Usted está aquí: viernes 9 de diciembre de 2005 Cultura Homenaje in memoriam

Homenaje in memoriam

Ampliar la imagen Emilio Ebergenyi (1950-2005), locutor de la cultura en M�co FOTO Hilda Saray Foto: Hilda Saray

El próximo sábado, Radio Educación realizará el Homenaje in memoriam Emilio Ebergenyi, en el que participarán amigos, compañeros de trabajo y radioescuchas, a un mes del fallecimiento del locutor.

Será un acercamiento amoroso al colega desaparecido, señalaron quienes trabajaron con él en esa emisora.

Los boletos de entrada al acto, que se efectuará en el teatro Juan Ruiz de Alarcón de la Universidad Nacional Autónoma de México, se distribuyen de manera gratuita por el noticiario matutino de Radio Educación, ''entre su público cautivo, entre quienes convivían con él todos los días".

En el espectáculo musical, que se iniciará a las 18 horas, participarán El Negro Ojeda, Marcial Alejandro, Rafael Méndez, David Haro, Pepe y Flor, Cruz Mejía y Alberto Cruzprieto.

El concierto se transmitirá en vivo por el 1060 de AM y por Internet (www.radioeducacion.edu.mx)

Será la primera vez que la mayoría de sus compañeros de trabajo se reúnan para recordarlo, ''ya que él no quiso velorio ni flores. Estaremos todos sus cuadernos, para celebrar, sobre todo, su vida".

La música será el centro del homenaje en el que se proyectarán fotos de Emilio, así como fragmentos de las obras de teatro en las que actuó, por ejemplo Actos indecentes, dirigida por Francisco Franco y 1822, de Tony Castro. El público también podrá recordar a un Ebergenyi personificando a Antonio López de Santa Anna o a Miguel Ramos Arizpe en los programas históricos que produjo Clío, al mismo tiempo que sus participaciones en diversos programas de los canales Once y 22.

Emilio Ebergengy Matos murió el 10 de noviembre debido a un derrame cerebral masivo. Durante más de tres décadas fue una de las voces más prestigiadas de la radio y televisión cultural del país. Son memorables sus programas De puntitas y El lado oscuro de la luna.

La periodista Elena Poniatowska recordó en su artículo publicado el 18 de noviembre en éstas páginas: ''nada tan envolvente como su voz. En varias ocasiones amigos y amigas me comentaron que escucharlo era sentirse abrazado, muy bien amado.

''El timbre de su voz, la naturalidad con la que decía las cosas, creaban una atmósfera de familiaridad, de intimidad. 'Es como si estuviera aquí junto a mí, es como si me hablara al oído.' 'Me siento muy acompañada.' 'Hasta me hace creer en mí misma.' 'Quisiera oír su voz para siempre.'

''Era un fenómeno de comunicación humana. Emilio Ebergenyi creaba un espacio comunitario por el solo encanto de su voz."

Mónica Mateos-Vega

 
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