Usted está aquí: sábado 19 de noviembre de 2005 Cultura La riqueza de escribir ''es la posibilidad de rencarnar aquello que desaparece''

Margo Glantz, colaboradora de La Jornada, recibió el honoris causa de la UAM

La riqueza de escribir ''es la posibilidad de rencarnar aquello que desaparece''

Reconocen su prolífica trayectoria como docente, investigadora, ensayista y periodista

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Margo Glantz muestra el diploma del doctorado honoris causa que recibi� manos de Luis Mier y Ter� rector general de la Universidad Aut�a Metropolitana. Durante el acto, la escritora habl� sus �obsesiones literarias� FOTO Yazmin Ortega Cortes Foto: Yazmin Ortega Cortes

Lo más bello de la escritura ''es la posibilidad de rencarnar aquello que desaparece", señaló Margo Glatz durante la ceremonia en la cual recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por su destacada trayectoria como docente, investigadora, ensayista, creadora y periodista.

Con profunda emoción, la colaboradora de La Jornada deleitó a los asistentes al acto realizado la noche del jueves en la sede de la rectoría general de esa institución de educación superior, con una disertación acerca de sus ''obsesiones" literarias.

Sobre su obra El rastro señaló: ''Quisiera pensar que es una novela de resurrección y no de muerte. El proceso de la escritura es muy diferente al trabajo de investigación y ensayístico.

''Es un proceso donde es difícil discernir conscientemente. Pero ambos proceden de las mismas fuentes.

''Hay un núcleo informe que puede ser objeto de ficcionalización, ¿pero cómo darle una estructura? ¿Cómo resolverlo de manera armónica si estas obsesiones convergen de repente? Quizá enamorándose de un cuerpo o de su escritura, del proceso mismo de formularla, de caligrafiarla, de volverla asimismo un cuerpo.

''Un escritor, ya sea que haga ensayo crítico, ficción o poesía, es siempre un enamorado y también un loco."

El rector de la UAM, Luis Mier y Terán Casanueva, comentó que varios estudiantes trabajan en tesis en torno de la obra ''sólida, culta, atractiva e inteligente" de Margo Glantz.

''Asimismo, calificó su trabajo periodístico (el cual se publica cada dos semanas en estas páginas) como ''una lección de sobriedad y buen gusto. Margo es una de las voces morales más críticas de nuestra ciudad."

La maestra, forjadora de decenas de generaciones de alumnos interesados en las letras, ha dedicado casi 45 años a divulgar y compartir sus conocimientos, en particular sus hallazgos sobre su admirada Sor Juana Inés de la Cruz.

Ajuste de cuentas con la vida

La creadora del entrañable personaje de Nora García, contó una anécdota de su niñez:

''En primer año de primaria obtuve un premio de lectura, una muñequita de celuloide. En la panza tenía unos agujeritos cubiertos con cinta adhesiva.

''La muñequita hablaba. Fascinada, comí, jugué, leí y me bañé con ella. El agua entró por lo agujeritos de la voluminosa panza, la de un bebé con mucha tripa y nada de cintura, como si su cerebro estuviese colocado en la barriga.

''Cuando el agua penetró, la muñeca dejó de hablar. Un verdadero castigo divino. No me impidió seguir leyendo, pero sí recibir premios durante largos años.

''A medida que envejezco y se siente la necesidad de hacer ajuste de cuentas con la vida, he recibido varios premios y me han rendido algunos homenajes, como esta presea, que me llenan de felicidad y orgullo, pero también de nostalgia y un poco de terror."

Fundamental, la escritura de ficción

Margo Glantz señaló que entre todas las actividades a las que se ha dedicado, considera ''fundamental" escribir ficción. La ensayista seguró que a menudo, la diversidad de funciones se le plantea como un dilema.

Recordó que una amiga le preguntó: ''eres escritora, catedrática, crítica, periodista, ¿cómo le haces?, ¿qué eres antes que nada y en qué orden?, ¿o no hay una jerarquía?

''Para contestar estas preguntas -dijo Margo Glantz- me gustaría creer que puedo tomar como ejemplo la magna obra de Ovidio, Las metamorfosis, y pensar que las criaturas surgidas de las transformaciones son móviles, inestables y varadas. Proclives a deslizamientos, y pueden transitar de una forma a la otra con aparente tranquilidad.

''O imitando a Sor Juana Inés de la Cruz diría, quizá más acertadamente: 'casi a un tiempo estudiaba diversas cosas o dejaba unas por otras. Bien que en esto observaba orden porque a unas llamaba estudio y a otras diversión, y en éstas descansaba de las otras de donde se sigue que he estudiado muchas cosas y nada sé'", puntualizó la doctora honoris causa por la UAM, quien recibió un diploma y un grabado del artista Alberto Castro Leñero.

 
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