ASTILLERO
Marchantes
Redes, candidaturas, alianzas
Y, ahora, ¡Porfirio del Voto Util!
Del abucheo a la consultoría
SOLO QUIEN QUIERA cerrar los ojos podrá dejar de ver la promiscuidad política e ideológica que con la pragmática vista puesta en el plano electoral va convirtiendo al lopezobradorismo en una colección de remiendos, necesariamente precaria, amorfa y disolvente. Ya antes los seguidores fieles de la candidatura tabasqueña perredista ensayaron excusas y generosidades para explicar el reciclamiento en las redes ciudadanas de personajes de intenso pasado priísta (y, en algunos casos, intensamente salinista) como Manuel Camacho, Socorro Díaz y Ricardo Monreal, e incluso de firme presente ahumado, como César Raúl Ojeda. Ya también esos prosélitos apasionados van pasando el trago amargo de las alianzas electorales con partidos que han arrancado a la intranquilidad demoscópica del lopezobradorismo prebendas extraordinarias en cuanto a número de candidaturas seguras al Senado y a la Cámara de Diputados, así como en porcentaje de votos asignables a esos partidos que así asegurarán descansada vida institucional y ricas partidas presupuestarias (cuando menos tres años estelares más de Betos Anayas, de Pepes Narros y de otros trapecistas similares que explotan el membrete del Partido del Trabajo, antes considerado salinista y ahora impecable aliado; otros tres años, también, de Dantes Delgados, Gabinos Cués -otro héroe ahumado- y demás convergentes también cívicamente santificados porque vendieron sus favores partidistas al cliente adecuado, aun cuando su historial esté lleno de transas, caciquismo y oportunismo). La lista de los principales aspirantes al Senado y a San Lázaro también provoca inevitables rubores entre la pejemanía, pues la pepena, la desmemoria y las ambiciones menores parecieran ser las normas básicas con las que se estarían designando esas nóminas de aspirantes a legislar.
AHORA EL LOPEZOBRADORISMO se ha topado con la resurrección política de Porfirio Muñoz Ledo, quien ha sido designado miembro emérito de un consejo consultivo que organizará foros de consulta (como lo hacía el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales -IEPES- del PRI) en los que la sociedad aportará ideas para el gobierno de López Obrador, que, obviamente, serán acomodadas al gusto e interés de ese porfirismo siempre convenenciero. El virtual candidato presidencial perredista no puede alegar desconocimiento de lo que sus bases piensan de quien luego de dejar el PRD se habilitó como efímero aspirante presidencial para acabar negociando su declinación a favor de Vicente Fox. El domingo 24 de abril, en la Plaza de la Constitución de la ciudad de México, el ex embajador del foxismo ante la Unión Europea recibió un gran abucheo cuando -en una decisión que prefiguraba la anunciada ayer- fue nombrado por López Obrador para que fuese orador al final de la marcha contra el desafuero, justamente antes de que el tabasqueño tomara el micrófono. En la crónica del acto, Jaime Avilés apuntaba, en La Jornada: Muñoz Ledo "escuchó una ensordecedora rechifla cuando el sonido local anunció su nombre. En seguida tomó la palabra, atizando el escándalo, y terminó el discurso más breve de su carrera política un minuto y medio después". Jenaro Villamil, en Proceso, mencionó: "Los gritos de '¡Fuera, fuera!' se escuchaban mientras Muñoz Ledo trataba de articular su arenga. Algunos también le gritaban '¡Culero, culero!', '¡Traidor!'. Uno de los asistentes exclamó: '¿A quién se le ocurre proponer a Muñoz Ledo para que hable en este evento? ¿Acaso cree que no tenemos memoria, y que él nos traicionó?'". López Obrador, en su momento y en lo que se interpretó como un guiño de consolación al maltrecho Porfirio, dio gracias a quienes "en estos momentos de definición se están comportando como verdaderos demócratas".
AQUEL MISMO DIA, el tecleador escribió un texto que le mereció astillazos de lectores inconformes con el análisis aquí planteado. El paso del tiempo permite a este columnista reproducir parte del Astillero del 25 de abril cuyo encabezado decía "Todo cabe en un pactito": "El reformismo camachista llevó ayer a Andrés Manuel López Obrador a instalar la tesis concertadora de que, aun cuando la movilización popular podría ser suficiente para generar cambios positivos en el país, más se conseguiría, y con menos problemas, si se estableciera un nuevo pacto social. 'Es posible transformar la realidad con sólo el empuje de la sociedad, pero se avanza más, y de manera menos conflictiva, si se pacta ese compromiso con los diversos actores de la vida pública', dijo el tabasqueño, conjurando así las especulaciones que pretendieran asignarle a su movimiento político estigmas revolucionarios, insurrectos o extremosos: todo cabe en un pactito sabiéndolo acomodar, sería el enunciado del nuevo capítulo de la saga lopezobradorista; arreglo mata marcha, negociación cupular supera movilización popular (...) Otro productor destacado de ardides intelectuales (que entre más elaborados sean mejor acomodo en la nómina proporcionan) se habilitó ayer como telonero en la Plaza de la Constitución. El desempleado (provisionalmente) Porfirio Muñoz Ledo asomó su oratoria útil entre el abucheo de quienes temían, con antecedentes probados, que el promotor del foxismo en 2000 saliera ahora con alguna otra embajada personal. La presencia notable del ventajista prestidigitador del reformismo en el podio andresino de ayer subrayó el giro pactista en curso, provocando la histórica pregunta de si acaso toda marcha acaba en manos de marchantes."
ASTILLAS: LA FAMILIA YUNQUETA vive feliz: Francisco Xavier Salazar Sáenz ocupa la Secretaría del Trabajo, luego que el anterior titular, Carlos Abascal, fuera promovido a Gobernación. Ahora, su hijo, Francisco Xavier Salazar Diez de Sollano, quien es diputado federal saliente, se encargará de la Comisión Reguladora de Energía... Y, mientras este escribano deja para más delante algunos datos de otros integrantes del consejo consultivo de López Obrador, ¡hasta mañana, con nuevo presupuesto de escándalo para elecciones!
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