Usted está aquí: sábado 26 de noviembre de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández Vega

Gobiernos de AL festejan la limitada reducción de la pobreza

De acuerdo con datos de la Cepal, el número de marginados en 2005 es similar al de 2001

SATISFECHOS PORQUE algunos latinoamericanos dejaron de ser indigentes para convertirse en pobres a secas, ya que de percibir un ingreso diario de un dólar pasaron a otro de dos, los gobiernos regionales echan las campanas al vuelos por los "excelentes" resultados de sus respectivas políticas sociales, aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pretende matizar la situación: la disminución en el porcentaje de pobres sólo ha contrarrestado el crecimiento poblacional, por lo que el número de personas en situación de pobreza en 2005 sería similar al de 2001.

EL ORGANISMO especializado de la ONU difundió su Panorama Social de América Latina 2005, en el que destaca los siguientes elementos:

SEGUN PROYECCIONES hasta el año 2005, basadas en el crecimiento económico de los países, 40.6 por ciento de la población latinoamericana se encontraría en situación de pobreza, mientras 16.8 por ciento no sólo sería pobre sino que estaría en pobreza extrema o indigencia. El volumen en la región ascendería a 213 millones y 88 millones de personas, respectivamente. El creciente volumen de remesas ha sido factor determinante en la reducción de los índices regionales de marginación.

DE ACUERDO con las últimas mediciones de pobreza, correspondientes a 2002, la pobreza y la indigencia alcanzaban a 44 y 19.4 por ciento de la población, respectivamente. Si bien cabe esperar que en 2003 no se hayan producido variaciones muy significativas de estos indicadores, las mejores condiciones económicas reinantes en 2004 y la disminución de las tasas de pobreza registradas ese año en algunos países permiten proyectar un quiebre de la tendencia que se venía observando. En efecto, la tasa de pobreza podría situarse en 41.7 por ciento, con una disminución de 2.6 puntos porcentuales respecto al año anterior, en tanto que la tasa de indigencia alcanzaría 17.4 por ciento, lo que representa 1.8 puntos porcentuales menos que en 2003. Estas variaciones fueron acompañadas por una disminución de alrededor de 10 millones de pobres, incluidos unos 8 millones de indigentes.

SE CONSIDERA probable que en 2005 continúe disminuyendo la incidencia de la pobreza y la indigencia y que su reducción alcance 1.1 puntos porcentuales en el primer caso y 0.6 en el segundo. Esta nueva contracción respondería a que en 2005 el crecimiento regional siguió siendo relativamente elevado, aunque más de un punto porcentual inferior al nivel de 2004. Ello permitiría al menos que el número de pobres e indigentes no aumentara, e inclusive podría conducir a un leve descenso.

EN TERMINOS del cumplimiento de la primera meta del milenio, que consiste en reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la incidencia de la pobreza extrema, las cifras previstas hasta 2005 corresponden a un porcentaje de avance de 51 por ciento en la región. Este progreso es alentador, pero no hay que olvidar que sigue siendo insuficiente en términos del tiempo transcurrido del plazo total para la consecución de la meta, que equivale a 60 por ciento; es decir, 15 años de un plazo de 25.

LAS NUEVAS mediciones de pobreza e indigencia disponibles dan cuenta de una evolución favorable en la mayoría de los países. En Argentina, las cifras para 2004 muestran una significativa recuperación respecto de 2002. En las áreas urbanas la pobreza descendió 16 puntos porcentuales y la indigencia 9.8. México mostró una nueva reducción de las tasas de pobreza e indigencia entre 2002 y 2004, en una prolongación de la tendencia a la baja que viene presentando desde 1996. En este caso las disminuciones fueron de 2.4 puntos porcentuales en lo que se refiere a la pobreza y de 0.9 puntos en materia de indigencia, y se caracterizaron por una fuerte concentración en las áreas rurales. Chile es otro de los países que presentó una disminución de la pobreza e indigencia de 2000 a 2003, de 1.6 y 0.9 puntos porcentuales, respectivamente. En Perú no se registraron avances en la lucha contra la pobreza entre 2001 y 2003, pero sí respecto a la indigencia, que disminuyó 2.8 puntos porcentuales.

EN CAMBIO, los datos sobre Brasil revelan un incremento tanto de la pobreza (1.2 puntos porcentuales) como de la indigencia (0.7) entre 2001 y 2003. No obstante, las áreas rurales registraron una mejoría en los indicadores de pobreza e indigencia. La República Bolivariana de Venezuela es otro país en el que recientemente se produjeron grandes avances en la lucha contra la pobreza. Si bien la Cepal no dispone aún de nuevas estimaciones propias sobre el país, la información que éste proporcionó sobre el segundo semestre de 2004 refleja una mejoría notable.

UNA APROXIMACION distinta, pero complementaria a la del ingreso, es aquella con la que se evalúan las distintas dimensiones del progreso social de los países sobre la base de la incidencia de carencias básicas en la población. Concretamente, se toman en consideración factores tales como la vivienda, el acceso al agua potable y al saneamiento, y la educación. El principal referente es el método de necesidades básicas insatisfechas (NBI), aplicado de manera generalizada en los diversos países de América Latina desde hace varias décadas.

UNA DE LAS diferencias más importantes entre las mediciones de pobreza monetaria y las derivadas del método NBI es que mientras las primeras son muy dependientes de los vaivenes coyunturales de la economía y sus efectos en el nivel de ingreso de los hogares, la satisfacción de las carencias básicas suele caracterizarse por un progreso lento pero persistente, típico de las tendencias de largo plazo. Esto obedece a las continuas inversiones en infraestructura y la expansión de los servicios sociales básicos, elementos a los que habitualmente se destinan recursos públicos. El porcentaje de la población de cada país que presenta algún tipo de privación permite concluir que la asistencia escolar y la disponibilidad de servicio higiénico en la vivienda son las necesidades respecto de las que se registra una menor carencia en la región.

Las rebanadas del pastel:

LA FAMILIA Fobaproa-IPAB está feliz: con el incondicional apoyo del gobierno del "cambio", José Angel Gurría será el próximo secretario general de la OCDE... En campaña, Vicente Fox se reía: "¿Cuánto puede costar Gurría? ¿50 mil pesos al mes?" Nooo: en la OCDE se gana de maravilla.

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