por ciento dentro de la banda de flotación, lo cual demuestra la gran amplitud que ésta había alcanzado ya.

EL RÉGIMEN DESCRITO se sostuvo hasta el 19 de diciembre de 1994. El día 20 del mismo mes se elevó el techo de la banda 15.3 por ciento, conservándose el ritmo de desliz hasta entonces vigente. Esta fórmula no resultó sostenible, por lo que el esquema de banda se abandonó, pasándose a un régimen de flotación a partir del 22 de diciembre de ese año. Considerando 1994 en conjunto, el peso mexicano se depreció 71 por ciento con respecto al dólar estadunidense.

EL PROPIO 19 de diciembre de 1994 por la tarde, la Comisión de Cambios acordó abandonar el régimen cambiario hasta entonces vigente, comunicando en el seno del pacto su decisión de pasar a un régimen de flotación. En ese foro se encontró una opinión muy extendida en sentido de que antes de ir a una flotación era conveniente intentar la estabilización del mercado cambiario mediante la elevación del techo de la banda. La Comisión de Cambios decidió aceptar esta fórmula. El intento no tuvo éxito, por lo que se acordó pasar al régimen de flotación con efectos a partir del 22 de diciembre.

Las rebanadas del pastel:

A LA INTELECTUAL Martita Sahagún le ha dado por promover la exitosa obra de "la escritora Rabinagrand Tagorade", presumiblemente pariente y paisana del Premio Nobel de Literatura (1913) Rabindranath Tagore. Los que de esto saben comentan que "la escritora" se lleva de maravilla con Borgues, asesor cultural de Vicente Fox.

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