Usted está aquí: miércoles 30 de noviembre de 2005 Opinión Trabajando juntos para combatir el sida

Antonio O. Garza Jr.*

Trabajando juntos para combatir el sida

El 1º de diciembre es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Los pueblos en todo el mundo ven esta jornada como oportunidad para unirse en espíritu y recordar a aquellos que han sucumbido ante esta enfermedad, mostrar compasión por aquellos que están sufriendo hoy, y renovar el compromiso para ayudar a los otros a permanecer libres de esta infección. A pesar de que la tragedia del VIH-sida continúa avanzando, hay motivos crecientes de esperanza. Los logros alcanzados mediante la alianza entre México y Estados Unidos dan prueba de que acciones concretas pueden marcar la diferencia.

El tema para este año del Día Mundial de la Lucha contra el Sida es "Mantener la promesa"; Estados Unidos lo está haciendo. En 2003, el presidente Bush anunció su Plan de Emergencia para el Combate al Sida, programa multifacético de cinco años que cuenta con un presupuesto de 15 mil millones de dólares. Este plan constituye la más grande iniciativa de salud enfocada a una sola enfermedad que cualquier nación haya emprendido.

Estados Unidos ha mantenido su promesa y está trabajando en conjunto con 123 naciones, incluyendo México, para apoyar soluciones sustentables y administradas localmente contra esta pandemia. Quince naciones de Africa, el Caribe y Asia -que aglutinan aproximadamente la mitad de las infecciones en el mundo- reciben apoyos importantes del gobierno de Estados Unidos.

Respecto a la alianza con México, la contribución de Estados Unidos para el 2006 se espera que sea de 2 millones de dólares. Con el apoyo decidido del Congreso y de los estadunidenses, Estados Unidos está ahora a la cabeza de las naciones donadoras del mundo en su nivel de compromiso financiero en esta lucha.

El Plan de Emergencia de Estados Unidos para el Combate al Sida apoya la estrategia nacional de México contra la enfermedad, y es parte de una respuesta nacional efectiva y abarcadora que puede ser sostenible en el largo plazo.

El VIH-sida es una enfermedad increíblemente compleja, por lo que el plan de emergencia apoya acciones diseñadas localmente. Para ayudar a las personas a que se protejan ellas mismas, la alianza entre Estados Unidos y México apoya los programas de prevención dirigidos a los grupos más vulnerables mediante una estrategia basada en la abstinencia, la fidelidad, y el correcto y sistemático uso de preservativos.

El Plan de Emergencia también reconoce que el estigma y la discriminación representan una barrera importante para la prevención efectiva y el tratamiento. La alianza México-Estados Unidos apoyó el establecimiento del Consejo Nacional Empresarial sobre Sida (Conaes), alianza única entre los sectores público y privado contra el estigma y la discriminación en los lugares de trabajo. Esta asociación fue presentada el año pasado durante el Día Mundial de la Lucha contra el Sida por el Secretario de Salud, doctor Julio Frenk Mora. El consejo está integrado por 28 empresas, las cuales emplean a 134 mil trabajadores, y la membresía continúa expandiéndose.

El sida no respeta fronteras. Los éxitos de la alianza entre México y Estados Unidos en el combate al estigma y la discriminación, la promoción de estrategias efectivas de prevención, y la implementación de soluciones sostenibles, brindan bases duraderas para el futuro. Los estadunidenses se sienten orgullosos de ser socios de México en la creación conjunta de la esperanza de un futuro libre de VIH-sida.

*Embajador de Estados Unidos en México.

 
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