François Le Roux en México

El barítono francés François Le Roux es reconocido como el mejor intérprete de uno de los papeles operísticos más exquisitos, difíciles y singulares de toda la historia: el de Pelléas, de la ópera monumental Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy (1862-1918), a su vez reconocida como el monumento operístico más hermoso, exquisito, difícil y singular del siglo XX, junto al Wozzeck, de Alban Berg, y, en el siglo XIX, Tristán e Isolda, de Wagner (reseñada aquí la semana pasada) y el Falstaff, de Verdi.

La inminente visita a México de François Le Roux, quien ofrecerá un recital de canción francesa, que incluye obras maestras de Claude Debussy, el próximo jueves 24 de noviembre a las 20:30 horas en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, habilita una revisión de la discografía disponible debussyana en general y muy en particular de esa grabación tan celebrada y única que ya hizo pasar a la historia al maestro Le Roux.

Pelléas et Mélisande es un fabuloso disco doble del sello Deutsche Gramo-phon, grabado en 1992 con el maestro François Le Roux en el papel principal, la soprano Maria Ewig como Mélisande y un reparto inmejorable, con Jose van Damm en el papel también estratégico de Golaud, además de personalidades de extrema calidad como Christa Ludwig.

A la batuta de la Filarmónica de Viena está uno de los mejores intérpretes de Debussy, el maestro Claudio Abbado, quien logró la mejor grabación de esta ópera, por encima de personalidades debussyanas como el mismísimo Pierre Boulez, que es extraordinaria; a la de Charles Dutoit, que es un tanto aséptica, y a la del fantochón Herbert von Karajan, quien hizo una versión amaneradona y demasiado wagneriana.

La grabación de Claudio Abbado de Pelléas et Mélisande no sólo contiene la mejor versión en el papel principal, a cargo de Le Roux, sino que despliega de cuerpo entero la belleza extraña y excepcional de esta partitura con toda su esplendorosa imaginación perceptiva y los valores musicales extraordinarios de esta obra, como en la escena uno del segundo acto, donde se escucha el vuelo de la cabellera de Mélisande sobre el agua, o bien la escena uno del acto tercero, en un dúo magnífico de amor sin que se pronuncie una sola palabra de amor, sino que el todo se ilustra con una música de sensibilidad extraordinaria.

Entre los valores artísticos de Pelléas et Mélisande figura en primer lugar la prosodia, es decir, una música en perfecta armonía con el fraseo y las acentuaciones de la lengua francesa, que en el caso de François Le Roux lo hacen el máximo intérprete de estas obras y del repertorio de la canción francesa, que es precisamente lo que escanciará, acompañado al piano por Mikhael Hallak, el próximo jueves en la sala Nezahualcóyotl, en uno de esos recitales que resultan todo un acontecimiento musical, un privilegio y una ocasión que nadie debe perderse. François Le Roux en México. Aleluya.

Pablo Espinosa