Usted está aquí: sábado 26 de noviembre de 2005 Opinión DESFILADERO

DESFILADERO

Jaime Avilés

Ortega y los cardiócratas

Dijo que si llega al poder en el DF gobernará con buenos sentimientos

Sigue sumando apoyos de Cárdenas, Beltrones y Madrazo

El neosalinismo desestabiliza al PRD en el Distrito Federal

D urante el debate que sostuvo con Marcelo Ebrard en el programa de Adela Micha, el senador con licencia Jesús Ortega aseguró que la izquierda se distingue de la derecha porque "gobierna con el corazón". Con esas palabras, el precandidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al Gobierno del Distrito Federal (GDF) quiso decir que su administración estaría regida por los buenos sentimientos. Sin embargo, un examen un poco más riguroso de la idea muestra que aquellas personas que han combinado las emociones íntimas con el ejercicio del poder sólo han producido resultados catastróficos.

Dos patéticos ejemplos de ello son los del ex presidente en funciones, Vicente Fox (quien hace mucho abandonó su alta investidura pero todavía no lo sabe) y la ex presidenta nacional del PRD Rosario Robles. Fox declaró, no una, sino varias veces, que "la prioridad de mi gobierno (el suyo de él) es lograr la felicidad en mi matrimonio (el suyo con la zeñoda Sagún)". Robles, por su parte, defendió en todo momento su derecho a enamorarse de quien le diera la gana, y rechazó que su puesto como jefa del gobierno de la ciudad de México le coartara esa sagrada libertad civil.

Sin embargo, Rosario se enamoró de un gángster, hoy preso por diversos delitos de corrupción, a disposición del cual puso los mejores negocios de la administración pública a su cargo, y Fox sucumbió a los hechizos de una mujer que ha cometido actos de pillaje y saqueo ilimitados contra los bienes de la nación, invocando las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad en beneficio de sus vástagos insaciables.

Al "gobernar con el corazón", Fox y Rosario asumieron la condición de cardiócratas, voz que proviene de las raíces griegas kardios, corazón, y kratos, gobierno. Pero la cardiocracia, bien lo sabemos, puede tener varias y muy nefastas derivaciones fisiológicas. Cuando Fox se levanta de mal humor se transforma en hepatócrata (de hepatós, hígado, y kratos, poder).

Al llegar a Mar del Plata y arremeter contra Diego Armando Maradona porque éste llamó (con plena justicia) "asesino" y "loco" a George WC Bush; al acusar al presidente Hugo Chávez de "tomarse el tema de libre comercio con poca seriedad"; al reclamarle al presidente Néstor Kirchner que sólo se preocupara por "tratar de quedar bien con los argentinos", Fox -al que nunca le pasó por la cabeza la idea de tratar de quedar bien con los mexicanos, aunque fuera un solo día- se comportó como un dermócrata (de dermos, piel, y kratos, capacidad de rascarse) furibundo.

A la vista de lo anterior marque usted con una cruz qué era Jesús Ortega cuando en el Senado de la República ordenó a la fracción legislativa del PRD que votara contra los acuerdos de San Andrés y se aliara con Diego Fernández de Cevallos, la ultraderecha panista y el salinismo en contra de las comunidades rebeldes de Chiapas y los pueblos indios de todo el país: ¿era cardiócrata, hepatócrata, neumócrata, gasterócrata, dermócrata o cleptócrata (que fusiona los conceptos kleptós, robar, y kratos, no rendirle cuentas de sus transas a nadie), afección provocada por un muy reciente trastorno del espíritu y del cuerpo social?

Con Beatriz o con Jesús

A la escasa creatividad discursiva de Ortega se unen -para desdicha de sus aspiraciones prelectorales- datos duros de la realidad más reciente. Durante un ágape regado con alcoholes y sazonado con ampulosos brindis, Manlio Fabio Beltrones, el diputado priísta, ex gobernador de Sonora, aliado de Roberto Madrazo y promotor incansable del pejedesafuero, alzó su trago y dijo a quienes lo rodeaban: "A su salud, señores, porque en el Distrito Federal vamos a ganar con Beatriz Paredes o con Jesús Ortega".

