Usted está aquí: sábado 19 de noviembre de 2005 Cultura Se abrió la exposición Homenaje a José María Velasco en el IPN

La sinfónica de ese instituto puso la parte musical, entre cañonazos y humo

Se abrió la exposición Homenaje a José María Velasco en el IPN

Medio centenar de artistas proponen su visión del valle de México desde la perspectiva en que lo hizo el paisajista

Los cuadros expuestos ''reflejan una búsqueda de identidad'': Gritón

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Pintura de Gabriel Macotela, incluida en la muestra que se presenta en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, en Zacatenco, sobre la actualidad del valle de M�co

Entre cañonazos y humo se inauguró la noche del jueves Homenaje a José María Velasco, muestra auspiciada por la delegación Gustavo A. Madero (GAM) y los artistas visuales Gabriel Macotela, Antonio Ortiz Gritón, Marcos Límenes y René Freire, en la que medio centenar de creadores ofrecen su muy personal visión del valle de México, desde la misma perspectiva que lo hizo el paisajista decimonónico: el cerro de Santa Isabel Tola.

En un primer ascenso al cerro, el fotógrafo Fabrizio León captó una serie de tomas a color. Una secuencia de 12 imágenes se exhibe a la entrada del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Zacatenco, con el título Foto y la explicación:

''Foto panorámica tomada en agosto de 2005 desde el supuesto lugar donde el pintor José María Velasco (1840-1912), se inspiró para su paisaje de la ciudad de México desde el cerro de Santa Isabel Tola, en 1889."

Más allá de las palabras

Antes de la apertura de la exposición Homenaje a José María Velasco: del valle de México al valle de lágrimas, la Orquesta Sinfónica del IPN, dirigida por Alfredo Ibarra, interpretó la Obertura Solemne 1812, de Chaikovsky (1840-1893), contemporáneo del pintor mexicano, con varias detonaciones que cimbraron el edificio.

Asimismo, el director general del IPN, José Enrique Villa Rivera, estuvo en la inauguración.

Antonio Ortiz Gritón leyó un texto en nombre de los expositores y expresó que un martes, después de salir del siconalista, pasó a casa de Macotela, quien en ese momento recibió una llamada teléfonica de Patricia Ruiz Anchondo, entonces recién nombrada jefa delegacional en la GAM.

''Gabriel me dijo que teníamos que hacer algo ahí, que ahí estaba la casa de Velasco. Y, bueno, para algunas cosas, cuando uno sale de la terapia la mente es demasiado ágil, rápidamente llegamos a que podíamos hacer un 'homenaje' al paisajista, que le podíamos llamar a los 'cuates' y pintar unos 'paisajes'. Y ahí quedó la conversación". La idea no se limitó a las palabras.

A José María Velasco le tocó vivir el profiriato, régimen cuyo interés se manifestó en la importación de la cultura europea. Pero, como el artista no estaba ''casado" con esas ideas, ''trató de encontrar México y la identidad mexicana en todo aquello que hallaba su mirada".

Para Gritón, en los cuadros expuestos también ''se refleja esta búsqueda de identidad, ¿qué somos? Más que paisaje, ahora se hacen presentes todas esas características 'invisibles' que conforman nuestra identidad: nuestra historia, nuestro pensamiento, nuestras frustraciones y anhelos. Este es el paisaje contemporáneo, a veces inentendible, como la propia mente humana".

En forma de misiva, la jefa delegacional Ruiz Anchondo, se dirigió a Velasco:

''Hemos mirado desde donde usted miró, nos hemos imaginado lo que usted sintió, nos hemos preguntado qué sentiría usted ahora, frente a este nuevo valle, a éste que también es aquél pero que en realidad ya es otro, para poder plasmar en la tela lo que la sensibilidad de cada artista le ha traído a su inspiración, porque las telas también son, en un sentido, la piel de los pintores."

Valle amolado, pero vivo

Para Vicente Rojo Cama, quien trabajó en computadora, ''encontrar la forma de ver el paisaje de la ciudad totalmente transformada con la nueva tecnología y pensando en la visión de Velasco" constituyó un reto.

A Luis Manuel Serrano le resultó difícil el homenaje, pues más bien hace collage y ensamblaje en cajas. Pero, ''me acordé mucho del cuadro El cardón, un gran cactus, que Velasco llegó a pintar en varias ocasiones. De allí me inspiré para hacer una propuesta en volumen al utilizar materiales que me remontaban a ese pintura".

Carlos Pellicer López ya había pintado el valle de México, ''lleno de casas como ahora", entonces prefirió representarlo de una manera ''a sabiendas de que ya no está así, pero que con los ojos de adentro yo sí lo veo".

De acuerdo con Mario Núñez, el homenaje a Velasco y su valle de México también encierra ''la tristeza que tenemos de que está tan amolado, pero bueno, sigue vivo y allí está".

La lista de los participantes se completa con los hermanos Alberto, Francisco y José Castro Leñero, Irma Palacios, Gilberto Aceves Navarro, Oscar Ratto, Roberto Turnbull, Manuela Generali, Luis Argudín, Manuel Marín, Estrella Carmona, Boris Viskin, Germán Venegas, Néstor Quiñones, Rafael Barajas El Fisgón, Santiago Rebolledo, Eloy Tarcisio, José Barbosa, Gustavo Monroy, Beatriz Ezbán, Aníbal Delgado, Mariano Villalobos, Luis Morales, Fabián Risso, Carlos Pellicer López y Ricardo Rocha. Además de Roberto Parodi, Berta Kolteniuk, Mario Rangel, Luis Velasco, Rafael Toribio de la Tore, Eugene Walsh y Carlos Martínez.

 
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