Ataques rebeldes con coche bomba devastan un barrio residencial de Bagdad

Atentados suicidas en dos mezquitas chiítas de Irak dejan unos 75 muertos y 90 heridos

AFP, DPA Y REUTERS

Bagdad, 18 de noviembre. Al menos 85 personas murieron y 138 resultaron heridas hoy en una jornada sangrienta para Irak, sacudido por varios ataques de la insurgencia y atentados suicidas contra dos mezquitas chiítas en una ciudad del este y contra un hotel frecuentado por extranjeros en Bagdad.

En la fronteriza Janeqin, 170 kilómetros al noreste de Bagdad, dos atacantes suicidas accionaron sus bombas entre los fieles en dos mezquitas chiítas, dejando un saldo de al menos 75 muertos y 90 heridos, informó el jefe del Consejo Regional de la provincia de Diyala, Ibrahim Hassan Bajellane.

Agregó que la destrucción provocada por las bombas era de tal magnitud que muchos de los cuerpos estaban atrapados entre los escombros y no podían ser recuperados fácilmente.

"Creo que hay más de 100 muertos", dijo, y explicó que las explosiones ocurrieron cuando las mezquitas estaban repletas de fieles que asistían a las tradicionales oraciones de los viernes.

Las dos mezquitas chiítas atacadas, la Husseynia al Mazraa y la del Mehdi, eran frecuentadas por kurdos llamados faylis. Ambas quedaron parcialmente destruidas.

Poco antes de los atentados suicidas, un coche bomba explotó cerca del banco de Janeqin. Las tareas de socorro fueron suspendidas al anochecer y se remprenderán este sábado por la mañana, informó Afp.

Horas antes, otros dos atentados suicidas con coche bomba, que se dirigían aparentemente contra el hotel Hamra, devastaron de forma casi simultánea un barrio residencial del sur de Bagdad y causaron la muerte de al menos seis personas, entre ellas una mujer y dos niños, y 40 heridos.

El balance de víctimas podría aumentar porque se derrumbaron varios edificios de la zona, precisó el Ministerio del Interior.

Estos ataques fueron no muy lejos del Ministerio del Interior, en cuyo sótano fue descubierto el domingo un centro de detención secreto que albergaba 173 prisioneros, muchos de ellos desnutridos y torturados.

Al respecto, la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, exigió hoy una investigación internacional sobre las condiciones de las cárceles iraquíes.

Agregó también que el alto número de prisioneros iraquíes es un problema. Según informaciones de su oficina desde Irak, la cifra de presos sigue aumentando, pese a que fueron liberados cientos de ellos.

Además, desde Mosul y otros lugares se reporta que el Ministerio del Interior mantiene a cientos de personas en prisión, pese a que la justicia ha solicitado su liberación.

En otros ataques, un coche bomba explotó en Kanaan, norte de Irak. La explosión iba dirigida contra extranjeros que trabajan para las fuerzas armadas y causó la muerte de un joven de 15 años, y dos heridos.

Un policía iraquí murió y otros seis resultaron heridos al estallar una bomba junto a una patrulla en Baquba. Al parecer, la explosión también hirió a soldados de Estados Unidos. En Iskandariya, al sur de Bagdad, insurgentes mataron a dos policías.

Mientras, en Pusan, Corea del Sur, el presidente George W. Bush rechazó llamados a un calendario para retirar las tropas estadunidenses de Irak, y prometió que esas fuerzas se quedarán allí hasta la victoria.

Las declaraciones fueron en respuesta al legislador demócrata John Murtha, quien el jueves urgió al gobierno a retirar sus tropas de Irak tan pronto como las condiciones permitan hacerlo con seguridad.