Esta columna denunció en su entrega del sábado anterior el acuerdo secreto, de nuevo cuño, alcanzado entre Ortega y Beltrones, mismo que no fue desmentido por ninguna de las partes. Los buenos deseos del legislador, externados en presencia de personas que se lo hicieron saber al Desfiladero, reconfirman la existencia de ese vergonzoso entendimiento.

Pero si alguien dudara de ello todavía, qué podría decir ante dos fotos: en una, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas le levanta la mano a Ortega y le da todo su apoyo; en la otra, el mismo ingeniero Cárdenas acude a la entrega del premio de periodismo José Pagés Llergo, a sabiendas de que allí se encontraría con Roberto Madrazo, y no sólo no elude al repugnante candidato del PRI, sino que lo saluda con afecto y declara a los reporteros presentes que no le importará la reacción que ese gesto más que significativo pudiera suscitar en Andrés Manuel López Obrador.

Que Jesús Ortega es el caballito de Troya de la ultraderecha, el salinismo y el neosalinismo, lo corrobora una nueva carta de Carlos Ponce de León, enviada desde [email protected], al autor de esta página de cuatro columnas y que bien vale la pena transcribir (en versión abreviada por motivos de espacio; si usted quiere verla completa búsquela en el foro del Plan de los 3 Puntos):

"Sr. Jaime Avilés: en relación a mi correo del día de ayer (viernes de la semana pasada, publicado aquí 24 horas más tarde) le comunico: 1. Le agradezco que en su columna haya puesto mi correo porque he recibido muchos correos para apoyar a Calderón, Sodi, Beatriz y Ortega (...) También varios de los recibidos muestran su apoyo al presidente Fox; como mexicanos nadie aprueba que un gobernante del estilo del señor Chávez diga 'pobres mexicanos, tan lejos de Dios y tan cerca de Bush'".

Pero en una segunda carta, dirigida al mismo destinatario, el incansable Carlos Ponce de León abundó: "Efectivamente, en lo personal y algunos (sic) apoyamos a Jesús Ortega y me da gusto que el ingeniero Cárdenas lo apoye; también me parece muy talentoso Demetrio Sodi y sobre todo Beatriz Paredes. (...) Si los capitalinos no se duermen tendremos en Ortega o en Sodi a un buen gobernante (...).

Con estas manifestaciones de respaldo a su precandidatura, Ortega no necesita volver a fracasar en un debate público en el programa de Adela Micha. A juzgar por el contenido de todas las cartas recibidas en el buzón de esta página luego de la entrega del sábado anterior -"Por qué no debe ganar Ortega"-, las intenciones de voto, a ocho días de los comicios internos, son de siete por Ebrard y tres por Ortega, una proporción de dos a uno.

Tras matizar que nada tiene en contra de Ortega, el Peje aseguró que le gustaría más que Ebrard fuera el candidato del PRD al GDF, porque "nos daría muchos más votos en la elección presidencial" y sería "un mejor jefe de Gobierno debido a su experiencia".

A primera vista, la victoria de Ebrard es casi un hecho, pero la guerra intestina que empieza a incendiar las estructruras del PRD en el Distrito Federal, obliga a los ciudadanos sin partido que apoyan
a López Obrador a salir a votar masivamente por Ebrard para enterrar con su clara voluntad política los estropicios que el neosalinismo pretende causarle a ese partido.

Sin pase automático

Desde ayer, según lo anunció el subcomandante Marcos, desapareció el Frente Zapatista de Liberación Nacional. Quienes militaron en sus filas podrán incorporarse, si el EZLN los invita, al nuevo organismo que también se llamará Frente Zapatista de Liberación Nacional. Pero si pasan los exámenes iniciales de selección, únicamente podrán ser aceptados como simpatizantes; si después de una segunda etapa de prueba muestran disposición al trabajo, los ascenderán a colaboradores, y sólo aquellos que obtengan calificaciones sobresalientes volverán a ser militantes, es decir, lo mismo que eran hasta que el FZLN se disolvió ayer.

En el nuevo FZLN ya no participará Javier Elorriaga; éste será sustituido por Sergio Rodríguez Lazcano, quien actualmente funge como asesor del delegado político de Coyoacán, Miguel Bortoloni. Otra ausencia notable en las próximas lides del zapatismo civil será la de doña Rosario Ibarra de Piedra, quien prefirió apoyar la plataforma política de López Obrador.

[email protected] // www.plandelos3puntos.org // [email protected]

 
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